v e i n t i c u a t r o

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—¡JOAQUÍN EXPLICAME ESTO YA ANTES DE QUE TE ECHE DE MI CASA! —gritó una voz femenina.

Me levanté sobresaltada a causa de ese grito que me reventó los oídos. Una chica muy enojada y alterada estaba parada en el borde de la cama, mirando a Joaquín como si se lo quisiera comer crudo. Miré a la chica sin saber muy bien qué hacer y la misma rompió en llanto. Seven estaba paralizado.

—¡Confié en vos Joaquín, y me haces cornuda! —dijo entre sollozos.

—Cami no sé qué decir —contestó él, acercándose lentamente a la chica—. Yo te quiero...

Me levanté de la cama y me vestí rápidamente, mientras la pareja me miraba en silencio. La tal Camila me miraba raro, no sé si con odio, pero como si supiera quién soy.

—¿Vos sos Zoe? —preguntó triste.

Asentí levemente con mi cabeza sin mirarla a la cara. Ella volvió a llorar y Joaquín rápidamente intentó abrazarla, pero la chica lo alejó.

—Con ella, ¡Justo con ella! —gritó señalándome.

—Me voy a la mierda, no me busques Joaquín —hablé rápidamente, y me fui de la habitación ignorando todos los gritos.

Las lágrimas estaban a punto de salir y no quería llorar ahí. Tiene novia, el hijo de puta tiene novia. Me mintió, me había roto el corazón otra vez.

Me limpié las lágrimas y salí del edificio, saqué mi celular de mi cartera y estaba explotada en llamadas y mensajes.

14 llamadas perdidas de Sofita
4 llamadas perdidas de Khea el mejor❤️
18 llamadas perdidas de Dam🔥
8 llamadas perdidas de Litki

Sofita
¿Dónde carajos estas Zoe?
¡La puta madre!
Zoe respondeme
¿Te fuiste con Seven?
Zoe
Zoe son las 5 de la mañana nos estamos yendo, atendeme
Zoe por favor estoy muy preocupada.

Marque rápidamente el número de Sofia y me atendió al segundo tono.

—¡¿DÓNDE CARAJOS ESTÁS?! —gritó desde el otro lado de la línea, hiper alterada.

Rompí en llanto y le conté todo, cada detalle. Sofia parecía sorprendida y enojada, al mismo tiempo. Intentó tranquilizarme y en 15 minutos ella y Khea estaban en la puerta del edificio de Joaquín.

[...]

¿Estás mejor? —Ivo se sentó al lado mío en el sillón, y me extendió una taza de té.

—Sí, gracias —le dediqué una sonrisa.

Él me acarició la pierna y me devolvió la sonrisa.

—Es mi mejor amigo, pero ésta vez no te voy a negar que es un pelotudo —habló triste.

—No hablemos de eso, por favor —suplique sin ánimos.

Él asintió y nos quedamos en silencio.

Creo que que es hora de contarle a Sofia y a Ivo el horrible secreto que vengo guardando. No sé como van a reaccionar, pero tengo que hacerlo.

—Zo, te cociné galletitas —mi amiga entró al living con una bandeja llena de mis galletitas favoritas.

—Tierna, gracias —contesté con una sonrisa—. Sentate que les quiero contar algo.

Sofia se sentó junto a Khea y los dos me miraban extrañados.

—Bueno... lo digo rápido —dije y ambos asintieron—. La semana que viene me voy a estudiar a Estados Unidos todo el año —hablé rápido.

—¡¿Qué?! —Sofia se levantó del sillón sobresaltada—. ¡Zoe no! no me dijiste nada.

—Ya sé amiga, es que me daba miedo —suspiré.

—¡¿Miedo de qué?! La puta madre flaca, ¡Un puto año! —mi amiga no podía parar de gritar mientras caminaba por todo el living.

Khea no hablaba, sólo miraba para abajo.

—Y bueno, ¿Qué querés que me quede acá deprimiéndome? —contesté un poco mal.

—Siempre haces lo mismo, ¡Te escapas de los problemas! —eso dolió.

—¡Perdón por no tener los papás perfectos que te pagan todo, un novio perfecto que te ama enserio, una vida organizada, una familia que no se olvidó de tu existencia! —grité al borde de llorar—. ¡Perdón por ser una mierda, y no saber lo que quiero! ¿Sabes por qué me voy? Porque quiero saber quién realmente soy, me canse de estar tirada en este sillón de mierda llorando por un pibe que nunca me quiso.

—¡¿Y nunca te preguntaste por qué no te quiso?! Sos increíble Zoe —gritó ofendida.

La miré con asco y no pude contener las lágrimas, salieron todas juntas a borbotones. Corrí a mi habitación y di un portazo, luego cerré con llave.

Me acosté en la cama y las lágrimas no paraban de salir, mi mejor amiga me había roto el corazón. Estoy tan triste y rota que ya ni siquiera llorar ayuda.
Capaz tenía razón, capaz me estaba escapando otra vez, pero necesitaba hacerlo. Dejar todo atrás, enpezar de nuevo.

Esa noche me dormí llorando, ignorando completamente los golpes de Sofia y Khea en mi puerta. Necesitaba estar sola.

se viene el último cap.

no goodbyes [sevenkayne]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora