Morgenstern |A.U|

12✨

Sebastian permaneció inquieto mientras la conocida sensación del fuego recorriéndole la piel le azotó. Se había vuelto inmune a el dolor producido por el fuego, sólo unas pequeñas quemaduras le recordaban que no siempre había sido así. 

Lilith apareció ante la mirada aterrorizada de Magnus y Jace.

-"Madre"- le dijo Sebastian como agradecimiento cuando soltó sus ataduras.

La ira de Lilith, una demonio de piel escamada oscura y ojos serpientes, fue notable en cuanto siseó agrasivamente en dirección al brujo y Jace.

-"Jonathan"- dejó entrever sus afilados dientes.

Jace masculló algo ilegible a Magnus. Estaban acabados. En un nefasto intento de parecer amenazante, Jace asomó el filo de Cortana dando un paso hacia delante.

-"Lo único que veras hoy será tu nombre tachado del libro de texto de demonología"- dijo mientras desenvainaba a Cortana.

Se impulsó con fuerza a atacar a Lilith arrepintiéndose en el momento en el que recibió un fuerte golpe que le arañó la mejilla izquierda. La excitación que le provocaba la pelea le impidió notar el veneno demoníaco que chorreaba de su rostro. Intentó devolverle el golpe por detrás pero Lilith fue más fuerte y le estampó contra la pared. Cortana abandonó su mano por el el estampido que lo dejó noqueado en el suelo. 

-"Jace"-escuchó gritar a Magnus desde la otra punta de la habitación mientras intentaba cerrar el portal que permitía que Lilith siguiera presente en la estancia.

No encontraba la estela para dibujarse un iratse y el veneno le estaba mareando de sobre manera perdiendo el conocimiento contra la pared. Cuando Jace despertó, no había rastro de la demonia por ninguna parte. Su herida tapada le molestaba menos pero la preocupación le azotó: ¿Qué había pasado?

Abandonó la habitación destrozada en busca de Magnus pero lo que se encontró le sorprendió. Sebastian se hallaba sentado en el sofá que noches antes había ocupado él.

 -"Pensaba que no despertarías nunca, rubio teñido"-dijo saludándole. Su modus operandi le tomó por sorpresa pero aún así le atestó un puñetazo en el mismo lugar que la primera vez que le conoció, en la mandíbula.

-"Soy rubio natural. Sólo para que conste."-masculló para si.-"¿Dónde está Magnus?"-preguntó imquieto.

-"El brujo se desmayó después de cerrar el portal al igual que tu rubio"-pronunció la última palabra provocativamente pero Jace apenas se inmutó.-"Alec está con él en su dormitorio. Yo si fuera tú llamaría antes de entrar"-dijo divertido.

La bipolaridad de Sebastian le parecía tan evidente que decidió ignorarla. Avanzó por los largos pasillos del apartamento acompañado por el punzante dolor de cabeza fruto de una pelea perdida.

Alec le recibió con un gran abrazo.

-"Estábamos muy preocupados por ti Jace, Magnus estaba destrozado cuando llegué y no sabía que hacer contigo...Te dibujé un iratze pero no sabía si nuestra unión parabatai serviría...Magnus no podía curarte, su magia está muy débil...¡No me vuelvas a dar esos sustos!"-dijo finalmente tras haber soltado todo su frustración en Jace.

-"Si me vuelve a desgarrar la mejilla un demonio mayor intentaré que no me penetre el veneno mientras me desmayo Alec"-la contestación irónica de Jace recobró las fuerzas de Alec quien se volvió a acercar para otro abrazo.-"No has tenido suficiente dramatismo por hoy Alec"-le dijo reacio ante otra muestra de cariño.

-"Tiene razón Alexander, no tientes la suerte con él."-

La voz rota de Magnus fue todo lo que necesitó Jace para abrirse paso hacia la cama.

-"¿Qué pasó mientras me desmayé Magnus?"

-"Bueno bella durmiente me las pude apañar sin ti, Sebastian ayudó a cerrar el portal."-suspiró dramáticamente-"Nephilim estúpido siempre me meto en problemas por tu culpa, con la energía que utilice para cerrar el portal no pude borrar las trazas de magia y la Clave se enterará."

 -"Yo también me alegro de verte Magnus"-le dijo con una sonrisa sarcástica iluminándole la cara.