Capítulo 17

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Narra ___

-¿Le puedo ofrecer algo, Su Majestad?

-No, gracias. Por favor, llámame Dae Ijin o suegro. Seremos familia muy pronto por lo que sospecho.- El Emperador me brindó una sonrisa, luego se apoyó contra la encimera y se cruzó de brazos. Tome la iniciativa de pararme apoyarme al lado de él.

-¿De que desea hablar...eh...suegro?- Con un carcajada, se volvió hacia mí y me miró con atención. Era guapo, al igual que su hijo, mucho más alto que él y sus rasgos eran fuertes, varoniles y majestuosos, tal como yo siempre había pensado que sería cualquier Rey o Emperador.

-Solo quiero saber que estás segura que esta es la vida que quieres llevar con Seok Jin. Ser parte de un reino no es como lo pintan en las películas o en los cuentos de hadas. Es un trabajo serio de toda la vida, siempre serás dos personas diferentes, ____ dentro de tu casa y para familia, pero en público serás la Emperatriz de Corea del Sur, la esposa del Emperador, una de las muchas manos que sostendrán la Corona en la cabeza de mi hijo, tal vez incluso la más importante. Quiero estar segura que estás comprometida a pasar el resto de tu vida con Seok Jin, el divorcio no es una opción para nosotros. Te lo digo porque habrán días que quieres dejar todo y salir corriendo pero no puedes, deben resolver sus problemas o tan siquiera llegar a un compromiso para llevar la fiesta en paz.- Asentí levemente y sonreí.

-Lo se, muchos de mis clientes han sido de la realeza...todos me dicen lo mismo que usted, y entiendo la carga can pesada que lleva ser la cabeza de la Familia Real y la representación de su país. Pero estoy dispuesta a hacerlo, porque amo a Seok Jin y esto es parte de él.- El Emperador se mantuvo en silencio, luego me miro y me ofreció una sonrisa nostálgica.

-Me acuerdas mucho a mi esposa, antes de casarnos y si, no era una vieja loca como ahora. No le importaban las apariencias y su imagen como ahora. Ya se le olvidaron sus raíces, nunca olvides de donde viniste, ___. Y por favor no le hagas caso a mi mujer, hablaré con Seok Jin luego y le daré mi bendición para que se casen lo más pronto posible.- Sonreí e hice una reverencia profunda.

-Muchas gracias, Su Majestad...eh...suegro.- Con una sonrisa torcida, El Emperador se marchó. Unos minutos después, Jin regreso con la cara llena de confusión.

-¿Pasó algo, ___?- Sacudí mi cabeza y besé su mejilla.

-No amor, tuvimos una conversación muy interesante y placentera.

-¿Sobre qué?

-Mmm...me supongo que pronto te enterarás.

•••

Al terminar de cocinar nuestra breve cena, nos marchamos a nuestra habitación y de camino nos encontramos con la madre de Jin en el pasillo, quien parecía toda una bruja en su camisón largo de seda negra y su cabello en rizadores. Hice una breve reverencia, mientras Jin besaba las mejillas de su madre.

-Acabo de terminar una llamada con Park Shin Hye.- La Emperatriz me mira con asco. -Me ha contado todo lo que ocurrió en la galería de arte. Debería darte vergüenza, ___. Esa no es ninguna forma de comportarse en público, ya tengo más razones en mi lista por las que no deberías ser parte de esta familia.- Suspiré y me crucé de brazos.

-¿Y que usted cree que debería de haber hecho, Su Majestad? ¿Dejarla que insultara a su hijo y a mi?

-Eso no fue lo que ella me dijo, me dijo que le pegaste.

-Esta equivocada, mamá. Ella trató de pegarle a ___ pero yo me puse en medio.- Con una carcajada incrédula, la Emperatriz inspeccionó las mejillas de Seok Jin.

-Ay, hijo...Mira todos los problemas que te ha traído esta degenerada...

Justo cuando iba a abrir la boca para contestarle, el Emperador salió de una habitación.

-¡Yeon Hee! ¡Ya basta de tus comentarios y tus insultos! ¡Me tienes harto!- La Emperatriz se puso más pálida que un papel al ver a su esposo.

-C-Cariño...no es lo que piensas. Seok Jin sufrió una cachetada por culpa de esta idiota, ¿acaso no te importa tu hijo?

-No creo que ___ sea capaz de hacer algo tan desagradable como causar un accidente de esa forma. Lárgate a tu recámara mujer y no jodas más.

-Pero...

-¡No me hagas que me repita! ¡Lárgate!- Con una mirada de asco hacía mi, la Emperatriz se marchó rápidamente.

-Hijo, ___...disculpenla, no sabe lo que dice.

-No se preocupe, no pasó nada.

-Bien pues...Debería ir a tener una conversación muy seria con ella. Que descansen.- Hice una reverencia.

-Igual usted.

-Hijo, mañana pasa por mi despacho cuando despiertes. Debo discutir algo contigo.

-De acuerdo, que descanses.- El Emperador entro dentro de una habitación y tiró la puerta de un golpe.

-¿___ que has hecho con mi familia?

-Mmm...no creo que se de que hablas.

Con un dulce beso en los labios, Seok Jin y yo nos marchamos a nuestra habitación a hacer cositas muy malvadas

•••

El Príncipe de mi Corazón (Jin y ___) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora