___ es una pintora famosa, con reconocimiento a nivel mundial. Ha pintado a la realeza de diferentes países y a personas común y corrientes, sus obras de artes esta valoradas en millones de dolares, pero la gran parte del dinero que recibe es donado...
Luego de una larga noche, Jin y ___ regresaron al palacio. Jin ayudo a ___ a llegar hasta su habitación y de tan cansados que estaban los dos, se quedaron dormidos juntos. Jin despertó antes que ella y se marcho a su habitación. ___ se despertó alrededor de las 8 de la mañana, se ducho y se vistió con algo cómodo para continuar trabajando en el cuadro de Jin.
Narra ___
Mi estomago gruñó, tenia mucha hambre pero debería continuar trabajando en el cuadro. Ya casi estaba terminado, solo faltaba agregarle algunos detalles para así poder enmarcar el cuadro y entregárselo a los emperadores. Ya mi semana aquí estaba por terminar, se que le había prometido a Jin que me quedaría con el pero algo me decía que eso no era posible...algo malo iba a ocurrir, confiaba demasiado en mi intuición.
Subi la mirada cuando escuche que alguien tocaba la puerta. No sabía si pararme y abrirla o dar el permiso para entrar.
-¿Señorita Rey, se encuentra ahi? ¿Puedo entrar?
-Ehh..si, por supuesto.- Limpie mis manos en el delantal que llevaba puesto y me paré de mi asiento justo cuando entro la emperatriz. Hice una reverencia y le di una pequeña sonrisa.
-Buenos días, Su Majestad ¿En que puedo ayudarle?
-Hoy habrá un baile y banquete de cumpleaños para Seok Jin, su verdadero cumpleaños es hoy pero lo celebramos oficialmente en el verano.
-Ya veo. Ire entonces a explorar la ciudad, para no estar en su camino.
-No no. Te voy a patrocinar para que puedas asistir al evento y pasarlo bien.
-Su majestad, eso no es necesario ... Yo-
-No aceptaré una respuesta negativa, siempre he querido hacer esto ya que no tuve la oportunidad de tener una hija. Ya he elegido todo lo que vas a llevar y mi sobrino, el príncipe Jimin te acompañará al salón de baile.
-Muy bien ... si eso no es una inconveniencia para usted o su Majestad, entonces sería un honor asistir.
Ella sonrió diligentemente y aplaudió felizmente sus manos.
-¡Maravilloso! Bien entonces, ven con mí.- Ella me agarró por el brazo y me arrastró a lo que supuse que sería su vestidor.
***
Luego de haberme dado un buen baño, la emperatriz me sentó frente a su hermoso tocador y dos chicas comenzaron a maquillarme y a peinar mi cabello. La emperatriz estaba tarareando detras de mí, a ella tambien la estaban preparando para la noche.
-___, vamos un momento a la boveda de joyas. Quiero que escoja las joyas que utilizaras con tu vestido.- Ella dio unas ordenes en coreano. Las chicas me colocaron en un hermoso vestido de seda roja, ajustada a la cintura, y me colocaron unos lindos zapatos plateados. Mi cabello habia sido recogido y mi maquillaje era simple pero elegante.
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Llegamos hasta la enorme bóveda, justo en el sótano del palacio. Era una habitación con paredes oscuras, del tamaño de una casa pequeña. Habian tantas vitrinas con joyas de todos tipos y colores imaginable. Me quede parada al lado de la emperatriz, boquiabierta.
-Wao...nunca habia visto algo tan extraordinario..- Ella sonrio
-Si...apesar de que llevo viviendo aqui 27 años y visito a esta boveda todos los días, todavía me sorprende. Ve, escoge lo que quieras pero te doy un pequeño consejo, como será tu primera vez utilizando una corona y joyas más pesadas, te recomiendo que escojas una corona liviana, que no tenga nada colgando. El dolor de cabeza que te dará al finalizar la noche será terrible.- Asentí levemente y comence a mirar por todas las vitrinas. Habian joyas de todos estilos y piedras preciosas de todos colores. La emperatriz ya se había colocado sus joyas, para mi eran muy exageradas a pesar de verse elegantes.
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-¿Encontraste algo, ___?
-Creo que si...
-Dejame ver.- La emperatriz se acerco a la vitrina, la abrió y tomo la caja donde esta el juego que utilizaría. Parecía tener un tema floral y era simple, no tan excéntrico como el de la emperatriz.
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-Muy bien, esto fue un regalo de bodas que recibí de los ciudadanos de Seul.- Sonreí mientras admiraba las joyas. Eran realmente muy bonitas. Ella coloco la corona en mi cabello y la aseguro con horquillas, luego me coloco el collar y la pulsera mientras yo me colocaba los aretes.
-Te queda muy lindo el juego de joyas, ___. Muy, muy lindo.- Me sonrojé pero sonreí.
-Muchas gracias, usted se ve mucho mas linda y elegante que yo.- Ella se rió y toco mi nariz con su dedo.
-Eres realmente tierna, ___. Vamos, creo que Jimin y mi esposo están ansiosos por vernos.
