El Dilema Del Corazón [Wondercorp/Supercorp]

Capítulo VII

Pov Alex

No es que sea insistente, pero todo es tiempo que estoy esperando por Sara me ha sido eterno. Ya me había acabado todo la ronda de tequila solita, y ella aún no llegaba del tocador. Mire mi reloj y no lo podía creer, habían pasado veinte minutos y no había ni rastro de ella. En este momento ya me estoy preocupando por ella, tal vez le paso algo en el baño, tuvo algún accidente o se metió en algún problema. Sara es muy impulsiva y más cuando el licor recorre sus venas.

-Creo que Sara ya se está tardan mucho, ¿No lo crees Alex?- Hablo Kara con molestia.

-Es cierto, ¿Sera que le paso algo?- le siguió Lena, con una toque preocupación en su voz.

-No lo sé, mejor la voy a ver- Me levante de mi asiento, y con la mirada busque ha Sara, no seria difícil buscarla después de todo, no hay muchas rubias de estatura promedio.

No conté con que la iluminación del bar sería tan baja, apenas podía ver con las luces de neón a las personas que estaban alado mío. Ahora sería casi imposible encontrarla. Cuando pensaba que nunca la encontraría, justo ante mis ojos aparece, aunque se veía agitada porque caminaba a paso rápido mientras otra chica la perseguía.

La principio pensé que era alguna chica que Sara se había pasado de la raya, o tal vez era una loca amante que ella había tenido en sus noches de fiesta. Pero todas mis hipótesis se fueron al tarro de la basura al ver la expresión facial de ella. Se notaba lo asombrada que estaba, su rostro denotaba preocupación, aunque algo que no entendía era el rubor en sus mejillas.

-¡Suéltame Nyssa!...- Dijo agresivamente Sara, cuando esa chica la tomo por la muñeca otra vez. En ese momento fue donde todas las piezas encajaron a la perfección en mi cabeza, Nyssa era su Maggie y ahora podía entender porque estaba así. No lo pensé dos veces, me acerque hasta ella.

-No la has escuchado... ¡suelta!- Grite con firmeza. Ella me respondió con una mirada llena de irritación, sus profundos ojos cafés me miraron con desprecio, sí las miradas tuvieran el poder me matar yo ya estaría tres metros bajo tierra, me estaba fulminando con esa honda mirada que tenia. 

-¿Quien te crees para decir que hacer?- Contesto con arrogancia, frunciendo sus cejas con enojo. Sin soltar la mano de Sara.

-Ella es mi novia, Nyssa- Soltó inesperadamente la asesina.

Tomo con su mano libre mi rostro y lo beso desesperadamente, sin pudor alguno, parecía como ese beso que nos dimos en la fiesta de compromiso de Barry. Sus labios se deslizaban entre los míos frenéticamente robándome el poco aire que alcanzaba a tomar entre el beso. Entreabrió la boca para que pudiera entrar por mi lengua. Su boca sabia a tequila, era delicioso, aunque todo esto era raro. No es que no me gusten los besos de Sara, pero nunca pensé que ella me utilizara para alejar a su ex. Afortunadamente cuando el beso acabo, ya no está la castaña, solo nosotras dos con la respiración agitada.