Capítulo XVIII

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Pov Lena

Creo que no he podido tener mejor semana como la acaba de pasar. Me siento feliz y muy plena con mi actual vida, tengo la certeza que el karma al fin esta siendo justo conmigo, ya que el dolor es una palabra y más que todo es una sensación en mi cuerpo que se ha esfumado como el humo. Cada día me levanto con una sonrisa en mi rostro y todo estas positivas emociones que rodean a mi vida se las debo a Diana.

Si su pregunta es si acepte los sentimientos de Diana, la respuesta es simple, aquel beso húmedo que nos dimos en medio de la lluvia fue mi contestación ante sus sentimientos y los mios también. Aun no somos nada formalmente, sabemos muy bien el cariño que nos tenemos una a la otra y por ahora estoy eso es más que suficiente. Estamos en esta etapa de conocernos y ver si que existe una química tan buena entre las dos para dar el siguiente paso.

El aire parisino también ha sido de gran ayuda, los socios, los empleados, en fin cada persona que me rodea ha logrado hacerme sentir algo que por mucho tiempo lo considere imaginario, algo que extravie hace mucho tiempo y recién hoy lo vuelvo a encontrar. Estar aquí me hace sentir en como si estuviera en casa, finalmente he hallado un hogar donde puedo dejar de un lado las preocupaciones del trabajo y disfrutar de la explendurosa vida que tengo por delante.

Pero curiosamente este día era la excepción a la regla, hoy no me encontraba de un gran humor en la oficina, tal vez era por ese ansioso proyecto que tenia que replantearlo y darle un enfoque diferente, o tal vez era porque cierta personita apellidada Prince no me había llamado, ni mucho menos me había enviado un mensaje de buenos días, como generalmente era pan de cada día cuando ella esta en la ciudad. Intenté llamarla varias veces, más de tres veces para ser exactos, pero el resultado siempre era el mismo.

" El número que esta marcando no se encuentra disponible en este momento, si gusta dejar mensaje hágalo después del tono --------"

Si había algo que me sacara de mis casillas con facilidad era ese tonito chillón y bastante fastisioso que poseía la operadora cada vez que alguien no contestaba su teléfono celular, pero me iritaba más que Diana lo tenga apagado. Ayer no me había dicho ni un sola palabra sobre algún viaje que tendría que hacer, no comento nada sobre una reunión.

¿Entonces por no contesta mis llamadas?

Sabía a la perfección que no era una amante de la tecnología por sus raíces amazónicas, pero tampoco era una total anticuada que no utilizaba su teléfono para comunicarse, al menos por llamadas.

Mis ojos observaron la oscura pantalla bloqueada del teléfono móvil con una enormes ansias, cada segundos que pasaba era como darle más candela al calvario que había dentro de mi, no quiero sonar posesiva, pero quería saber en donde esta, que esta haciendo y lo más importante quien es esa persona que esta robando toda su atención.

Diana es una mujer muy hermosa tanto física como internamente, tiene esa característico carisma junto con esa matadora y radiante sonrisa de super estrella que hace suspirar a cualquier persona, no importa si era hombre o mujer el resultado siempre era el mismo, la persona que la observaba por mucho tiempo terminaría con una nueva orientación sexual: Dianasexual.

Por quinta vez consecutiva, di un profundo respiro, permiendo que todo ese aire que entra por mis fosas nasales sea más que necesario para que oxigene bien mis ideas y no piense tonterías sobre este pequeño problema que estoy teniendo en este mismo instante. Tal vez, tuvo una reunión de ultimo momento en el Louvre y por eso no me contesto ni me ha devuelto la llamada. O, a lo mejor tuvo que terminar una pieza arqueológica de último momento y ahora esta toda atareada tratando de terminar todo su trabajo a tiempo.

Llame por ultima vez a su teléfono movil y cuando nuevamente apareció esa irritante voz, me decidía a buscarla, quizá si voy rápido puedo alcanzarla en su trabajo.

El Dilema Del Corazón [Wondercorp/Supercorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora