Capítulo XII

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Pov Lena

Quien diría que esa persona a la que no quería ver ni en pintura hace unos días, me ayudo en esa aquella crisis que tuve. Le estoy dando una nueva oportunidad y me doy cuenta que Diana es una persona magnifica en todo el sentido de la palabra, aunque eso no quita las veces que la quiero matar cuando sale con sus bromas o aun peor cuando le gusta jugar con mi mente sobre aquella noche que al parecer nunca recordé.

En este momento estamos en una banca del aeropuerto, esperando que el avión despeje pronto hacia Paris, pero creo que no será hasta la noche cuando salga el avión.

-Lena... ¿piensas estar todo el día en el aeropuerto?- Pregunto ella mientras veo atentamente a la pantalla donde señalaba de color rojo todos los vuelos que habían sido demorados hasta nuevo aviso, con la esperanza que las letras rojas se borrasen y aparezca el color verde de On time.

-No tengo nada más que hacer... y no conozco Londres para distraerme un poco- Regreso mi vista hacia ella, y encuentro en su rostro una sonrisa, en un principio me pareció que era esa misma con la que se había despedido aquella mañana en el hotel que me hacía fastidiado de sobremanera, pero las facciones de su rostro y en especial la manera en cómo me sonreí era diferente. Por alguna extraña razón esa nueva sonrisa me ha comenzó a gustar.

-Pero yo sí, tienes a una guía turística a tu total disposición- Guiño su ojo con coquetería, mientras se levantaba del asiento para estirar las piernas -Además aquí podríamos tener nuestra primera cita-

Estar con Diana es como estar en un montaña rusa de emociones, hay veces que se comporta súper atenta, linda y hasta es dulce conmigo, y luego se transforma en esa persona que tiene como meta hacerme la vida imposible, haciendo lucir su pésimo sentido del humor.

-Creo que no tengo opción- Contesto sin mucho ánimo, dejando salir un suspiro. Me levante igualmente que la banca.

-Créeme nos vamos a divertir mucho...hace tanto tiempo que no he visitado este lugar-

Caminos sin prisa por los pasillos del aeropuerto en un cómodo silencio, aun no sé porque diablos acepte ir con ella si no la conozco muy poco. Pero creo que su compañía en estas últimas horas me ha ayudado más de lo que hubiese imaginado. Cuando llegamos a la entrada del aeropuerto, para ser más específicos al área de desembarque internacional donde generalmente se encuentran cientos de personas buscando a sus seres queridos. Y efectivamente había mucha gente, pero únicamente eran fotógrafos y gente de la prensa acercándose a mí.

-Lena, ¿es cierto que te mudaras a Paris?- Dijo un reportero, colocando su micrófono alado mío. Lo ignore y seguí por mi camino.

Odio a la prensa, siempre encuentran mi ubicación, por más que me pierdo del mapa por unos días, ellos parecen que me vigilan las veinticuatro horas para asegurarse que una nueva historia jugosa salga a la luz. Aunque generalmente todo lo que estaba escrito en esos periódicos y revistas de chismes son historias sin fundamento alguno, con el único propósito de afectar a mi empresa o a mi vida personal.

-Lena, ¿ella es tu nueva novia?- Pronuncio otro de la multitud. Diana me miro por un segundo, sonriendo en el acto mientras tomo mi mano como si fuera mi pareja.

Algo que me molesto mucho, trate de retirar mi mano de la suya con sutileza para que las cámaras no vean eso, pero solo logre que su agarre fuera aún más fuerte. No quiero que piensen que tengo una relación con ella, los periodistas tienen una increíble imaginación para crear chismes baratos.

-¿Acaso ella es Diana Prince, la famosa restauradora del Museo Louvre?- Ahora una voz femenina hablo, mientras un equipo de fotógrafos nos tomaba millones de fotos. Si seguía así terminaría ciega de tantos disparos de esas cámaras.

El Dilema Del Corazón [Wondercorp/Supercorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora