༒•𝕄𝕚 𝕖𝕟𝕕𝕖𝕞𝕠𝕟𝕚𝕒𝕕𝕠 𝕒𝕞𝕠𝕣.•༒

Mi endemoniado amor - Cap 15.

"Abrí los ojos al sentir los cálidos rayos del sol sobre mi rostro, rocé entre los dedos de mis manos las sábanas blancas que tenían impregnado el perfume de Dante. Inhalé profundo y solté una sonrisa, sentía cosquilleo en mis caderas, había sido la noche más especial en mi vida, Dante por fin me ha dicho lo tanto que me amaba, ha demostrado que le importo y eso es lo que realmente desee por tanto tiempo."
A un lado de la cama hayó una rosa roja y una pequeña nota, tomó a ambas en sus manos y leyó las escrituras. 
"He ido a arreglar algunos asuntos con Lady  y Trish, no desee despertarte porque te veías realmente hermoso durmiendo, desee tanto besarte y abrazarte. Oh, por cierto te he dejado el desayuno en la cocina, nos vemos luego amorcito". 
Por primera vez veía la escritura de Dante, su forma era delicada y sutil todo lo contrario al mismo, y soltó una sonrisa rozando un pétalo de rosa roja sobre su nariz. 
-Dante-susurró. 
Se levantó y se fue a dar una ducha, entró al baño y al quitarse las pocas prendas que tenía observó su cuerpo ante el espejo.
-Eres un maldito Dante-maldijo al observar que tenía pequeñas mordidas por partes del cuello. 
Entró a la ducha y abrió la regadera, no había nada más perfecto que al levantarse hacer esto, al terminar se secó, cambió, peinó su melena blanca y abandonó el baño para ir directo a la cocina.
Al llegar se encontró sobre la mesa una taza de chocolate caliente, unas tostadas, dulce de frutilla, manteca y un vaso de jugo de naranja. 
-Dante-dijo Nero riendo, se sentó y dispuso a comer.
 
¿Esto es sólo un sueño? ¿Dante admitió sus sentimientos hacia mi? 

Pensó el peliblanco.

Quiero sentirme dentro de ti Nero. 

Se oyó la voz llena de pasión de Dante en su cabeza, cosa que hizo a Nero hundir de hombros sonrojado mientras comía una tostada con mermelada de frutilla. Se sobresaltó al oír la puerta de la entrada abrirse. 
-Debe ser Dante-dijo Nero volteando para ver a su cazador que entraba a la cocina dedicándole una sonrisa.
-Has despertado-dijo Dante posando una mano detrás de la espalda de Nero, se acercó y depositó un beso sobre su cabeza. 
-Si-asintió Nero sonriendo y observando como se sentaba frente a él-muchas gracias por el desayuno.
-De nada-dijo Dante soltando una leve sonrisa. 
Observó extraño a Dante ¿Qué le sucedía? 
-¿Qué sucede Dante?-preguntó Nero. 
Dante alzó los ojos hacia Nero y posó las manos sobre las del nene. 
-Hay algo que tengo que decirte-dijo Dante, tomó una pausa e inhaló profundo. 
El corazón de Nero latía con ferocidad y su cabeza marchaba a mil. 
-Credo-nombró por fin. 
-¿Credo? ¿Qué paso con él?-preguntó Nero insistente, cada vez más fuertes los latidos, Dante frunció los labios desviando los ojos a un lado. 
-Él esta...muerto-respondió. 
Nero se tensó y abrió los ojos de par en par.
-¿C-Cómo?
Sus ojos se inundaron en lágrimas y un nudo en la garganta le impedía hablar. 
-No lo sé-respondió Dante-lo hemos hallado en el bosque-agregó por último.
Nero negó con la cabeza llevando una mano temblorosa por los cabellos y comenzó a respirar con dificultad. 
-N-No puede ser-dijo con la voz entrecortada tomando parte de sus cabellos mientras dejaba caer las lágrimas. 
Dante se levantó de su asiento y se acercó a Nero para envolverlo en sus brazos, Nero se abrazó a él escondiendo el rostro en su torso y soltó el llanto. Lo único que podía hacer en este momento su ahora pareja era abrazarlo y acompañarlo en su dolor.
-Ya-dijo Nero apartándose rápido.
-¿Nero?
-M-Me iré a mi cuarto-no observaba hacia Dante, estaba en shock por lo sucedido y eso preocupaba mucho al cazador pero no podía decirle nada, cada uno hace duelo a su manera.
-Esta bien-asintió acariciando su cabello-si necesitas algo me avisas ¿Si?
El menor solo asintió con la mirada perdida, se levantó de allí y abandonó la cocina.
-Maldición...-maldijo Dante negando con la cabeza.
Habrá pasado segundos, minutos u horas, no se sabe pero el dolor abrumaba en ambos albinos.
-¿Cómo se encuentra?-preguntó Lady. 
-Esta en el cuarto, no ha salido en todo el día-respondió Dante preocupado.
-¿Quien fue capaz de matar a Credo?-preguntó Trish. 
-No lo sé-respondió Dante observando hacia la nada. 
-¿Crees que ha sido Agnus?
-Fuera quien fuera esto no quedará así-dijo Dante-lo encontraremos y acabaremos con su maldita vida-agregó por último presionando sus manos transformadas en puños. 
-Pobre de su hermana Kyrie-comentó Trish-siento un poco de pena por ella. 
-Si-asintió levemente Lady-¿Aún no lo sabe?
-No-respondió Dante. 
-Oh por dios, será tan doloroso cuando lo sepa-comentó Trish con una expresión triste en el rostro. 
Observaron que Nero bajaba las escaleras y se acercaba a ellos. 
-Quiero saber que sucedió con Credo-dijo firme.
-¿Estás seguro?-preguntó Dante. 
-Si-respondió asintiendo. 
Lady y Trish observaron hacia Dante quien soltaba un suspiro. 
-Credo ha sido asesinado-dijo Dante. 
Nero asintió tragando fuerte. 
-¿Y saben quien fue? 
-Créemos que ha sido Agnus-respondió Lady. 
-¿Agnus?-preguntó Nero asombrado. 
-Si-respondió Dante-¿Lo conoces?
-Agnus-nombró Nero nuevamente tratando de recordar. 
Dante, Lady y Trish lo observaban confusas. 
-¡Agnus!-soltó su nombre abriendo los ojos de par en par. 
-¿Qué sucede con él?-preguntó un confuso Dante.
-¡Él! ¡Él fue el que me atacó aquella vez!
Lady, Trish y Dante observaron tensos a Nero. 
-El muy bastardo habrá matado también a Credo, es un hijo de puta-maldijo entre dientes Nero presionando con fuerzas sus manos transformadas en puños. 
Dante se levantó de su asiento. 
-Iré a buscarlo-dijo. 
-Iré contigo-agregó Nero. 
-No Nero, esto es peligroso, aún no te has recuperado por completo.
-¡Iré quieras o no!-ladró el menor con una mirada decidida, Dante lo observó soltando un suspiro, aunque quisiera que se quedara sería imposible, era Credo, era como su hermano.
-Irémos con ustedes-habló Lady. 
-No los dejaremos solos-comentó Trish. 
Su siguiente destino era el castillo Fortuna e ir en busca de Agnus el responsable de lo que le había hecho a Nero y también responsable de la muerte de Credo.