Mi endemoniado amor - Cap 17

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Acabaron con todos los bianco angelo de un abrir y cerrar de ojos. 
-Y Dante aparece en acción-comentó Trish. 
-Como siempre-dijo Dante divertido yendo hacia dónde se encontraba sentado aún Nero. 
Observó que este se hallaba con la mira perdida ¿En qué estará pensando?. 
-Hey nene-llamó Dante extendiendo una mano hacia él., Nero volvió en si y lo observó. 
-¿Sucede algo?-preguntó con una interrogante en el rostro. 
-No, nada importante-respondió negando con la cabeza levemente. 
-Bueno, levántate y vamos a patearle el culo a ese tal Agnus-comentó Dante soltando una ladeada sonrisa. 
Nero le devolvió la sonrisa y tomó su mano para poder levantarse. 
-¿Cuál es nuestro siguiente destino?-preguntó Lady. 
-Nero y yo iremos a rescatar a la chica Kyrie, ustedes dos quédense aquí y eviten que entren los de armadura-respondió Dante. 
-Siempre se quedan con todo lo bueno-comentó Trish cruzándose de brazos. 
-Porque somos buenos-aclaró Dante con un tono divertido en su voz. 
Ambas mujeres lo observaron con el ceño fruncido y soltando un gruñido. 
-Hey nene-llamó Dante tomando del brazo a Nero-será mejor irnos de aquí, antes de que estas dos nos mutilen aquí-agregó por último marchando mientras tironeaba a Nero. 
-¡Haces bien en irte de aquí Dante!-ladró Lady. 
-¡Lo sé!-gritó Dante levantando la cabeza hacia ellas-vamos nene ¡Corre!-agregó por último acelerando el paso. 
Abandonaron la sala principal y siguieron por otra. 
-Hey nene-llamó Dante, Nero volvió los ojos cómo respuesta hacia él. 
-Eso lo que has dicho en aquel momento.....
Abrió sus ojos de par en par recordando lo que había dicho. 

¡Qué idiota fui! ¿Cómo pude decir eso?

Deseaba golpearse por hacer eso. 
-¿Era verdad?-preguntó volviendo esos celestes ojos llenos de brillo hacia Nero. 
-Yo...
Trató de hablar pero no sabía que decir, temía el herirle. 
Una explosión se había oído, justo lo necesario para salvarse de Dante y justo oyeron un grito. 
-¡Kyrie!-soltó Nero echándose a correr. 
Dante lo siguió detrás y entraron por la sala dónde habían escuchado la voz de Kyrie. 
-¡¿Dónde te escondes cobarde?!-inquirió Nero al observar la sala vacía y oscura. 
-Oh...a venido la caballería a salvar a la niña mimada de la Orden-comentó Agnus con un tono divertido. 
-Déjate de juegos y sal de dónde te encuentras-gruñó entre dientes Nero apretando sus manos transformadas en puños. 
Un reflector se encendió y ilumino a aquella persona que tanto estaban deseando acabar. 
-Agnus-nombró Nero. 
El hombre de cabellos castaños oscuros se hallaba parado sobre las escaleras. 
-¿Me buscaban?-preguntó observando a uno por uno-aquí me tienen-agregó por último con un poco de arrogancia. 
-¿Dónde esta Kyrie?-preguntó Nero. 
-¿Para que quieres saber de ella?-preguntó Agnus-si no la amas, has estado jugando con su corazón cómo si fuera basura-comentó. 
-¡Eso no es cierto!-soltó Nero enfadado. 
-¿Entonces que es?-preguntó alzando una ceja. 
No respondió, quedó en silencio bajando la mirada al suelo. 
-¿Has visto Kyrie? Tenía razón cuando decía que él no te ama.
Otro reflector se encendió, Nero alzó los ojos y observó a Kyrie en una especie de caja de cristal. 
-Déjala ir-gruñó Nero. 
Tenía entre ceja y ceja a Agnus, deseaba tanto matarlo por haber asesinado a Credo y hacer tanto daño a toda la gente de Fortuna junto con Sanctus. 
-Eres un hipócrita al jugar con los sentimientos de esta pobre mujer ¿Y te haces llamar hombre?
-¡Cállate!-soltó Nero. 
Desvió los ojos hacia Kyrie quien tenía los ojos inundados en lágrimas. 
-No le creas Kyrie, yo aún te sigo amando. 
Dante desvió los ojos hacia Nero con expresión atónita. 
-Te amo Kyrie y nunca me apartaré de tu lado. 
-Nero-susurró Kyrie. 
-Te sacaré de aquí, lo prometo-dijo soltando una sonrisa. 
Dante sintió una presión en el pecho al oír y ver lo que sucedía. 

¿Qué estás diciendo nene? ¿Ya no me amas? Acaso.....¿Todo lo que me has dicho era mentira?

Pensó un adolorido Dante. 
-¿Tú que opinas de todo esto Dante?-preguntó Agnus hacia él. 
Dante volvió el rostro hacia Agnus con una sonrisa ladeada. 
-¿Qué podría opinar?-preguntó-es su vida, no me importa lo que haga con ella-agregó por último sin interés. 
Nero quien tenía los ojos hacia Agnus sintió un golpe en el pecho, tragó fuerte sin apartar la mira de su enemigo. 
-Terminemos de un vez por todas con todo esto-dijo Agnus. 
Nero se preparó para ir a atacarlo pero Dante puso un brazo ante él. 
-Me encargaré de él, ve a salvar a la chica-ordenó Dante sin apartar la mira en Agnus. 
Nero asintió observando la fría expresión de Dante pero no era momento de pensar en él, había una vida en peligro, debía enfocarse en ello. 
Comenzó el combate, Dante a gran velocidad fue a atacar a Agnus y Nero se encargaba de salvar a Kyrie. 
-Nero-nombró Kyrie posando una mano sobre aquel cristal. 
-¿Te encuentras bien?-preguntó hacia ella, solo asintió. 
-Tranquila, saldremos de aquí juntos-dijo Nero volviendo los ojos hacia Kyrie. 
Kyrie soltó una sonrisa con un poco de rubor en las mejillas. 

¿Cómo demonios la saco de ahí dentro.

Pensó frunciendo el ceño. 
No utilizaría sus armas porque no deseaba lastimarla, pero ¿Cómo iba a sacarla de allí?
-¡Nero!-llamó Kyrie alarmada. 
Nero la observó confundido y pudo notar que señalaba por detrás de él, volteó y Agnus en su forma de demonio estaba atacando a Nero con su espada. 
-¡Nero!-soltó Dante al ver a Nero inclinarse. 
Agnus soltó una sonrisa de satisfacción. 
-Borra esa maldita sonrisa del rostro-gruñó Nero. 
-¿Cómo?-preguntó un asombrado Agnus. 
Nero alzó los ojos, su brazo demoníaco había tomado a tiempo la espada antes de que penetrara en él. 
-Se acabó-dijo encendiendo sus ojos rojos. 
De su brazo demoníaco hizo presencia su devil trigger. 
-I-Imposible-dijo Agnus observando a aquel poder. 
De un tirón Nero apartó la espada, transformó su mano en un puño bien apretado, su devil trigger hizo lo mismo. 
-¡Toma esto!-soltó Nero encestando el puño rodeado por aquel poder en el rostro de Agnus, salió volando por los aires contra una pared de la sala.
Dante observó, estaba asombrado al ver tanto poder que abrumaba en un adolescente como Nero, el devil trigger desapareció. 
-Kyrie-nombró volteando hacia ella. 
Tomó la yamato que le había entregado Dante y de tres movimientos el cristal se rompió. 
-¡Nero!-soltó Kyrie tirándose sobre él, el menor la abrazó acariciando su cabello. 
-Estoy aquí, todo esta bien-susurró Nero. 
Dante soltó un quejido bajo al sentir tanta presión en su pecho y observó hacia otro lado negando con la cabeza, algo había llamado su atención era Agnus aún con vida pero en su forma humana. 
-A-Asombroso-dijo con dificultad Agnus apenas levantando la cabeza del suelo. 
-¿Aún no te mueres?-inquirió Dante acercándose a paso lento hacia él mientras desfundaba una pistola. 
-Aún no puedo entender como no pude vencerlos he creado a tantos demonios hasta yo me he convertido en uno de ellos y aún así no pude hacerlo-dijo entre dientes Agnus. 
-Hay muchas cosas que no sabes de los demonios-comentó Dante deteniéndose delante de él. 
-¿Cómo qué?
-Sparda fue un hombre que pudo amar una persona, tenía sentimientos, por esas razones él ha llegado a ser un demonio realmente poderoso, tenía a quien proteger.
La imagen de su madre vino a su cabeza.
-Y tú, eres una escoria que careces de sentimientos, no tienes un motivo por el cuál luchar. 
-¿Y tú lo tienes?-preguntó. 
La imagen de Nero vino a su cabeza. 
-Si-respondió soltando una ladeada sonrisa. 
-Eso es ridículo-rió seguido de toser.  
Dante había apretado el gatillo y voló la cabeza de Agnus de una bala. 
-Muérete de una vez por todas-gruñó Dante. 
-Gracias Nero-susurró Kyrie. 
-No debes agradecere.
Kyrie se acercó a Nero y depositó un beso sobre sus labios. 
-¿No sé que hago aquí aún?-preguntó por debajo Dante-es hora de irnos-agregó por último encaminándose a la salida. 
Nero volvió los ojos hacia Dante que salía de allí. 
-Vamos Nero-apresuró Kyrie apartándose y tomando su mano para comenzar a caminar junto a ella.

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