Mi endemoniado amor - Cap 3.

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Nero al cerrar sus ojos cayó en profundo sueño en menos segundos de lo pensado. Habrán pasado minútos cuando el teléfono sonó.
-¿Quién demonios será?-inquirió observando en dirección hacia dónde provenía el molesto sonido hacia los oídos de este. Sonaba y sonaba sin parar, se levantó y camino a paso lento como si fuera un muerto viviente hasta el escritorio de Dante, tomó el tubo y acercó el auricular a su oído.
-¿Quién?-preguntó tratando de aclarar su voz adormecida.
-¿Agencia Devil May Cry?-preguntó aquella voz aguda.
-Si-respondió Nero llevando una mano a su ojo izquierdo para luego frotárselo-¿Qué necesita?
El hombre comenzó a informarle lo sucedido y la historia del porque ha causado este caso pero Nero se encontraba con los ojos cerrados cayendo nuevamente en su sueño.
-¡¿Me esta oyendo?!-inquirió el hombre del otro lado al oír los bajos ronquidos de Nero.
-¿Eh?-saltó el peliblanco parpadeando con rapidez-si señor ¿Desea algo más?-bostezó.
-No, nada más-gruñó el hombre colgando.
-Al fin a dejado de hablar-comentó entre suspiro encaminándose hacia el sofá.
Se recostó sobre el llevando un brazo ante sus ojos y en menos de segundos volvió a dormirse.
Habrán pasado segundos, minútos u horas ¿Quién sabe?  El cielo comenzaba a oscurecer, el reloj de pared del local marcaban las diez y media, y Nero aún seguía durmiendo, aún no había  rastros de vida de Dante, pero la puerta se abrió y de allí se hizo presente aquel hombre que se "había ido a una misión" entraba tambaleante, daba pasos con aquellas pesadas botas en dirección a Nero el cual poco a poco comenzaba a despertar por ese molesto sonido y no solo eso, sino también un cálido respirar en su oreja.
-Pero que demonios-se sobresaltó el menor, apartó el brazo posado sobre sus ojos, desfundó su Blue Rose y apuntó hacia aquel ser llevándose la sorpresa de que era Dante.
-¿Dante? Casi me haces morir de un infarto-comentó Nero llevando una mano al pecho y bajando así a Blue Rose.
-¿Acaso tan feo soy?-preguntó soltando una ladeada sonrisa.
Nero observaba incómodo por tener el rostro del otro tán cerca del suyo.
-Viejo...-nombró pero no pudo acabar la oración porque todo el peso de Dante cayó encima suyo-¿Q-Qué ha-haces?-tartamudeó Nero tornando en rojo su rostro, el cazador inclinó su rostro más cerca.
-Lo que debí hacer hace mucho tiempo-respondió tomando sin permiso los labios de Nero, este abrió sus ojos de par en par.

¿Lo que debí hacer hace mucho tiempo?

Pensó, podía sentir los labios carnosos de Dante devorar los suyos, las manos tomar su cintura y apegarse más a su cuerpo.

¿Qué me está sucediendo?

Por un momento pensó Nero al sentir su corazón acelerado, el cuerpo temblar, cosquilleo
en su vientre, sensaciones que nunca en su vida sintió por una persona.
-Dante....detente por favor-pidió Nero apenas pudiendo escapar de los acechadores labios de Dante.
-¿Temes de mi nene?-preguntó un burlón Dante.
Se apegó más a la entrepierna de Nero, haciendo que el otro se sobresalte al sentir que algo allí abajo estaba muu activo.
-Basta Dante-ordenó Nero al sentir el abrumador hedor a alcohol que cargaba Dante, no estaba en sus cabales, como pudo se apartó del sofá y del viejo cosa que fue bastante difícil pero lo logró.
-Mierda-maldijo por lo bajo jadeante por la fuerza utilizada y volvió a ver hacia Dante quien estaba posando de una manera que dejaba lucir sus caderas.
-¿Qué sucede nene? Ven, vamos a jugar un poco-invitó Dante relamiéndose los labios con sensualidad.
-¡¿Otra vez andas bajo el efecto del alcohol?!-inquirió el menor con el ceño fruncido-hombre, debes parar-se quejó.
Al parecer aquella "Misión" fue una gran mentira y ventaja para Dante.
-Vamos nene-insistió el de rojo levantándose y acercándose a Nero-hagámoslo-agregó por último tomándolo de las muñecas.
-No Dante-negó-ve a descansar.
Trataba de soltarse del agarre de Dante pero este se negaba a soltarlo, le daba ternura y risa verlo así. Aprovechando la situación se acercó al oído del otro.
-Nadie se va a enterar-ronroneó.
Otra vez, sentía una corriente recorrer por todo su cuerpo cuando el cálido respirar de Dante acariciaba la piel de su oreja.
-¡Basta Dante e dicho que no¡-negó levantando el tono de voz.
El nombrado lo observó con una expresión seria cosa que a Nero asombró y lo que menos esperaba sucedió, lo empujó con tal fuerza que su espalda golpeó de manera violenta contra la pared.
-Vete al demonio-maldijo el mayoe entregándole una mirada llena de furia.
Se fue escaleras arriba a paso fuertes y Nero de su parte en la misma posición con la que fue impactado observaba con los ojos bien abiertos.

¿Que demonios acaba de suceder?

Pensó parpadeando varias veces. 
La mañana comenzaba con la claridad del sol entrando por la ventana que se encontraba a un lado de la cama de Nero.
-Mmmm....-salieron de los labios de Nero mientras abría sus ojos y contemplaba los rayos del sol que lo recibían en un cálido abrazo. Estiró su cuerpo disfrutando aquel momento y levantó de la cama. Sus cabellos se hallaban alborotados al igual que su ropa.
-Debo ir al baño-dijo rascándose la barbilla.
Aún deseaba olvidar lo sucedido de la noche anterior pero nuevas imágenes titiritaban en su mente. Se pasó las manos temblorosas por los cabellos y serenó su respiración mientras se acercaba a la puerta y tomaba del pomo. Empujó hacia afuera y penetró por el pasillo deseando no cruzarlo en su camino, pero las posibilidades eran casi nulas.
En ese momento observó que del otro cuarto salía Dante caminando en dirección contraria a él. Nero sentía que todo su alrededor se detenía, solo podía oír los acelerados latidos de su corazón que estaba apunto de estallar. La mirada de aquellos ojos celestes cargados con un brillo extraño y atrayente hacían poner tontos los pasos de Nero quien se limitó a observarlo mientras pasaba por su lado.
-Nero-llamó Dante.
Los pelos del cuello del nombrado se erizaron, no tuvo más opción que voltear y observarlo.
-Hay algo que deseo que sepas.
Se acercó lo bastante a Nero, tanto que podía sentir su colonia mezclada con el cuero de su gabardina. Los claros ojos de Dante retenían los suyos, por un momento sentía que todo lo que se encontraba a su alrededor no importaba, era él y Dante.

¿Por qué me siento de esta manera?

Pensó desviando los ojos hacia los rosados labios de Dante

¿Acaso...

Sintió como sus propios ojos se medio cerraban, su cabeza se echaba apenas hacia atrás y sus labios se separaban.

estoy enamorado de él?...

Cerró por completo los ojos deseando volver a sentir aquel cálido tacto, quería descubrir si realmente sentía cosas por él o solo era un juego de su mente.

¿Qué haces Nero?

Se dijo así mismo abriendo con rapidez los ojos.
-No Nero-negó Dante con un leve tono-es imposible que suceda algo entre nosotros-se apartó y siguió su camino.
Nero solo dió un paso hacia atrás y sostuvo su cuerpo contra la pared mientras observaba a Dante avergonzado por actuar de esa manera.
-Jamás vuelvas a pensar en mi de esa forma- la voz de Dante fue como un latigazo para el corazón de Nero quien observaba cómo se alejaba, el corazón le latia con fuerza.

Idiota...

Se dijo así mismo.
-Dante-apenas consiguió hacer salir las palabras tratando de contener las lágrimas.

¿Qué me esta sucediendo? ¿Por qué me siento así?. Cómo si realmente me importara. Esas palabras de Dante me hicieron pedazos el corazón, siento que estoy cayendo en un mar profundo y oscuro. Acaso... ¿Siento cosas por él?

༒•𝕄𝕚 𝕖𝕟𝕕𝕖𝕞𝕠𝕟𝕚𝕒𝕕𝕠 𝕒𝕞𝕠𝕣.•༒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora