-Conejo, era sólo un chiste. No era para tanto, ¿sí?-SeHun iba a la cola mía por la calle y no pensaba responderle. Me daba mucha rabia en serio haber creído que lo había besado.-¡Que te jodan!-caminó más rápido y me agarró de un brazo fuertemente.
-¿Desde cuándo ese vocabulario?
-Suelta, duele-me soltó de su agarre enseguida y seguí caminando. Ya no me importaba y estaba furioso.
Se quedó a metros de mí sin avanzar. No pensaba voltear.
-¡Te quiero, conejo!-escuché ese grito a lo lejos y enseguida le quedé mirando. Tenía una maldita sonrisa en el rostro.
Imbécil, cómo le gustaba matarme a bromas.
-¡Y yo quiero que te jodan, imbécil!-me largué dejando a un SeHun serio sin entender nada a mis espaldas.
Sólo seguí caminando y llegué a casa. Mis padres ya ni siquiera se preocupaban por dónde estaba, ni tampoco me llamaban. Sabían que ahora estaba cada minutos con los chicos.
Una vez en casa, me encontré con mi madre sentada en el sofá con una mirada de desaprobación con la gata gorda en sus brazos con esa cara de enojo que traía siempre.
-¿Sabes cuánto miedo tenía de que no aparecieras en toda la noche?
-Pero si estaba con-no me dejó acabar.
-Sí, estabas con el de voz grave, el gritón y el serio, ¿alguien más?
-Creí que estabas bien con que conociera gente
-¡Pero no de que te olvides de tu propia casa!
-Te dije que iba a ver películas. No le veo el problema
-Esos niños te están cambiando. Yixing nunca...
-¡Cállate!
Una bofetada terminó callándome a mí. Mi mejilla ardía y me sentía irritado. Ella nunca me había levantado la mano, ni yo la voz.
¿Tenía que meterlo a él? Que mujer más mala.
-Junnie, yo- yo no quise. Te juro que no-dijo mirándose las manos arrepentida
-Me voy a mi cuarto
-Y...-se puso a pensar en qué decir-¡quedas castigado!
No dije nada. Sabía que hoy era viernes y me pasarían a buscar para ir al café, pero ya ni siquiera me importaba no asistir un día, cuando tenía una bruja en mi propia casa.
Estaba en mi cama junto a mi gata que me había seguido. Era gorda y con mucho pelo anaranjado. Le gustaba que le acariciada atrás de las orejas.
-Dime, Princesa Leia, ¿la culpa fue mía?
Sólo se volteó y se ubicó en mi almohada para que la dejara dormir en paz. Creo que hasta ella creía que tuve que avisar que no vendría a casa.
-Pero, Princesa-la miré-¡La culpa no fue sólo mía! Habló mal de mis amigos, me nombró a "ya sabes quién" y me dio una gran bofetada que aún arde.
Ni siquiera me miró. Estaba durmiendo plácidamente en mi cama.
-Descarada-susurré.
Me acosté de espalda observando el techo. Estaba muy aburrido y recién eran más o menos las una de la tarde.
Ni siquiera sabía si me darían algo de comer o cenar. La verdad es que estaba muerto del hambre desde la casa de SeHun.
Empecé a leer uno de los libros viejos que tenía en mi pequeña biblioteca. Me decidí por "Las reliquias de la muerte".
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ANEMIA//SeHo
FanfictionEl sentirte débil no te hace feliz, te hace dudar de ti mismo y tus capacidades. JunMyeon solía ser el tipo de persona que no confiaba en si hacer lo que creía correcto o lo que fuese más seguro... la Anemia le hacía pensar que era la persona más dé...