Capítulo 19

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Desperté horas después de haberme quedado dormido junto a SeHun, quien desnudo enredaba sus piernas con las mías y pasaba una de sus manos por mi cintura, dejándome dormir en su tibio pecho.

Nuestras manos seguían entrelazadas y sus ojos seguían cerrados. Recuerdo el hecho de que sólo me haya soltado la mano para ir a buscar algo con lo que pudiera limpiarme de nuestro... Orgasmo. Mierda, era tan vergonzoso pensar en esto.

¿En serio lo habíamos hecho?

Sentí mis mejillas nuevamente calientes y una sonrisa tonta se formó en mi rostro.

Tenía algo de sed, por lo que intenté separarme de SeHun, aun que no me gustara la idea.

Me gustaba estar así y hubiera seguido de esta forma por mucho tiempo más, pero al regresar me ubicaría de la misma manera y lo abrazaría bien fuerte lo que restaba de noche.

Me intenté separar, sacando mi mano del agarre de la suya, safándome. Una vez me sostuve en mis rodillas por encima de él, con su otra mano agarró mi cintura más fuerte, apegándome a su cuerpo.

Mierda, si seguía juntando su cuerpo con el mío así, no iba a poder controlarme.

Seguía dormido y no quería despertarlo. Me gustaba verlo así.

Me logré separar por fin, yendo hacia la planta baja poniéndome ropa interior y unos jeans por el frío, mientras la única iluminación que tenía era la de las cortinas abiertas dejando ver la luz de los focos de la ciudad y las estrellas del negro cielo.

Era una noche especial. Sentía que todo lo que en un momento no supe contemplar, estaba justo frente a mis ojos.

Llegué a la cocina buscando algo, mientras una manta cubría mis hombros. Una que estaba tirada en el suelo, claramente... Porque la mitad de las cobijas estaban en ahí. Dejando a SeHun con la misma sábana con la que nos tapó ambos cuerpos.

De pronto sentí un cosquilleo en mi estómago, un mal presentimiento que me recorrió todo el cuerpo, haciéndome fruncir el ceño por la mala sensación.

Me sentía observado.

Tenía en mi mano una jarra de vidrio con jugo de fresa en el momento que volteé intentando buacar en la oscuridad.

Algo en mí me dijo de quien se trataba... Quería estar en lo incorrecto.

Y lo estaba.

Un hombre alto y pasado de peso, estaba al frente mío, casi sin distinguir su rostro.

Me estaba jodiendo del miedo. El susto que tuve al ver a alguien al frente mío, una silueta, me hizo botar la jarra, rompiéndola en mil pedazos y moviendo un poco mis pies para no cortarme con los trozos.

Esperaba que Hun bajara rápido, que hubiera escuchado esto o que conociera a este tipo.

Necesitaba a SeHun conmigo.

¿Por qué no escuchaba las escaleras?

El hombre encendió una lámpara, dando un poco de luz desde donde él estaba, dejándome ver su cara de rabia y su gran barba sin afeitar.

Se acercó a mí con los puños apretados y yo retrocedí por el miedo, haciendo que la manta se cayera y pisara uno de los vidrios, haciéndome chillar del dolor.

—Vaya, creo que esto será más simple de lo que creí-dijo acercándose y haciéndome chocar con la pared a mis espaldas.

—¿Q-qué quieres?-esperaba hablar con una voz más grave de lo normal, o de alguna forma seria, pero no pude hacer más que soltar un susurro temeroso.

ANEMIA//SeHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora