ANEMIA//SeHo

Capítulo 14

—SeHun

—Sí, dime

—Creo que dejé la ropa limpia en la habitación...

Creo que era primera vez en mi vida que estaba tan expuesto ante alguien, y en el peor momento.

En serio que no quería dirigirle la palabra. Estaba lleno de rabia y me sentía humillado.

¿Ahora aparecía como si nada?

Me senté con el agua llegándome al ombligo, intentando tapar lo más posible con mis piernas dobladas.

Nunca había sentido tanta vergüenza.

Lo peor era que SeHun no respondía, no decía nada.

—Voy a buscarla, ¿sí?

—Vale...

—Mientras tanto báñate

Y así fue, SeHun sin dar vuelta en ningún momento, salió por la puerta y la cerró atrás suyo.

Me tiritaban las piernas, estaba desnudo en una maldita casa ajena. No sé en qué momento accedí a esto.

Tomé el jabón y lo empecé a pasar por mi cuerpo, olía bien.

Normalmente me demoraba en el baño, pero esta vez iba a hacerlo en tiempo record para salir de esta casa.

Cabe mencionar que el padre de SeHun está aquí.

la verdad es que no quería salirme, el agua estaba calentita y era un desperdicio de agua, ya que SeHun la llenó mucho.

Me eché el shampoo y luego el acondicionador. Recordaba este acondicionador.

Siempre quise uno de estos, pero eran muy caros. Lo mejor de todo era el olor a fruta que quedaba luego.

¡Mi pelo quedaría muy suave!

Ya había terminado de bañarme, pero no quería llamar a SeHun... Para eso tendría que entrar al baño, que en verdad era bastante grande. La tina era lo más alejado a la puerta.

Fui un idiota al tirar la toalla lejos.

¿Y si se burlaba de mi cuerpo?

—¡SeHun!

—¡¿Sí?!-se escuchaba al otro lado del baño.

¿SeHun había estado al otro lado de la puerta todo el tiempo? Parecía como si le hubiera dado un gran susto.

Abrió un poco la puerta sin asomarse.

—SeHun, necesito vestirme

—¡Enseguida!

Escuché sus pasos alejarse y luego volver.

—JunMyeon...

—¿Sí?

—Tengo que entrar

Rodeé mis piernas con mis brazos enseguida y me tapé hasta donde pude para luego decirle que pasara. Esto era realmente... Incómodo.

—Pasa...

Entró mirando la cerámica del baño al principio, con prendas en sus manos.

Luego me miró. Mis mejillas se pusieron enseguida calientes y quería desaparecer. SeHun no decía nada.

¡¿Por qué no decía nada?!

Sus ojos estaban pegados en mí y estaba muy serio, me observó de arriba a abajo y me sentí toltamente humillado. Debía estar riéndose en sus adentros.