-Estás loco.
-Vamos, Kit-Kat. Quiero ayudarte y no quiero que vuelvas con ese imbécil. Tan solo llama a tu tía, dile que estás haciendo un proyecto con una amiga y que dormirás en su casa.
-Querrá hablar con ella.
-Natalie es muy buena en las imitaciones.
-Bien. ¿Y qué hay de tus padres?
-A mi papá no le interesa y mamá no tendrá problema mientras no durmamos en la misma cama, además, podría enseñarte matemáticas toda la noche si deseas.
-No lo sé...- crucé los brazos y después de unos segundos, resoplé-. De acuerdo, me quedaré contigo.
-Genial.
-Pero primero debo ir a la biblioteca.
-Para serte franco, dudo que te puedas trabajar así, Kat. Estás cojeando.
-Si puedo.
-No, no puedes. Vamos a casa, estacioné mi auto cerca.
-Está bien.
Ambos caminamos un par de calles y luego, subimos al auto plateado de Sam. Durante todo el camino, me quedé mirando la ventana pero cuando vi a unos niños jugando con la nieve, recordé a Tommy e hice que Sam se detuviera.
-Mi hermano- abrí la puerta y Sam frenó-. Debo ver cómo está. Tu ve adelantándote a tu casa.
-Kat, cierra la puerta. Puedo doblar en U y pasar por ahí.
-¿En serio? ¿No estamos ya en tu casa?
-No.
Cerré la puerta y Sam cambió de dirección hacia el edificio de tía Mel, y al llegar, se metió por el callejón y apagó el motor ahí.
-Te acompaño- me dijo él bajando al igual que yo y los dos nos metimos por la ventana de mi habitación tal espías.
-Pat debe estar tomando su siesta de media tarde, pero de todas maneras, vigila el pasillo- le indiqué a Sam entre susurros y él asintió.
Me dirigí a la habitación de mi hermano de puntitas y al entrar, lo vi recostado en su cama mirando a la nada, y al verme, corrió a abrazarme.
-¿Estás herido? ¿Pat te hizo algo?- le pregunté y él negó con la cabeza-. Escucha, hoy no me quedaré aquí. Quiero que estés con tía Mel en todo momento, ¿sí? Volveré mañana.
Tommy volvió a abrazarme y por las señas que me hacía Sam desde la puerta, tuve que separarme de él. Salí de su habitación, me metí a la mía y cogí un bolso de mi armario para meter algo de ropa.
-Rápido, Kat. Acabo de escuchar un cucharon caer desde la cocina.
-Listo. Vamos.
Ambos salimos del edificio de tía Mel y nos encaminamos a la casa de Sam, y al llegar, la que nos abrió la puerta fue su mama quien al vernos juntos, sonrió.
-Veo que se llevan mejor. Me alegra- dijo ella y tanto Sam como yo asentimos.
-Kat y yo tenemos un proyecto de ciencias juntos- le dijo él.
-¿Proyecto de ciencias? Pero si no están programados hasta enero.
-¿Acaso dije ciencias? Quise decir matemáticas- Sam besó su mejilla-. Hoy luces guapísima, mamá.
-Adelante- ella nos dejó pasar no muy convencida y Sam me llevó a su habitación.
Ya ahí, le gritó a Natalie que viniera y ella no tardó en entrar al par de segundos saltando animadamente.