Cuidando a los Brinley TERMINADA.

Capítulo 3

―¿Qué haces aquí? ―preguntó Ruggero bajando de las escaleras.

―Vengo a buscarte para dar una vuelta, osito―sonrió la colorada. Sí, es colorada. Raro que no es rubia, como en todas las novelas que leo por internet. Siempre las malas son rubias.

―Llevate a Kira, Karol―me pidió el pelinegro con una voz demasiado grave, tanto que da miedo.

Yo asentí y la lleve a la cocina.
Oh oh, ahora comenzará el escándalo.

Y comenzaron ambos comenzaron a gritar varias cosas, las cuales yo ni la bebé tendrían que escuchar. La bebé porque es una bebé, y yo porque era algo privado.
Salí de la casa junto a Kira en brazos hacia el jardín. Wow, que gran jardín que es. Es muy grande, verde y se nota que esta cuidado.
Nos sentamos en el suelo con Kira y la comencé a ver con mas determinación. Es una niña bastante linda, y tierna. Aunque se haga popo por todos lados. Yo solo tengo un hermano mayor que ahora no vive en la ciudad, pero prácticamente soy hija única. Pero me encantaría tener una hermana menor.
Es una princesa, eso era.
Comencé a pensar en otra cosa... ¿Qué Ruggero no es un Brinley? Digo, que yo sepa es un Brinley... ¿porque la zorra colorada esa dijo que no lo era? Raro.

―Lo siento―escuché una voz a mis espaldas, volteé y me encontré con Ruggero. Hablando de roma... el gruñón se asoma.
Okay, eso no pegó.

―¿Por? ―pregunté.

―Por lo que tuviste que presenciar y soportar recién―se miró las manos, yo me puse de pie junto a Kira.

―Oh, no te preocupes. A menudo tengo que soportar zorras despechadas con ganas de coger. ―asentí y él rió.

―Que modesta―sonrió. Oh por dios, esa sonrisa es lo más lindo que ví en mi vida. No Karol, ¡NO! Concentrate en la charla.

―Sí, perdón―contesté avergonzada.

―Pero lo pasé a eso desde que tengo 11 años, asi que no te preocupes. ―asentí.

―¿Por qué? ―preguntó confundido.

―Cuando tienes un hermano que en la adolescencia fue un regalado y mujeriego pasas por esas cosas... ―mordí mi labio inferior.

―Oh, te entiendo. Es lo que nos sucede con Bryan. Lo queremos hacer cambiar pero no nos escucha.

―¿Bryan es un mujeriego? ―pregunté sorprendida.

―Sí, lamentablemente sí―contestó metiendo sus manos en sus bolsillos.

―Oh, que lindo―dije sascarticamente. También tendre que soportar a varias putas más. Ni que se le ocurra a ese adolescente hormonal tocarme porque le pego con una regla por la cabeza.

―Lo sé―rió.

―Bueno, umm... iré a pedir la pizza―contesté.

―¿Me la das? ―preguntó él refiriéndose a Kira.

―Claro―sonreí entregándosela.

―Hola princesa, ¿Cómo andas? ―le dijo a la bebé con una voz muy tierna. Awwww, que ternura que son. La niña rió y yo sonreí enternecida.
Salí de allí y antes de entrar a la casa le pregunté: ―¿Quieres con peperoni la pizza? ―y él asintió.

(...)

Apagué la alarma de mi celular casi tirando el celular por la ventana. Traté de levantarme y escuché movimiento en la casa. Al tratar de levantarme casi me caigo al suelo por enredarme con las sabanas, pero como soy inteligente no me caí, CASI ME CAIGO. CASI.
Me dirigí al baño ya vestida y me lavé la cara, al mirarme al espejo noté que estaba más despeinada de lo normal. Yei, voy a tardar dos horas en peinarme. Tomé el peine y comencé a peinarme, luego de diez minutos logré alizar totalmente y perfectamente una mitad del cabello, ya me dolía la mano. Ahora falta otra mitad. Escuché un ruido y salí corriendo del baño con el peine en mano.
Bajé a la planta baja y escuché ruido en la cocina.

―Ash―escuché resongar a Kurt.

―¿Qué fue eso? ―pregunté, estaban todos los hermanos desayunando.

―Se le cayó una taza a Kurt―contestó Lea pegándole una mordisca a la tostada.

―Raro que no se rompió― Kurt guardó la taza en una alacena.

―Y... ¿Quién les hizo el desayuno? ―pregunté.

―Yo―contestó cortante Ruggero.

―Oh, no sabía que se levantaban a las 8 am en vacaciones. ―sonreí haciendo una mueca mientras me sentaba.

―No te preocupes, estamos acostumbrados. ―dijo Bryan el cual ahora noto que está en bóxers pero con una remera gracias a dios.

―Ammm.... ¿Karol? ―preguntó Lea.

―¿Sí?

―Tu... cabello―hizo como unas señas sobre su cabeza. Me miré en la pantalla del celular de ella y sí, mitad del cabello peinada, mitad del cabello no.
Kira rió.

―Oh dios―contesté y salí corriendo al baño.

Y escuché unas risas de ellos.

―pequeña familia rara―murmuré luchando con mi pelo, pero de pequeña aquella familia no tenía nada.

―Oye, ¿Qué piensas de la marihuana? ―preguntó Bryan entrando por la puerta del baño, sin permiso.

―¡Oye! ¿No sabes el tocar la puerta y más que nada en el baño cuando hay una mujer dentro? Mirá si yo justo estaba desnuda bañándome o haciendo pipi... ―dije enojada.

―Verte desnuda no me importaría, créeme ―levantó una ceja y rió, yo abrí mi boca sorprendida y furiosa―ahora responde mi pregunta.

―¡Ni se te ocurra probar la marihuana! ―grité―¡Ni cualquier otro tipo de droga!

―¡Ni en pedo tomo droga Karol! Solo vine a preguntarte eso porque no se me ocurría otra cosa y Ruggero me dio 30 dólares para que venga y te pregunte algo―dijo y se fue.

¿Eh? Terminé de peinarme y bajé nuevamente a la planta baja.

―¡TERMINAMOS! ―gritó una chica que no conocía saliendo de la casa poniendo un portazo.

¡MIERDA! ¡ESTA FAMILIA CADA VEZ ES MÁS RARA!

―¿Y eso fue? ―pregunté.

―Al parecer me quede sin mejor amiga. ―murmuró Bryan confundido―Oye, esto no se queda así―agregó, abrió la puerta y allí estaba la chica, la tomo del brazo―¡No terminamos nada! ―exclamó.

―¡Me enteré de que en vez de ir a mi casa fuiste por comida y de allí te fuiste con una chica! ¡Te entiendo lo de la chica ¿pero que me cambies por comida?! ¡ESO NO TE LO PERDONO! ¡AMAS MÁS LA COMIDA QUE A MÍ! ―fingió que lloraba.

Cada vez entiendo menos.

―¡Fui a buscar comida para ti! Y luego me crucé con una linda chica y bueno... ¡Pero la comida es para ti! ―exclamó él.

―Aww... ¿En serio? ¿Cómo sabes que amo la comida? ―preguntó ella.

―Porque te conozco, y te quiero mucho―sonrió Bryan.

―¿En serio? ¡VOLVEMOS! ―la chica lo abrazó y ambos sonrieron.

―¡TODOS USTEDES SON UNA FAMILIA DE LOCOS! ―grité tomando a Kira en brazos y llevándola a cambiarle el pañal―Vamos Kira, eres la que medianamente está mas cuerda. ―le dije y salimos de allí.