Cuidando a los Brinley TERMINADA.

Capítulo 10

―¡Que Ruggero juegue contra Karol! ¡Él también sabe jugar al soccer! ―exclamó Lea saltando feliz.

Miré a Ruggero y él levantó la cabeza del libro y miró nervioso.

―Estoy ocupado monita, leyendo este libro―sonrió él.

―¡Bien que veías el partido recién! ―lo dejó en evidencia ella. Lo tomó de la mano y lo jaló―Vamos―dijo haciendo fuerza y él se levanto.

―Okay. Pero uno corto―contestó serio.

Se puso frente a mí y me vió fijamente a los ojos. Que juego lindo que va a ser este.

Y así es como se termina en el hospital, con un brazo roto, un ojo morado, la pelota pinchada, un mordiscon en un trasero, empapados, y un perro desconocido y no tierno. Si le acariciabas, te mordía. O pregúntenle a Bryan.

―Ay ay ay―se quejó Bryan sentandose lentamente en el sofá, con ayuda de Lea, y una almohada atada a su trasero.

Cerré la puerta con el hielo en mi ojo y ayudando a Ruggero.

―No se puede jugar al futbol con ustedes ―se quejó Kurt.

―A ti al menos no te pasó nada―contestó Lea sentandose en el sillón chiquito, tapada con una toalla, totalmente mojada ella. Por cierto.

―Oh sí me pasó, casi se me cae la cámara mientras filmaba tu caída a la fuente de agua―contestó Kurt riendo.

―Kurt―lo regañé y él se callo.

―Me voy a mi habitación―murmuró enojado y serio Ruggero.

―¿Te ayudo? ―pregunté haciendo una mueca y él negó con la cabeza, subiendo las escaleras.

―Todavía que tiene un humor de perros, va a estar más amargado aun con el brazo quebrado―acotó Bryan.

―Bryan―alargué, también regañándolo.

―¿Qué? ―preguntó inocente―es verdad. ―se encogió de hombros―Ayy―gimió del dolor y se movió un poquito―es horrible que te muerdan el trasero―llorisqueó.

―Que te peguen con una pelota de tenis tampoco es lindo―murmuré sentándome al lado de Bryan.

―Yo sabía que servía de algo tener un trébol de cuatro hojas en mi bolsillo. ―nos guiño el ojo y todos los demás lo miramos con cara de querer matarlo. Y sí, yo quería matarlo... pero iría a la cárcel y aun debo conocer a mi escritora favorita en Wattpad. Así que por ahora... no puedo hacer nada.

―Oigan, es raro que Kira no se este riendo de nosotros―sonrió de lado Lea. La miré sorprendida y ella se dio de cuenta de algo, así que se puso estatica. Todos nos dimos cuenta de eso. Nos fijamos en toda la sala y...

―Kira―murmuré.

―¿Dónde está Kira? ―preguntó alarmado Bryan.

―¡Kurt la debía traer! ―exclamó Lea.

―¡No! A mi me estaban tomando la declaración por lo de la viejita esa―gritó él.

―Tenemos que encontrarla―grite alarmada.

Todos salimos corriendo de la casa, mientras que Bryan decía muchos "ay, ayy... auu, au au..." ya que le dolía el trasero.

―Si sigo así me voy a quedar sin este lindo trasero y voy a dejar de co...

―sh―lo callé interrumpiendo a Bryan. Nos metimos a un taxi.

―¿A dónde? ―preguntó el taxista.