O n c e

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Habían pasado semanas desde el incidente de Han, ¡Había tocado mis pechos! ¿Cómo se atrevió? Lo que me alegraba era no haberlo vuelto a ver desde entonces, pero también me preocupaba.

Han era tan tonto que no sabía preparar algo de cena que no fuera el ramen del supermercado de la vuelta de la esquina. Aunque yo no debo decir mucho, también había descuidado mucho mi comida y solo compraba chatarra, pero desde que Han había empezado a visitarme frecuentaba más en la cocina y mis dotes culinarios habían salido a flote.

Me sentía extraña. Sin Han, todo era terrible. Si, había dependido tanto de su compañía que no podía soportar la soledad, no, ya no más, ya no podía. Pero no quería salir a buscarlo, eso lastimaría mi orgullo.

«Pero lo necesito», era irritante tener una vocesita en mi cabeza que me decía lo mucho que necesitaba tener a Han junto a m, sentir su calor, impregnarme de su aroma tan varonil de cigarrillos y desodorante. «Ve por él».

No me debatí más y salí corriendo de mi departamento en busca de Han. Cuando estuve frente a la puerta de su departamento, levanté mi mano diestra para tocar la puerta, pero estaba abierta. Eso me pareció extraño, pero aún así entré.

En el interior todo estaba destruído. Su cama, los gaveteros estaban en el suelo, el armario y toda su ropa estaba esparcida por todo el suelo, la cocina estaba estropeada, trastes y ollas sucias y oxidada; todo era un desastre. Pero, sentí que no estaba sola. Cuando ví dos hombres salir del baño con ropas negras y lentes de sol negros, me aterré, ¿Quiénes eran ellos?

— ¿Quie- quiénes son ustedes? — Totalmente aterrada de las personas frente a mi, intenté tomar la lámpara que estaba junto a mí en una mesa. Sabía que nada de esto estaba bien.

— ¿Ella no es la chica de Han? — Ignorando mi pregunta, uno de ellos me señaló y él otro solo asintió en respuesta.

Estaba temblando, ¿quiénes eran ellos? ¿que hacían en el departamento de Han?, pero la verdadera pregunta era; ¿dónde estaba Han?

— Llamaré a la policía si no se van ahora mismo. — Intenté ser más firme. Pero al parecer ni ellos, ni yo, me la había creído.

Ambos sujetos asintieron y caminaron hacia mi a paso rápido. Y como tenía planeado, tomé la lámpara y se la lancé al que parecía el más fuerte de los dos. Salí corriendo del departamento de Han, tenía que correr e ir lejos de ellos a como diera lugar. Pero antes de llegar a la puerta del departamento del pelirrojo desaparecido, el otro sujeto me tomo del brazo impidiéndome huir.

Y lo siguiente que ví fue una foto de Han en suelo en un porta retratos con el vidrio roto, para finalmente, perder la conciencia.




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