3. Dragon slayer

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Lucy

Luego de cortar con brusquedad el tema de Fairy tail continuamos hablando un poco. No puedo negar que incluso llegué a reírme con él. END resultó ser un sujeto bastante agradable, aunque al principio me haya dado una impresión completamente distinta. No puedo creer lo que estoy diciendo ¿El demonio más poderoso de Zeref alguien agradable? Aquí hay algo mal, o tal vez yo sea la que esté mal.

—Mira, estoy algo cansada, así que creo que me iré—. No intento buscar una excusa, realmente estoy agotada.

—¿Vas a volver? — pregunta con un gesto angustiado.

—Supongo que, si la puerta no desaparece de nuevo, lo haré— aunque no debería... pero diría que hasta me siento mal por él cuando pone esa cara, se ve tan triste.

Y así pasaron varios días, no puedo negar que es divertido estar con él de hecho, cada vez parece más alegre y esa sensación de peligro que estaba al principio se desvanece gradualmente, lo cual me motiva a regresar el día siguiente. Por otro lado, debo estar loca por estar haciéndole favores a un demonio. A pesar de que no parezca tan malo y a veces pueda llegar a ser dulce, no deja de ser lo que es. No sé qué es peor, si lo haya pedido de forma tan inocente o que yo lo haya aceptado.

—Entonces ¿Te importaría traer algo contigo la próxima vez? Espero no sea mucho pedir.

Sigo sin terminar de comprender por qué querría que le lleve una antorcha con fuego. Sin embargo, aquella sonrisa que puso en cuanto acepté me hace pensar que no puede ser nada malo, es decir, realmente parecía una sonrisa sincera de felicidad.

En cualquier caso, aquí estoy, caminando por el pasillo hacia el cuarto donde está END, con una antorcha en la mano. Al final, la puerta sí había desaparecido casi un minuto después de irme, sin embargo, apareció nuevamente al caer la noche.

—Hola, Lucy— me recibe con una amplia sonrisa, pegado al extraño espejo, no puedo evitar notar cómo mueve su cola de un lado a otro como si fuera un perro. —¿Tienes lo que te pedí?

—Sí, aquí está— respondo, insegura. —¿Pero para qué quieres esto?

—Lo sabrás dentro de poco— dice sin quitar su sonrisa. —¿Ves ese soporte en el muro? — pregunta, luego de mirar en la dirección que apuntó asiento y vuelvo a verlo, entonces continúa. —Deja la antorcha allí. Quiero intentar una cosa.

¿Realmente debería hacer esto? ¿Qué pasa si todo esto es solo una trampa? ¿Y si termino liberándolo de alguna forma?... Aunque, realmente eso no suena tan mal... ¿Qué estoy pensando? Claro que sería malo liberar a un demonio.

—¿Lucy? — su voz suave y tranquila me saca de mis pensamientos. —¿Está todo bien?

—Sí, solo estoy algo pensativa hoy— respondo antes de dirigirme al lugar antes mencionado, para dejar la antorcha allí. Con las manos algo temblorosas, finalmente la pongo allí.

Justo en el momento en que la suelto, aparece su reflejo del otro lado, en eso, el demonio frente a mí esboza una sonrisa.

—Perfecto— murmura para él mismo, lo suficientemente fuerte para que yo lo escuche. —Gracias, Lucy— me dice, ensanchando su sonrisa.

—¿Entonces para qué era que...? — me quedo sin palabras a mitad de la pregunta cuando veo que está comiendo el fuego, literalmente. Siento que, si abro más la boca, la parte de abajo va a terminar desprendiéndose, había pensado muchas cosas, pero ¿Esto?

No deben haber pasado más de cinco segundos y el fuego ha desaparecido por completo a ambos lados del espejo.

—Ah, estaba muriendo de hambre— suspira, dándose una palmada en el estómago. Yo, por mi parte, sigo sin palabras.

El Regreso Del DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora