― Perdone.
El mismo chico de antes, el cual había subido junto a mí al autobús, me estaba dando unas suaves palmaditas en el hombro; porqué sí, me había quedado dormido.
― Creo que ha llegado a su destino.
Miró la ventana, acto que copié y ciertamente estaba en mi parada.
― Mph ―contesté.
Me levanté del asiento que había cogido y fui directo a la entrada del instituto.
Mi amigo YoonGi me estaba esperando, con una cara de pocos amigos, bien... La de todos los días. Y por miedo intente ir más deprisa, pero mis piernas se negaban a ir con Lucifer y entrar en los aposentos del Diablo.
― Hey ―saludé tranquilo, esperando que no me dañara por haber llegado tarde, cosa que me sucedía habitualmente.
― Llegas tarde, inútil.
Lo miré molesto. Sabía perfectamente que llegaba un pelín tarde, porqué no había casi nadie en la puerta, solo dos pringados discutiendo (nosotros dos).
― No me había fijado, idiota.
YoonGi bufó y volvió a recostarse contra la pared. Imité su gesto y miré en la dirección contraria.
Y no, no es lo que parece. No somos tan tontos como para quedarnos todo el día ahí, claramente esperábamos a alguien.
― Oye, ¿quieres escuchar un dato curioso? ―se giró hacia mí, olvidando el pequeño enfado de hace un momento.
Volteé hacia él, esperando por su "dato curioso".
― NamJoon ya está adentro haciendo clases.
― ¡¿Acaso eres idiota?! ¡Debiste decir eso antes!
Y en ese instante, gracias a mi buena suerte, el timbre anunciando que ya era hora de empezar las clases sonó.
Lo agarré del brazo y tiré de él con todas mis fuerzas hasta nuestra aula. No me importaron sus quejas o los insultos hacia mi persona, simplemente quería llegar puntual. Porqué en el primer día de clase llegar quince minutos tarde no era muy bueno.
Cuando llegamos abrí la puerta silenciosamente, sin querer llamar la atención del profesor. Casi me había sentado en mi pupitre, sin ser visto por el profesor, pero alguien le importó una mierda mi esfuerzo.
Mi "amigo" Min YoonGi, entró haciendo un horrible escándalo. Dio unos grandes pisotones y arrastró su silla con cansancio, haciendo un estruendoso ruido.
― Muchas gracias genio.
El profesor se giró y con un semblante terrorífico y una tiza en su mano, nos observó a los dos.
"Espero que no me la tire a la cara, mejor a YoonGi".
― Buenos días profe...
― Serán buenas tardes, porqué con la hora que llegáis ―cruzó sus brazos y empezó a mover la pierna nerviosamente, esperando una disculpa de nuestra parte.
Y antes de contestar con una disculpa, como un buen alumno, el estúpido de YoonGi se me avanzó.
― Lo sentimos, pensábamos que empezaban mañana las clases ― se excusó e hizo una pequeña reverencia de disculpa.
Y el idiota, para rematar, se giró disimuladamente hacia mí y me sonrió, sintiéndose triunfal por su respuesta. El profesor rodó los ojos, al igual que yo, y se giró para volver a escribir en la pizarra no-se-qué cosa, ignorándonos.
Antes de que se le ocurriera mandarme a dirección o algo parecido, me senté al lado del mismo chico de esta mañana, sí, ese extraño que me preguntó si estaba esperando al autobús en la parada de bus.
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La teoría del color ➸ Vkook
Fanfiction❝Salvame, resacatame, ya que este es mi final, mi último pensamiento antes de que llegue mi hora. Recuerda mi último suspiro, recuerdame como alguna vez dijiste pensar de mi. Y perdoname por todos los errores que cometí, debí reconocer en ese instan...