XII

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Abrí el paquete de tabaco, escuchando a los pocos niños que aún estaban jugando por las calles felizmente junto con sus padres.

Sonreí amargamente al recordar mi niñez. Recordar la primera vez que mi padre decidió empezar a apostar; cuando, con gran temor, le pedía a mi madre que me arropase y mirase debajo de la cama, por si había monstruos; la primera vez que papá se enfadó por perder una gran apuesta o cuando entendí que él nunca regresaría otra vez a casa, simplemente porqué se había marchado.

Encendí con desdén el cigarro, colocándolo entre los dedos índice y corazón. Le di una pequeña calada mientras me alejaba de esos niños, dejando atrás también esos pensamientos, acallándolos una vez más.

Caminé unas cuantas millas, sin saber hacia dónde me dirigía, con solo mis pies como guías.

No sabía exactamente a dónde ir a altas horas de la noche sin molestar a ninguno de mis dos amigos. YoonGi vivía solo, sí, pero de seguro dormía y no me dejaría entrar ni muerto a su casa. NamJoon, en cambio, sí que me dejaría, pero sus padres no, así que decidí obviar a mis dos únicos amigos, tomando mejor la idea de ir al bar más cercano que había.

[...]

Decidí adentrarme a un bar con un gran cartel luminoso que desde un principio había captado mi atención, "Woozi's" marcaban las destellantes luces que no dejaban de parpadear una y otra vez.

Pedí una cerveza con el poco dinero que tenía a un chico un tanto menudo, el cual me recordaba ligeramente a YoonGi con ese serio rostro. Sinceramente me lo gasté todo, ya no tenía nada con lo que volver a casa excepto mis piernas, claro.

Tomé la cerveza, saliendo del bar, el cual estaba ya cerrando. Anduve un poco más por las calles, en verdad no deseaba volver a casa, pero, ¿qué podía hacer más? No tenía otro lugar en el que poder refugiarme, a menos que decidiese dormir en la calle, pero a decir verdad no tenía tanto orgullo como para hacer tal cosa.

Con resignación, decidí volver a casa, sabiendo que me encontraría a mi hermana y a mi madre.

No obstante, antes de cruzar la calle, unos brazos rodearon mi cintura, sorprendiéndome gratamente.

― ¡Mi héroe! ―separó nuestros cuerpos, quedándonos a centímetros él y yo, simplemente para ensanchar su sonrisa cuando nuestras miradas se cruzaron por una milésima de segundo antes de que yo despegase la mirada―. Nos volvemos a ver, esto debe ser el destino, de seguro.

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¡Nuevo personaje!

¿Qué querrá decir Jimin con que Tae es su héroe 🤨? Lo veremos en siguientes capítulos :v.

La teoría del color ➸ VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora