XVI

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Grité con toda la fuerza que guardaba dentro de mí en medio del cuadrilátero con, quizá, cientos de hombres llenos de puro coraje por haber estropeado su única diversión. Como me llegaba temiendo desde mi recorrido hacia ahí, de inmediato comenzaron a abuchearme y tirar lo que sea que tenían en las manos.

Esquivé lo que parecía ser una lata de coca cola y llené de aire mis pulmones, dándome ni aunque fuera un poco de valor para poder continuar.

― ¡¿Vosotros os hacéis llamar hombres, quienes se divierten viendo a dos adolescentes pelear hasta quedarse inconscientes?! ―los abucheos cesaron para dar paso a pura vergüenza en sus repulsivas miradas―. ¡Más que asco siento pena por vosotros, de vez en cuando deberíais mirar un espejo y ver en los seres tan repugnantes que os habéis vuelto!

Caminé en dirección a Jungkook, necesitaba llevármelo de inmediato de este detestable lugar, además, quería que me respondiera unas cuentas preguntas antes, como, por ejemplo, qué cojones hacía un bebé en un sitio de mala muerte como este.

Tenía un mirar asustadizo, me recordaba a un conejito frunciendo una y otra vez la nariz con su pálido y sudoroso rostro por casi haber sido parte de una pelea. Sus manos estaban hechas puños, mucho más cuando me acerqué a él con buenas intenciones, aunque no lo culpaba, en su situación hubiera hecho lo mismo.

Quedamos frente a frente, sin yo poder llegar a escuchar al resto de personas a nuestro alrededor chillando, o lo que mierdas hicieran, porque lo único que podía hacer en esos instantes era perderme dentro de esas dos grandes perlas.

― Tranquilo, estoy aquí ―le susurré sonriendo de lado.

― Tae... ―algunas lágrimas caían por sus mejillas mientras alzaba sus brazos para rodear mi cuello y unirnos en un abrazo que ni muerto le negaría.

― Ya está, todo estará bien, ¿sí? ―ceñí aún más, si era posible, mi agarre en su cintura al descubierto―. Haz lo que te diga y podrás salir de aquí ileso.

Asintió, separándose de mí. Hubiera deseado mantenerlo por un poco más, pero no aquí con tanta gente deseosa de asesinar a alguno de los dos o, directamente, a ambos.

Corrí para coger el micro que estaba detrás de Jungkook e hice todo lo posible porque que mi voz saliera más o menos estable, sentía que mi corazón iba a mil por hora en esos momentos, pero por suerte tenía a mi mejor amigo detrás de mí para apoyarme aun si esto iba a ser una locura.

― Bien, Yoongi, ¿qué tal si tú ahora lo dices...? ―giré mi cabeza un poco, esperando ver al que era mi mejor amigo, pero solo viendo al contrincante de Jungkook cruzado de brazos y frunciendo el ceño―. Maldito inútil ―maldecí entre dientes viéndolo detrás de toda la masa de personas, sonriendo ladinamente mientras poniendose la capuch, yendose a los vestidores. Casparreé intentando volver a encontrar mi voz al ver que todo el mundo esperaba a que me muriese o algo y pudieran continuar los combates. "Taehyung, solo piensa que están desnudos" me decía a mí mismo―. ¡Si tanto queréis una maldita pelea, bien, lo haré yo mismo!

Ni siquiera yo sabía en dónde me había metido en aquellos momentos.

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Primero que todo, MUCHAS GRACIAS POR TODO,  ¡HEMOS LLEGADO A LOS 4K!

De verdad que no tengo palabras para expresar lo feliz que soy ahora mismo, así que ahí va un capitulo, espero que os guste uwu

Yyyyyyy, este cap va dedicado a: Ereri-Naeroby , muchas gracias por comentar y darle amor a esta historia uwu (si quereis que os dedique cap dejadlo aquí :D)

La teoría del color ➸ VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora