CAPITULO 6: EL CORRER DEL TIEMPO

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Habían pasado más o menos seis meses que el pequeño Yuuri había nacido, como ya bien lo sabía el albino el pequeño crecía aceleradamente pues era mucho más grande de su edad real, pero eso ya lo sabía el desde un principio, todo era un poco más complicado, pero Viktor estaba conforme.

Siempre había escuchado de la propia boca de Yuuri como había sido cuando el estaba pequeño, y lo conocía al menos en fotos pues Yuuri no tenía familia y la que había tenido lo había abandonado dejándolo a su suerte, pero esta vez él lo tenía entre sus brazos y lo cuidaría hasta que llegara el momento adecuado.

Viktor estaba en su laboratorio arreglando algunas cosas que aún estaban fuera de lugar y guardando aquellos papeles tan importantes que quería tener en secreto, ya que a partir de ese momento tendría todo su tiempo ocupado por lo que le costaría mucho trabajo volver a ese lugar tan seguido y sobre todo querías mantener ese lugar privado del pequeño Yuuri.

Ahora comprendía el trabajo y el tiempo que requería y exigía un niño, por supuesto que estaba más que feliz con aquel pequeño ser que crecía rápidamente y que cada vez lo acercaba un poco más a su Yuuri. Aquel chico de cabellos plata sonrió melancólicamente se giró a mirar la cámara de conservación, se acercó a admirar a Yuuri y el tiempo se detuvo en su bella sonrisa, conteniendo las ganas de llorar de nueva cuenta le sonrió y se agacho a acomodar la temperatura por última vez poso su mano sobre el frio cristal acariciándolo y decidido se dirigió a la puerta, mientras le ponía llave a ese cuarto sellando cada uno de los secretos que se encontraban ahí, su cabeza aún pensaba en Yuuri, en todo lo que habían pasado y todo lo que le había faltado por vivir, aún estaba ahí dormido, aun no estaba a su lado y lo anhelaba, miro el piso con melancolía y se recargo en la puerta queriendo regresar y pedirle perdón a su moreno, perdón por lo que iba a hacer, porque lo pensaba abandonar en ese cuarto oscuro por siempre, de pronto escucho un gran llanto de la planta alta, lo cual hizo que regresara a la realidad y soltara as llaves que por accidente cayeron por un una rendija del laboratorio, intento meter sus dedos para recuperarlas sin embargo el llanto se hacía más fuerte y tuvo que desistir en la idea y subir corriendo para hacerse cargo del pequeño.

Al subir encontró al pequeño Yuuri acostado en la cama llorando, habían pasado tres meses y ese bebé era mucho más grande de lo que su edad decía... Pero el pequeño seguiría creciendo con una velocidad acelerada hasta los 20 años que era la edad que se conocía genéticamente...

- ¿Qué te pasa pequeñín? - dijo Viktor cargando a ese pequeño humano que segundos antes lloraba imparablemente, pero al sentir el calor que Viktor le ofrecía dejo de llorar al instante y se acurruco en su pecho, a lo que Viktor sonrió de ternura.

- ¿Qué te pasa pequeñín? - dijo Viktor cargando a ese pequeño humano que segundos antes lloraba imparablemente, pero al sentir el calor que Viktor le ofrecía dejo de llorar al instante y se acurruco en su pecho, a lo que Viktor sonrió de ternura

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El tiempo continuaba su curso dos años habían pasado y el pequeño que crecía desmedidamente aparentaba la edad de cinco años, cinco años y era completamente igual a cualquier niño de esa edad.

-Yuuri... - Hablaba cansado Viktor - ¿Dónde estás? - Pregunto con medio cuerpo dentro buscando bajo una cama

- ¡Déjame en paz Viktor! - grito un pequeño metido hasta el fondo de aquella cama con lágrimas en los ojos haciendo un gran berrinche.

Solo por ti *Victuri*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora