Un hombre enamorado es capaz de hacer cualquier cosa por la persona que ama y mas cuando su vida corre peligro.
El amor es un arma de doble filo y Viktor lo descubre poco a poco cuando sus esfuerzos por salvar a su amado se ven rotos con su fallecim...
Yuuri estaba entrando en un ataque de nervios al ver su anillo perdido en lo profundo del ducto de ventilación.
- ¿Qué voy a hacer? - Grito y se levanto corriendo por el pasillo.
Makkachin corría detrás de él muy animado pensando que estaban jugando, pero no, Yuuri estaba en medio de un colapso.
- Piensa Yuuri... Piensa- se comenzó a golpear la cabeza con ambas manos.
Regreso al lugar donde estaba atrapado su anillo, se agachó hasta el piso y se asomo entre las diminutas rejillas, pero no podía ver nada, se levantó rápidamente y corrió al cajón de la cocina donde estaban los objetos "peligrosos y de emergencia" según Viktor, pero como lo supuso el japones no estaban las pinzas que quería encontrar y el cajón estaba atascado de cosas que no eran peligrosas ni nada que lo pudiera salvar de una emergencia, o sea, si alguien entraba a su casa a robar ¿Le iba a aventar un plátano de plástico? O si se estaba desangrado ¿Se iba a comer el dulce rancio que no quiso tirar el albino porque dijo que lo comería después?
Viktor era el hombre más desordenado del mundo.
Comenzó a sacar las cosas de aquel cajón y encontró una lámpara, regreso corriendo y volvió a agacharse ahora iluminando el ducto y pudo ver cómo brillaba su preciado anillo.
- Tranquilo bebé, te sacaré de ahí - grito fuertemente para intentar calmar su estado de paranoia.
Los nervios del japones habían descendido un poco pues su cabeza había trabajado tan rápido que incluso pensaba que su anillo había caído por uno de los orificios de la ventilación hasta caer a la alcantarilla y que ya estaba en la coladera del pueblo y tendría que ir a buscarlo hasta ahí, pero no, gracias a Dios no.
"Ok, ok, ahí esta el anillo solo debo sacarlo de algún modo" Pensaba en voz alta el chico y se quedó estático por algunos segundos.
"¡Maldita sea... No se me ocurre nada! ¿Por qué soy tan tonto?" Comenzó a reprocharse, mientras comenzaba otro episodio de ansiedad, Makkachin simplemente se limitaba a mirarlo sin entender, hasta que pronto dió un ladrido muy fuerte, haciendo volver a la realidad a Yuuri.
"¡Exacto!" Sonrió casi psicóticamente "¿Como no lo pensé antes, gracias Makkachin" Acarició la cabeza de su peludo amigo y corrió a su alcoba.
Día: XX Mes: XX Año: XXXX
Lugar: Habitación principal de la residenciaNikiforov
10:58 AM.
Se dirigió a su mesita de noche y tomó su celular, si, Yuuri pensaba buscar en San Google un tutorial de cómo sacar un anillo de una rejilla de ventilación.
Yuuri tecleo rápidamente su inquietud en su smartphone y comenzó a leer.
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