CAPITULO 16: ESPIRAL

209 26 14
                                    


El escenario era tan desastroso casi tanto como la cabeza del albino, la casa estaba sola, no tenia una pizca de luz, no había la calidez que siempre emanaba ese lugar, las luces estaban apagadas, no había sonidos, ni el olor a comida recién hecha, no había nada, solo estaba Viktor y esa cámara de conservación en aquel polvoriento cuarto.


¿Cuanto tiempo había pasado desde que el japones había salido corriendo de ese lugar?


Se preguntaba Viktor quien se había dejado caer al suelo, estaba sentado recargado en ese artefacto frió, con la mirada perdida en algún punto fijo de la pared, no recordaba aquel dolor tan fuerte que le causaba hablar sobre Yuuri y no podía asimilar el hecho que hace unas horas estaba ahí parado con el, pero ahora estaba solo con un cuerpo inerte , eso lo había descolocado .


"Te extraño"


Habia dicho al ver a ese nipon dormido y es que... En verdad lo extrañaba... Viktor se quedo inmóvil, estaba completamente pasmado, tanto que incluso había olvidado respirar por varios segundos.


- Yuuri... - Pronuncio muy bajito con la mirada perdida y los ojos desorbitados.


Porque en ese momento fue consciente de la realidad, de la verdadera realidad, no de esa que se había inventado hace tantos años. En ese momento de soledad fue cuando su cuerpo y su cansada y condicionada mente entendió lo que tanto se había negado, y comprendió mejor aquella frase que había sido su rezo durante varios años:"Repite una mentira las veces que sean necesarias hasta que se convierta en verdad"


Pero esta vez, aquella frase no funcionaba. Esta vez tenia delante de suyo el cuerpo de quien fue el amor de su vida y esa era la verdad, su Yuuri nunca había despertado, el había estado ahí dormido todos esos años y que aunque lo deseara, estudiara, experimentara, era un hecho que jamas iba a despertar.


~ El haber creado una copia de Yuuri no era haber traído a Yuuri de vuelta. ~


Y vaya que de ninguna manera eran parecidas esas dos personas, el Yuuri que dormía era tranquilo, era muy reservado en sentimientos, tenia un gesto extraño al dormir que le había generado la ansiedad debido a su enfermedad, siempre que hacían planes y no podía cumplirlos Yuuri no se molestaba, solo se resignaba y le mostraba su sonrisa cansada, nunca se enojaba, casi nunca hablaba, era muy tierno siempre. Por el contrario Yuuri quien vivía era muy extrovertido, expresaba sin temor lo que sentía, dormía de manera linda, no podía decirle que no a nada de lo que quería hacer y no podía romper una promesa porque le dejaba de hablar por días. Físicamente eran iguales, pero cada uno tenia su propia personalidad, su propia manera de vivir, de sentir y definitivamente en ese momento se daba cuenta que a cada uno lo había amado de una manera distinta. Porque físicamente eran iguales, pero los estilos de vida y las experiencias vividas le habían dado una personalidad propia, una luz, una sonrisa única que no podría parecerse a ninguna otra.


En esencia eran idénticos porque geneticamente eran exactamente iguales, pero eso no quería decir que eran la misma persona. Solamente eran físicamente idénticos. 

Solo por ti *Victuri*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora