Un hombre enamorado es capaz de hacer cualquier cosa por la persona que ama y mas cuando su vida corre peligro.
El amor es un arma de doble filo y Viktor lo descubre poco a poco cuando sus esfuerzos por salvar a su amado se ven rotos con su fallecim...
Amaneció y otro día comenzaba perfecto, Viktor dormía plácidamente y Makkachin estaba recostado a sus pies, miro a su albino y le paso el dedo índice por el perfil de aquella nariz respingada y tan perfecta que poseía, para Yuuri era una mañana de lo mas normal, pero por alguna razón se sentía más amado, más bendecido y se daba cuenta de cuanto adoraba su vida, cerro los ojos un instante con aquella paz que emanaba de su cuerpo y se quedo dormido de un momento a otro.
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Cuando el moreno abrió los ojos ya no estaba Viktor acostado, pero el desayuno ya estaba servido en la mesita de noche con una nota.
"Gracias por existir.
Te amo
Viktor."
El japones sonrió emocionado y se levanto a comer, pasadas unas horas se levanto por fin de la cama, aunque estaba muy feliz y se sentía bastante relajado, no podía olvidar aquella llave que había encontrado el día anterior en el ducto de ventilación... Es que aquella puerta lo volvía loco, tenía que saber lo que había ahí adentro que Viktor tanto se empeñaba en ocultar o al menos quería quitarse la duda de si aquella llave era de ese cuarto. Decidido se levanto de un brinco de la cama.
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Estaba parado exactamente delante de aquella puerta misteriosa con la llave en la mano, estaba nervioso y tembloroso.
"Vamos Yuuri no seas tan gallina" Se decía a si mismo para intentar darse ánimos y aliento.
Sacudió su cabeza de un lado a otro y rápidamente introdujo la llave en el pomo y aquello fue su primera sorpresa, en lo mas profundo de su corazón rogaba por que aquel pedazo de metal ni siquiera entrará y ahora faltaba que no girara, pero su curiosidad rogaba porque esa llave le diera de alguna forma alguna respuesta de su pasado, de quien era y de su familia real si es que la tenía, probablemente era aquello lo que Viktor había ocultado ya que era un sobre protector.
Con los nervios de punta y la piel de gallina comenzó a girar lentamente la llave y de pronto un "Click" se escucho.
El corazón de Yuuri se paralizó en un segundo, aquella llave había logrado abrir la puerta que tanto tiempo le fue prohibida... Coloco su mano en la madera y la empujo lentamente. Ahí estaba ante dos probabilidades.
