PLAYBOY +18 HAISETOPHER ||THE PLAYBOY SAGA #1||

«treinta y uno: recaída»

Capítulo de 4,451 palabra y el 90% es smut ... Disfruten la lectura 💋

Advertencia: el capítulo tiene escenas subiditas de tono, más de lo usual en esta historia 😅

No sabe si es que esta maldita, pero es la única explicación que se le puede ocurrir para justificar lo que le ha pasado en el amor. Al parecer el destino está empeñado en hacer fracasar cada relación amorosa que tiene si el chico no es Christopher Vélez. O será la cara de pendeja enamorada que pone cada vez que está cerca de él y sus pretendientes lo notan, quien lo sabe.

Un mes ha pasado desde que Yoandri rompió con ella y todo ha vuelto a la normalidad con los chicos. Todos los fines de semanas se pasa con ellos, lo que quiere decir que tiene que aguantar ver a Christopher con diferente chica cada día. Ya sé en las carreras o los bares a donde van para "pasar un buen rato". Y si les preguntas que paso después que Christopher la fue a recoger al club, los dos te dirán que tienen la memoria de Doris y no se acuerdan de nada.

Así que aquí están de nuevo, en un bar donde no les importa que sean menores de edad con tal que tengan con que pagar las bebidas. Christopher está en la esquina con una castaña colgada de su cuello, la cual en cualquier momento le dará una mamada enfrente de todos de lo intoxicada que esta. Y si él es honesto ya no está disfrutando mucho del momento. Sabe por experiencia que cuando las chicas se ponen borrachas no hacen las cosas bien. Así que decide subir a la chica en un taxi que la lleve a la dirección que está en su identificación. Al regresar al bar todos se le quedan viendo extrañado.

—¿Y eso que fue? —Zabdiel es el primero en hablar.

—Estaba borrachísima. —se toma un shot de tequila de una sola vez. —No soy el niñero de nadie. —agrega, aunque si fue el niñero de la señorita Gómez cuando lo necesitaba.

—Bueno eso ya no importa. —Joel dice de la nada. —Mira que la morena de allá te está violando con la mirada y se ve que todavía esta sobria. —

—Ya regreso. —Haise se pone de pie, dejando su bebida en la barra. —Iré al baño. —

Sin esperar una respuesta de ellos camina para el baño de mujeres el cual no esta tan lleno como pensaba. Entra a este y se mira al espejo. Se ríe de sí misma al ver su imagen, su cabello está un poco alborotado, su rímel esta corrido y tiene labial en las comisuras de sus labios.

—Oh dios. —toma una toalla de papel y la moja con agua caliente. —Estoy hecha un desastre. —

Pasa la toalla mojada por debajo de sus ojos, limpiando el resto del rímel. Toma otro lado de la toalla, pasándola por la comisura de sus labios. Se asegura que todo esté en orden en su rostro antes de pasar a su cabello. Escucha que alguien entra al baño, pero no le presta atención. Unos brazos se envuelven alrededor de su cintura, no necesita ver por el espejo para saber quién es, su cuerpo es familiar a ese toque. Él pega su cuerpo contra ella, mandando escalofríos por toda su columna.

—Cuanto te he extrañado. —le susurra al oído. —¡Oh Haise! —acaricia su vientre.

—Christopher. —cierra sus ojos, gimiendo de placer.

Mueve su cabeza para un lado, dejando rastros de besos y saliva por su cuello. Succiona, lame su piel dejando marcas para que el resto del mundo las vea. Sus manos suben de su vientre a sus senos, no pierde tiempo e inmediatamente los empieza a acariciar. Con dificultad ella lleva sus manos hasta su cabello, enredando sus dedos en este.

—Quiero hacerte mía. —susurra contra su cuello. —mía, solo mía. —

—¿Qué estas esperando? —Haise se da vuelta, tratando de controlar el hormigueo entre sus piernas.