PLAYBOY +18 HAISETOPHER ||THE PLAYBOY SAGA #1||

«diecisiete: tú y yo... en una nube de éxtasis»

Christopher llega a su apartamento 1 hora después de que Haise se fuera con Richard. Abre la puerta, encontrándose con una oscuridad total en la sala.

—¿Haise? —él pregunta confundido.

—Aquí arriba. —se escucha su voz desde la segunda planta.

Sube las escaleras lo más rápido que puede. Al llegar arriba se detiene al ver a Haise sentada en la cama, recostada en el respaldar de esta. Está completamente desnuda, tomando vino blanco de una manera tan seductora que le enciende hasta la hormona más profunda de su cuerpo.

—No te quedes allí parado. —roza sus pies contra las sabanas. —ven aquí que tengo algo para ti. —le enseña la copa de vino.

—¿De dónde sacaste eso? —camina para su cama, quitándose la chaqueta de cuero.

—La tenías en tu nevera. —toma otro sorbo del vino. —aquí tienes. —le da la otra copa.

—Hm. —huele el vino antes de tomárselo. —que rico. —

—Lo sé. —asienta con la cabeza. —tienes un buen gusto. —

—¿Y me puedo desnudar o solo tu estarás así? —la mira de pies a cabeza, poniendo la copa en la mesita de noche.

Haise pone su copa en la mesita de noche y se arrodilla enfrente de él. Lentamente desabotona su camisa con una sonrisa pícara en sus labios. Christopher se la termina de quitar de un solo jalón. Sus delicadas manos trazan su abdomen hasta llegar al botón de sus jeans. Mete sus manos debajo de su camiseta, el contacto de sus yemas con su cuerpo manda escalofríos por toda la espalda de Christopher.

—Deja de provocarme. —pretende estar fastidiado.

—Si sigues con esa actitud te haré suplicar. —le dice en un tono demandante.

—¿Me harás suplicar? —la cuestiona con la ceja alzada, poniendo su mano en su cintura. —me encanta que seas así. —la acerca más a él, baja su mano hasta su trasero. —¿estás segura que tú serás la que me hará suplicar? —

Haise deja salir un gemido de sus labios, tirando su cabeza para atrás de placer. Christopher aprovecha que tiene el cuello estirado para devorarlo a besos. Baja hasta su clavícula dejando rastros de saliva y besos por su camino. Toma unos segundos para dejar marcas sobre este, una combinación de rojo, morado y azul. Poco a poco baja hasta sus senos, toma uno entre sus labios y con la mano desocupada toma el otro.

—¡Oh! —grita sin importarle que los vecinos de Christopher puedan escucharla. —aahhh Christopher! —sigue repitiendo como una oración.

Deja de acariciar su trasero y toma la copa de la mesita de noche.  Deja de lamer su seno también, lo que hace que ella lo vuelva a ver. Con una sonrisa malvada en sus labios deja caer vino en su pecho. Rápidamente lame su cuerpo para que el vino no se corra hasta su vientre. Hace este movimiento otra vez, pero esta vez deja que el vino llegue hasta su parte intima. Poco a poco baja hasta ella, la vuelve a ver notando la lujuria en sus hermosos ojos avellana. Ella no dice nada, pero él sabe que se está muriendo por ser tocada. Sin hacerla esperar más pone un poco más de vino en su vientre, el cual corre hasta su vulva. Empieza a besar la parte de afuera y poco a poco llega hasta su clítoris. La mezcla del vino y su semen lo hacen querer más. Haise enreda sus dedos en su cabello, guiándolo acorde con su placer.

—¡Ooohhh! —mueve sus caderas en figuras de ocho, tratando de sentir más placer. —¡me voy a correr! ¡me voy a correr! —sus piernas empiezan a temblar.

Al notar eso Christopher la tira en la cama, pone más vino en su vulva. Deja la copa de vino en la mesita de noche y vuelve a bajar hasta esta. Sigue lamiendo y succionando hasta que Haise llega al clímax.