PLAYBOY +18 HAISETOPHER ||THE PLAYBOY SAGA #1||

«cuarenta y tres: fantasmas del pasado»

A la mañana siguiente cuando Haise se despierta en una cama de hotel en España desea con todo su corazón que lo que pasó anoche fuera solo una pesadilla. Abre sus ojos sin ganas, pero una sonrisa se forma en sus labios cuando mira a Emiliano acostado a su lado. Siempre que viajan juntos reservan una suite de dos habitaciones, ya que le gusta darle su privacidad a su niño, pero anoche él notó que Haise estaba fuera de órbita. No le preguntó nada, simplemente se acostó junto a su madre como cuando era pequeño y ella lloraba por las noches porque el dinero no alcanzaba para los gastos.

Se levanta de la cama sin despertarlo y entra a la ducha. Estando allí, los recuerdos de los últimos momentos con Christopher regresan a su cabeza como una película. Sacude su cabeza, tratando de deshacerse de esos fantasmas. Termina de darse la ducha y se viste con pijamas, secando su cabello y poniéndolo en un moño alto. Regresa a la habitación en donde se encuentra con Emiliano durmiendo en su cama. Camina sin hacer ruido hasta llegar a esta y se tira encima de su hijo.

—¡Despierta Emiliano! —baña su carita con besitos. —Que tenemos que explorar España. —dice en un acento español malísimo.

—¡Mami! —se estira en la cama. —Buenos días. —le da un beso en su mejilla.

—Buenos días mi amor. —le sonríe ampliamente. —Vamos que te tienes que bañar. —

—Porque debemos de despertarnos tan temprano. —se queja sin saber qué horas son.

—Son las 10 de la mañana. —su mamá lo mira con los ojos entrecerrados. —Actúas como si fueran las 5 de la mañana. —

—Sin sermones ma. —camina para el baño.

Escucha que el agua de la ducha está corriendo y sale para el otro cuarto, el cual se supone que es el de Emiliano. Se asegura que nadie este alrededor de ella, sacando su móvil. Toma un respiro profundo antes de llamar al número de Christopher. El móvil suena tres veces antes que una voz desconocida responda.

—Bueno. —la voz femenina dice y le ruega al cielo que no sea Sara. —¿Haise? —vuelve a decir y confirma que es ella. —¿Estas allí? —

—Ah. —toma un respiro profundo. —Si... hm... ¿puedo hablar con Christopher? —

—Claro que sí. —se escucha como está caminando por el lugar, abre una puerta escuchando el agua correr.

—Hm... —Haise trata de llamar su atención. —¿Sara? —

—¿Si? —ella dice al otro lado del móvil.

—Si está ocupado lo puedo llamar más tarde. —

—No, ahorita mismo está saliendo de la ducha. —ella dice y se escucha como le da el móvil a Christopher.

—Hola. —él dice en esa voz ronca que manda una corriente de escalofríos por su espalda.

—¿Christopher? —Haise susurra, no queriendo que Emiliano escuche ese nombre todavía.

—Eh... si... buenos días. —

—Buenos días. —ella regresa el saludo. —¿Cómo amaneciste? —

—Muy bien. —

Y es la conversación más incómoda que han tenido desde que hablaron del supuesto bebé.

—Hm... si quieres nos podemos ver mañana en la hora del almuerzo. —ella sugiere.

—Sí, eso suena bien. —él está de acuerdo. —¿En tu hotel? —

—No. —niega con la cabeza. —Si no es mucha molestia nos podemos ver en tu hotel. —

—Si, nos estamos quedando en W Barcelona. —