«cuarenta: papi sin nombre»

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Cuatro años han pasado desde el nacimiento de Emiliano Gómez, el cual se ha convertido en la vida entera de su mamá. Y ahora que es el primer día de clases de pre-kínder es como si la vida se estuviera riendo de ella. Emiliano esta idéntico a Christopher, los mismos ojos grandes de cachorro y una naricita hermosa que le hace juego.

Haise todavía está enamorada de él, de eso no cabe la menor duda y no sabe que hacer con eso. Ninguno de los dos ha hecho algo para contactarse y ella no quiere perder la poca dignidad que le queda y buscarlo ella primero. Le duele pensar que el ya hizo su vida con alguien más o que todavía sigue en las mismas andadas de siempre. Ha estado tentada de preguntarle a Richard y sabe que el nunca la juzgaría si lo hace, pero el miedo a la verdad la detiene cada vez.

—Mami. —Emiliano la saca de sus pensamientos. —Triste, ¿por qué? —frunce el ceño.

—Oh no. —lo carga en sus brazos. —No estoy triste mi amor, solo estaba distraída. —

—Distra... ¿que es distra? —pregunta confundido y usualmente cuando no se sabe la palabra solo dice un pedazo de ella.

—Distraída. —ella le repite para explicarle la palabra. —es cuando no estas prestando atención. —

—¡Oh! —forma una "o" perfecta con sus labios como si acabara de descubrir lo más maravilloso del mundo. —Mami, cereal por favor. —acaricia su estómago. —pancita dice "grrr". —hace el sonido de un león, haciendo que el corazón de ella se vuelva pequeño de la emoción.

—Okay, mi amor. —le da unos besitos en sus cachetitos gorditos, caminando para la cocina. —¿Leche con o sin chocolate? —

—¡Cocholate! —tiras sus bracitos al aire.

—Chocolate. —ella lo corrige, pero Emiliano no repite después de ella.

—¿Tío Lich? —le pregunta cuando ella lo sienta en su silla.

—Vendrá mañana, tu primita Aaliyah y tía Sofia vendrán con él. —pone cereal en un tazón.

Richard conoció a Sofia en unos de los muchos viajes que hizo para Londres durante estos años.

—¿Papi sin nombre? —cuestiona de la nada, frunciendo el ceño.

—Tu sabes que yo soy tu mami y papi, ¿verdad? —se arrodilla enfrente de él, acariciándole el cabello.

—Si, mami. —le acaricia la mejilla con su manita. —Pero yo ... papi sin nombre. —

—Por razones de la vida él no puede estar con nosotros, pero él te ama igual que yo. —Haise le dice lo mismo que siempre le dice cuando Emiliano le pregunta.

—¿Papi aquí? —pregunta, poniendo su manito en el corazón de su madre.

—Si. —Haise asienta con los ojos cristalizados. —Papi aquí. —pone su mano en el corazón de su hijo.

—Te amo mami. —le da un beso en la nariz.

—Yo también te amo mi vida, con todo lo que tengo. —le acaricia sus mejillas con sus pulgares. —Ahora come que si no el dinosaurio te va a comer los órganos. —

Emiliano toma la cuchara y empieza a poner cucharadas de cereal y leche en su boca. No quiere que el dinosaurio en su estomagó coma sus órganos. Eso fue algo que Haise se inventó cuando tenía dos años y él no quería comer. Lo llevo al pediatra el siguiente día y él le dijo que no había nada fuera de lo normal con él.

—No dejare que coma mis órganos. —trata de masticar el cereal.

—Eres el amor de mi vida. —le acaricia los cachetitos llenos de leche. —¿Sabias eso? —

PLAYBOY +18 HAISETOPHER ||THE PLAYBOY SAGA #1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora