XVIII

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"somos una cosa hermosa, inclusive cuando hacer frió, eres una cosa hermosa, seremos una cosa hermosa juntos, inclusive cuando haga frió, encontraremos el arcoíris arriba en el cielo, tu dirías que no llores, todo va a estar bien..."//Grace Vanderwaal - Beautiful thing//

Marzo del 2016

No sé como describir el sentimiento que ellos tienen, es tan grande y puro que no tiene explicación.

Estaban en la habitación del rizado, sin nada que hacer, mirando al techo como si fuera la cosa más entretenida del universo, entre las cuatro paredes corría una ola de paz y tranquilidad, caricias iban y venían, ambos se miraban con pasión, El azul del cielo se unía con el verde del pasto y creaban un horizonte precioso, aquellos orbes se deseaban y lo sabían; Louis, quien estaba acostado encima del pecho de Harry, trazaba patrones en ese extenso tórax.

-Quiero que me hagas tuyo.

...

Aquel muchacho rubio se encontraba entre estaciones del tren, iba rumbo a la editorial, le habían dicho que debía ir a firmar algunos ejemplares, a él le apasionaba ver que personas apoyaban, disfrutaban y leían o que él con su propia imaginación y esfuerzo logró.

Eran las 4:30pm

Muchos dirán que el viaje de Holmes chapel a Londres es un poco tedioso, pero a Niall le gustaba ir leyendo su propio libro, no era por narcisismo, le encantaba leer aquellas palabras que plasmó, aquellas narraciones, esos deseos que él mismo escribió; así que solo llevaba su boina, lentes, diario y Libro.

Abordó en el anden correspondiente a su destino, entró a su cabina y se puso cómodo para empezar con su lectura, cuando llevaba unas diez paginas de aquel escrito se asomó a su cabina una chica, de brillante cabello rojo, sus ojos eran grises y profundos, precia verse el alma de aquella fémina en esos orbes plata, sus pómulos estaban llenos de pecas, aquellos labios parecían de fresa de lo rosados que estaban, mientras que facciones eran relajadas, toda una hermosura.

Abrió aquella puerta y entró, se quedó a una esquina. Niall, al darse cuenta de que la había estado observando por tanto tiempo desvió su mirada de nuevo al libro que posaba en sus manos.

-Buenos días -Habló aquella muchacha -Disculpe la molestia, mi cabina ha sido abordada por mi retraso, me ofrecieron viajar con usted, Señor. -Él quedó atónito con aquella voz, era tan calmada y fuerte, usaba un dialecto impecablemente cortés y amable.

-No se preocupe señorita, su presencia no se me hace para nada desagradable, es más, me hace estar más en paz con mi lectura saber que me acompaña alguien como usted en tan hermoso recorrido -Niall cerró su libro, marcando la pagina en donde se había quedado.

-Mi nombre es Lucia, es un placer conocerlo señor, gracias por el cumplido -Lucia bajó su rostro apenado, pero Niall pudo visualizar que en sus mejillas había un ligero tono rojizo.

-Soy Niall, y el placer es mio -Se escuchó el escape de humo de el tren, que avisaba que ya estaba en marcha.

-Cuéntame Lucia, ¿qué te hace ir hacia Londres esta tarde? -Para este punto, el rubio ya había apartado su libro de todo y se dedicó a observar a la chica.

-Voy a visitar a mi abuela, está un poco delicada de salud -Su vos sonó casi quedaba.

Niall no habló más, la atmósfera que se formó fue incomoda, hasta que la chica volvió a hablar.

-¿Qué está leyendo, señor? -Él sin sabe que hacer tomó su libro otra vez y miró la portada "Flores", era tan minimalista y el titulo dejaba tanto a la imaginación, era lo que hacia atractivo a aquella lectura.

-Se llama "Flores" -Pensó por un momento en decirle que aquella obra fue escrita por el mismo, pero no lo hizo -Es algo romántica, El chico se dedica regalarle flores a la chica todas las tardes, y relata como fue el proceso de su amor, o más bien, el proceso que tomó el amarse.

-Oh, suena muy interesante.

-Si que lo es.

Y luego de eso, el ambiente se alivió, ya no era del todo incomodo aquel silencio; pasaron algunas horas más y el tren llegó a Londres.

Ellos bajaron del tren, Niall se estiró para aliviar sus músculos, mientras que Lucia sacó de su bolso de mano un bastón plegable y caminó hacia la parada de autobuses, El rubio quedó desconcertado y corrió hacia ella.

-Hey, Lucia. ¿Te ibas sin despedir? -La tomó del brazo y pudo darse cuenta que llevaba una gafas para el sol.

-Lo lamento señor, es que se me hace tarde para llegr a mi destino, pero en ora oportunidad quizá podríamos hablar -ella trató de ocultar su rostro.

Y así le dio a Niall su número celular, Él lo guardó en un espacio de su agenda y la dejó partir.

...

Ya en la librería habían muchas personas esperando por él, pero el no podía dejar de pensar en ella, aunque aun así se dispuso a firmar 1.655 ejemplares de su obra, algunos con notas personalizadas y otro simplemente su mensaje motivador.

Luego de eso se despidió de todos en la librería, con una enorme sonrisa en su rostro, regresó a la parada de trenes y esta vez viajó solo, eran las diez de la noche y este era el ultimo tren que partiría al pueblo que le vio crecer.

Ya en su casa no pudo dejar de Pensar en Lucia, así que tomó su libreta y buscó la pagina donde estaba el número, lo tomó y observo durante minutos, pasándolo entre sus dedos, como su fuer el objeto más asombroso que alguna vez miró.

No la llamó.

Sin embargo tomó un bolígrafo y se dispuso a escribir aquella gran anécdota.

"Me enamoré de ese cabello alborotado, largo y rojizo, de esos ojos grises que con una sonrisa parecen más potentes, de esos labios suaves que muestran una sonrisa Me enamoré de unas pláticas, de unos silencios. Me enamoré de unas actitudes y de unos defectos.

Sus ojos... Creo que me enamoré de sus ojos. Ellos revelan tanto y tan poco. miré dentro de ellos y estaban ausentes, fríos y vacíos. pero sé que detrás de todo eso se esconde una chica fuego, si, una chica fuego, una chica capaz de iluminar con solo su mirada.

A mí siempre me han gustado los desastres. Como el arte, la realidad de la vida y, por qué no, la manera que tenías en silencio. Voy a ser sincero: para mí eres preciosa, pero eres un auténtico desastre. eres otoño, y tus ojos tienen el color del cielo cuando se entristece. Eres, entonces, un desastre otoñal de cielos tristes. Cariño, te has ido, y eso es tan irrefutable como el hecho de que jamás vaya a sentirme de nuevo en casa cuando ni siquiera haz sido parte de mi. Pero qué puedo decirte sobre el amor.

Tú eres como uno de esos idiomas raros que muero por aprender, porque, de alguna forma, sé que si llego a tu vida no voy a querer irme jamás. Y sí, que eres preciosa aun con tus cimas y tus abismos, y que tus cielos son tan tristes como lo son tus ojos arrastrando toda la felicidad que te quitaron a la fuerza. Pero dueles. Dueles como sólo puede doler todo el futuro que nunca podré lograr con alguien.

Dueles como los planes cancelados a última hora, como aquel tren al que me subo sabiendo que no me lleva a tu casa. Supongo que al final todo llega aquí y aquí muere, mientras que uno se queda pensando en lo jodido que es saber que el amor también tiene esa parte que se parece mucho a un acantilado. Un acantilado demasiado precioso a la vista de cualquier suicida, que terminé siendo yo junto a esta soledad a la que le busco razones para justificar que no se haya marchado todavía. serás ese desastre al que nunca voy a ponerle nombre."


Allthelove_vale©

Edited

El chico de los caramelos • Larry Stylinson (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora