Una vez te hice caer.
Estábamos en tecnología y mi cadena se había roto.
Cuando viste que hacía un montón de esfuerzos por repararla sin éxito, la tomaste de mis manos y en un santiamén la arreglaste.
Feliz por tenerla otra vez, me nació el impulso de querer abrazarte como muestra de mi agradecimiento.
Y lo hubiese hecho de no ser porque te encontrabas hamacándote con la silla y cuando apoyé mi brazo para poder rodearte, fuiste de espalda al piso.
Mi primera reacción fue preocuparme por si estabas bien a causa de la caída, pero cuando vi que me lanzabas una mala mirada y te incorporabas bien comencé a reír al compás de todos nuestros compañeros.
Sintiendo mi cara arder a causa de la vergüenza.
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Las cosas que nunca le dije (y probablemente no le diré) ©
Short StoryAMORES ESCONDIDOS #1 Durante años he querido decirte millones de cosas, pero siempre algo se interponía en mi pequeño momento de fortaleza. Ahora estamos al borde del final. Y mi única manera de expresarme es así. Porque en estas hojas voy a escribi...