LXIX

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Y llegó el esperado último primer día de secundaria.

En las vacaciones por fin me había mudado, así que ahora podía ir todas las mañanas junto a mi mejor amiga AL a la escuela. M también había decidido ir con nosotras porque no quería llegar sola, entonces cuando llegó la hora las tres nos encaminamos hacia allí.

No voy a negar que estaba nerviosa, nerviosa por imaginar todo lo que nos esperaría este año, nerviosa por verte al fin.

No imaginaba un encuentro como de película, simplemente quería encontrarte.

Y gracias a Dios que nada imaginé, porque básicamente pasaste monumentalmente de mí. Y yo no fui detrás de ti.

Supongo que lo de extrañar al otro solo había sido por parte mía.

Y lo peor de todo es que no me sorprendía.

Las cosas que nunca le dije (y probablemente no le diré) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora