Él un Omega muy demandante; Y él un Alfa muy dócil.
「 Dom Bottom Jungkook 」
「 Sub Top Taehyung 」
• Historia Original
• Pareja principal: Vkook/Taekook
• Capítulos cortos
• Actualizaciones indefinidas
• Prohibida su copia u adaptación
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Taehyung visitaba a Jungkook todos los días desde hace dos semanas. Las heridas del menor estaban cicatrizando bien y Taehyung se sentía aliviado por ello. Hoy, lo visitaría como todos los días, eso de estar realizando la práctica en el mismo lugar donde su Omega se quedaba tenía ventajas, ya que Taehyung podía pasar todo el día cuidando de Jungkook y nadie podía decirle que no a los pucheros de Taehyung, así que el personal lo dejaba pasar solo porque se trataba de la pareja de Tae y porque el chico se deprimía si no veía a Jungkook en todo el día.
–¡Buenos días Jungkookie-ah~! –el moreno entró a la habitación con una brillante sonrisa.
Jungkook se sintió aliviado al ver que se trataba de Taehyung, no le gustaba estar prácticamente encerrado todo el día en el hospital y sentirse inútil por no hacer nada, se aburría y Taehyung era la única persona que lo visitaba con constancia, aparte de Félix y sus padres no biológicos por supuesto.
–¿Vienes a cambiar mis parches de ositos por unos de conejitos? –burló el menor.
Sip, porque en cuanto tuvieron que cambiarle la intravenosa a Jungkook, Taehyung al colocar los parches para que la misma no se saliera colocó unos con diseños de ositos. Jungkook se hubiera molestado si la persona que se los hubiese puesto no fuera Taehyung, y aparte a regañadientes admitía que aquellos parches le gustaban bastante.
–¿Por qué? ¿No te gustan? ¿Prefieres que te los cambie? Creo qué hay unos con diseños de conejitos... –un semblante preocupado reemplazó la felicidad en el rostro del mayor.
–¡No! No es eso, solo estaba bromeando. –Jungkook se apresuró en aclarar antes de que Taehyung se fuera.
El menor no estaba dispuesto a quedarse solo y aburrido todo el día sabiendo que podía pasar tiempo con el mayor. No lo admitiría en voz alta, pero él quería que Tae lo acompañase todo el día, era el único que podía distraerlo del lugar en el que se encontraba y que le sacaba algunas sonrisas aún con las malas vibras que le traía el hospital. A Jungkook nunca le gustaron los hospitales.
El mayor solo sonrió ante aquello y feliz, se acercó a la silla acomodada justo al lado de la camilla, se sentó y acercó aún más la silla para descansar su cuerpo encima del regazo del menor y comenzó a mover suavemente su cabeza contra sus muslos. Jungkook con una ligera sonrisa entendió el mensaje y comenzó a acariciar las suaves hebras castañas de Taehyung, sintiendo como el acanelado ronroneaba a gusto con la caricia.
–Jimin me dijo que fui seleccionado para participar en el torneo de básquetbol durante el festival. No me gusta mucho realizar deportes y no me considero especialmente bueno, pero me insistieron tanto que no pude negarme. –comenzó Taehyung a relatar su día, como siempre hacía desde que cuidaba de Jungkook.
