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Jungkook había hecho un gran esfuerzo por no llorar la noche anterior, lo cual le resultó a medias porque de todas maneras liberó las tristes cascadas bajo la regadera de la ducha. Pero después se sintió más tranquilo y pudo cenar con un mejor ánimo con sus hyungs, quienes intentaban animarlo diciéndole todo tipo de bromas y con un Daniel describiéndole con lujo de detalles cómo fue que Ong se había hecho un esguince el mes pasado peleando por una barra de pan con una abuelita.

Pero cuando se fue a dormir no pudo evitar pensar de que se estaba olvidando de algo importante, pero no sabía qué exactamente. Y con eso en mente se quedó dormido.

Soñando con castañas hebras y un pequeño cachorro al rededor.

[...]

A la mañana, seguía sintiéndose incompleto, su mente torturándose a sí misma en busca de intentar acordarse del pedazo que le faltaba. Pero no lo lograba. Se había quedado mirando el blanco techo por lo menos unos 15 minutos desde que había despertado agitado, sin saber exactamente qué estaba intentando hacer.

Los golpeteos en la puerta se escucharon atrayendo la total atención de Jungkook, unas castañas hebras y sonrisa de conejo se veían desde detrás de la puerta.

–Jungkookie~ será mejor que te levantes. –canturreó su mayor feliz, causando que el azabache frunciera su ceño en confusión.

–¿Por qué? ¿Va a venir Jisung y quieren que lo cuide? –preguntó con voz ronca, bueno acababa de despertar ¿qué esperaban?

–No, pequeño. Woonnie y yo decidimos que hoy iremos al parque de diversiones, ¿vendrás con nosotros? –Daniel supo que tenía al menor en la palma de sus manos en cuanto un brillo se asomó por los oscuros orbes contrarios.

–¿P-Parque de diversiones?

–Sip, un parque de diversiones. Vendrás, ¿cierto?

–U-Uhh... no lo sé... uh, es decir, tengo 23 años y creo estar lo suficientemente grande como para ir a esos lugares. –hablaba no muy convencido, quedando sentado en su cama desviando la mirada constantemente a cualquier lugar de la habitación.

–Ahh, con que así es. Bueno... es una lástima, Woonnie y yo iremos, quizá le pida que nos compre algodón de azúcar, ya sabes, allá siempre venden.– empezó el mayor desinteresado, con sonrisa burlona apoyándose "casualmente" en el marco de la puerta, fingiendo desinterés.

–¿A-Algodón de azúcar? –otro brillo en los ojos del menor.

Los dulces eran una de las debilidades de Jungkook, y Daniel por supuesto que lo sabía.

–Sip. Incluso escuche que han colocado una nueva atracción, creo que es una montaña rusa. Ya sabes, de la que estuviste hablando todo el verano pasado.

–¿M-Montaña rusa? E-Eso suena genial... uh... creo. – Jungkook había comenzamos a rascar su nuca nerviosamente. –S-Supongo que no está tan mal ir, uh, creo.

–Será muy divertido ¿no? Oh pero,  se me había olvidado que estás muy grande como para ir a un Parque de Diversiones. –habló con fingido puchero y desánimo. –Bueno, ¿qué se le va a hacer? Saldremos en 15 minutos así que cuando estemos fuera asegúrate de regar las plantas, cuidar de Plutón y Pelusa, ¡Ah! Y claro, te dejé algo de sopa para recalentar en el microondas. – Daniel se volteó para "salir" de la habitación de su menor, haciendo una cuenta regresiva desde 3 con una sonrisa en el rostro.

3, 2, 1...

–¡E-Espera! –Ah, siempre a tiempo Jungkookie

꒰ ͜͡➸ •.¸. 𝑾𝒉𝒐 𝒊𝒔 𝒎𝒚 𝑨𝒍𝒑𝒉𝒂?  ᵛᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora