- Stella, Stella... - me llama mi madre. - Stella, despierta ¡rápido! - insiste y me doy cuenta de que está eufórica.
Abro los ojos poco a poco, lo último que recuerdo es quedarme dormida en el sofá escuchando la lluvia caer sobre el tejado de nuestra casa en esta tormentosa tarde de verano.
- ¿Qué pasa mamá?
- ¡Acaban de llamar del conservatorio de Florencia, cariño! - dice con una sonrisa que ilumina su rostro.
Llevo todo el verano esperando esa llamada, pues quiero cambiar de aires y ¿Qué mejor que irse a estudiar fuera? Además, Italia siempre me ha gustado y, para mí es un sueño poder terminar mi carrera musical allí.
- ¿¡Cómo!? - digo completamente asombrada.
- Lo que oyes cielo, ¡te han admitido!
- Pero... ¡eso es genial mamá! - digo mientras me abalanzo sobre ella.
- Sí Stella, pero... - hace una breve pausa y me separa de ella. - tienes poco tiempo para buscar piso, te quedan aproximadamente 3 semanas para que el curso comience.
En ese momento es cuando me doy cuenta de que estamos a mediados de Agosto y empiezo a palidecer debido al agobio que estoy empezando a sentir.
- No me va a dar tiempo mamá...
- Claro que sí cariño, mira, vamos a merendar algo y nos ponemos manos a la obra ¿vale? - dice sonriendo para tratar de tranquilizarme.
Nos tomamos un café con una magdalena y, acto seguido, nos ponemos cada una con su ordenador a buscar pisos, cuando, de pronto observo una lucecita azul celeste parpadeando en mi móvil:
"Bombón, estoy súper agobiada y contenta a la vez"
Es un whatsapp de Dafne, mi amiga de la infancia. Tengo que responderle aunque yo también esté de los nervios por todo lo que me está pasando.
"¿Qué sucede cielo? Yo la verdad es que también estoy como tú, acaban de llamar a mi madre hace un rato diciéndole que me han admitido en el conservatorio de Florencia y... ¡Sólo tengo 3 semanas para encontrar piso, preparar todo e irme!"
"¿¡Cómo, cómo!? Espera que ahora mismo te llamo" responde.
Dafne tiene 2 años menos que yo pero, desde bien pequeñas somos inseparables, es el amor en persona y muy guapa, está más rellenita que yo y tiene una larga y preciosa melena castaña que hace juego con sus grandes ojos.
Me explicó que le han concedido una beca para estudiar en Italia y, la pobre está muy agobiada porque no tiene ni idea de por dónde empezar a prepararlo todo, por lo que, después de decirle que nos iremos juntas y tranquilizarla un poco, decido invitarla a casa y así terminaremos antes la búsqueda de nuestro piso.
- ¡Mirad chicas! - exclama de pronto mi madre.
Nos asomamos a su ordenador y vemos un precioso edificio color crema, con grandes ventanales y balcones.
- ¡Qué bonito! - decimos Dafne y yo al unísono.
- Hay dos pisos libres, ¿llamamos?
- ¡Por supuesto mamá! - respondo.
Sin pensarlo ni un segundo más mi madre marca el número y se va al salón para hablar tranquilamente. Nosotras, mientras tanto, decidimos seguir deleitándonos con las fotos que el dueño tiene publicadas en internet.
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La Dulce Melodía del Deseo
Teen FictionDebo ser una rara especie en el mundo: 23 años, virgen y a punto de terminar mi carrera musical. Por fin me han admitido en el conservatorio de Florencia (Italia) y, cuando he comenzado a colocar lo que será mi futura habitación, mis ojos han ido di...