- Tranquila... - susurro mientras acaricio la espalda de mi amiga, quien ha comenzado a llorar nuevamente.
Sus brazos se aferran a mí con gran fuerza, tanta que me es casi imposible respirar con normalidad.
Se me parte el alma verla así y más sabiendo que es por culpa de un chico que no deja de aparecer y desaparecer de su vida, poniendo todo patas arriba en cada llegada.
No veo a Iam pues, estoy de espaldas a él pero, sé que tampoco le agrada ver a Dafne así. Me separo un poco de mi amiga, sintiendo el hombro derecho empapado de lágrimas y seco las de su cara.
- Tranquilízate un poco cielo, siéntate en el sofá que voy a por un poco de agua y ahora me dices qué es lo que te pasa, ¿vale?
Asiente y camina lentamente hacia Iam.
Cuando regreso de la cocina con el vaso de agua, me detengo en el marco de la puerta al ver la estampa que tengo delante: Dafne e Iam abrazados.
Definitivamente, mi amiga está más que destrozada. "Gracias Leo." pienso maldiciendo al chico pues, sabía que nada de esto iba a acabar bien.
Es Iam quien se da cuenta de mi presencia y me hace un gesto para que vaya hacia ellos. Me siento en una silla a la izquierda de ellos y, Dafne se separa rápidamente de él.
- Perdón, yo... - solloza.
- Dafne, no pasa nada. - respondo con una sonrisa. - Me alegra haber visto lo bien que os lleváis.
- Bueno chicas, yo creo que me voy... - anuncia de pronto Iam y le miro enseguida. - Tenéis mucho de qué hablar y no quiero molestar.
- No Iam, no te vayas. - pronuncia Dafne antes de que yo pueda decir algo. - Quiero que me contéis qué tal en el hotel...
- Dafne... Eso te lo puede contar Stella, además creo que, ahora mismo, tu bienestar es más importante que nuestro fin de semana...
¿Me caso ya con este hombre o espero un poco más?
- Stella... Dile que no se vaya... - dice mi amiga sacándome de mis pensamientos matrimoniales con Iam.
Mis ojos se encuentran con los de él y, una pequeña sonrisa aparece en su rostro.
- Ya has oído a la niña... No te vayas... - sonrío y veo como Dafne sonríe entre lágrimas, por lo que, me siento mucho mejor.
- Pero...
- Pero nada. - le interrumpo. - Hemos dicho que no te vayas.
En ese momento, una punzada sacude mi estómago al recordar la casi despedida que hemos tenido hace un rato en el portal y, lucho por dibujar una sonrisa en mi rostro. Le suplico con la mirada que se quede y observo cómo sus hombros se relajan
- Es imposible escapar de dos mujeres... - suspira y Dafne vuelve a sonreír.
- Entonces te quedas ¿no? - pregunta.
- Sí, me quedo. - responde posando los ojos sobre mí.
Sonrío y asiento en señal de agradecimiento justo cuando mi amiga se abalanza sobre él y rodea su cuello con los brazos.
- Gracias Iam... - la escucho decir.
- De nada.
- Bueno, que corra el aire un poco, que al final me voy a poner celosa. - sonrío y Dafne se aparta rápidamente de él.
Iam me guiña un ojo y sonríe.
- Vale y, ahora comienza a explicar qué es lo que ha pasado para que estés así. - digo a mi amiga.
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La Dulce Melodía del Deseo
Novela JuvenilDebo ser una rara especie en el mundo: 23 años, virgen y a punto de terminar mi carrera musical. Por fin me han admitido en el conservatorio de Florencia (Italia) y, cuando he comenzado a colocar lo que será mi futura habitación, mis ojos han ido di...