Capítulo 13

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Me despierto a las once y media de la mañana y voy directamente a la cocina pues, como cené poco anoche, tengo bastante hambre. Preparo dos tostadas con mantequilla y mermelada de fresa junto con mi tazón de cola-cao y, cuando estoy acabando escucho la puerta del piso.

- ¡Buenos días! - exclama Dafne alegremente.

- Buenos días. - respondo y veo aparecer a mi amiga en la cocina. - ¿Qué tal pasaste la noche?

- Muy bien. - sonríe. - ¿Y tú la tarde con Iam?

- ¡Genial! Me compró dos vestidos, uno porque dice que casi me lo quita en la tienda y, el otro no lo sé porque no quiere decirme nada. - explico. - Pero bueno, dime ¿cómo es que has dormido con Leo?

- Luego me los enseñas ¿eh? - dice y asiento con una media sonrisa. - En cuanto a lo de Leo... Simplemente me apeteció, estuvimos cenando en el hotel, después subimos a la habitación y el sueño se apoderó de mí.

- Vale pero, ¿ha pasado algo entre vosotros? - pregunto directamente.

- ¡Claro que no! - exclama un poco enfadada. - Lo que pasó el otro día fue un desliz del que no me arrepiento pero nada más.

- Vale, vale. - sonrío. - Me alegra saber que mi amiga es capaz de mantener sus hormonas controladas.

Me dedica una sonrisa sincera y desaparece de mi campo visual, dejándome sola en la cocina.

Cuando termino de desayunar, friego el tazón y los cubiertos y me voy a mi cuarto a tocar el oboe, ya que pronto comienzo las clases de nuevo y no quiero parecer más nueva de lo que seré, por lo que saco todas las cosas y me siento encima de la cama, como siempre, dispuesta a sumergirme en las notas musicales.

3 canciones mal tocadas después decido tomarme un descanso, no entiendo por qué no soy capaz de concentrarme ni de tocar bien las canciones... Me tumbo en la cama mirando al techo en busca de la inspiración pero, el sonido del móvil hace que mi mente se fije en él.

"¡Buenos días linda!" leo en la notificación del mensaje.

"¡Buenos días!" respondo.

"Aprovecho ahora que tengo un pequeño hueco para decirte que estoy ansioso por volver a verte pero, sé que hasta mañana no podré hacerlo, no te preocupes."

¿Realmente me está pasando esto o, es un sueño? En el caso de que sea la segunda opción, intentaré no despertar.

Inspiro intensamente y me estiro un poco en la cama mientras pienso qué decirle, acto seguido, comienzo a teclear.

"Yo también quiero verte pero, de momento, habrá que disfrutar del día." envío y automáticamente aparecen los ticks azules.

"Sí, te tengo que dejar, vuelvo al trabajo, ¡hasta pronto Stella!"

"¡Hasta pronto!" me despido.

Dejo el móvil en la mesilla y me dispongo a tocar un poco más el oboe pero, cuando voy por la mitad de una canción y la inspiración parece haberse puesto de mi parte, el timbre de la puerta me devuelve al mundo real.

- ¿Vas tú? - grita Dafne desde su habitación.

- Sí... - respondo saliendo de mi cuarto.

Al abrir la puerta mis ojos se topan con un chico joven, más o menos de mi edad, rubio y de ojos verde esmeralda.

- ¡Buongiorno! ¿Stella Sánchez? - pregunta con voz temblorosa.

- Soy yo.

- ¡Ah vale! Aquí tiene. - dice entregándome un pequeño sobre color crema.

La Dulce Melodía del DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora