Capítulo XIX

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En la mañana siguiente Dohko y Shion buscaban a Tenma quién había decidido alejarse para no causar más muertes, aunque aún así no dejaba de pensar en que no debió desquitar su furia con aquella yōkai, quién parecía devastada al recordar algo se su pasado así como creer que la veían como enemiga. Mientras Yuki, Albafica y Kokkuri buscaban a Lilith quién no llegó a dormir la noche anterior.

Yuki con un semblante preocupado, se adentró a la casa de Acuario, despertando a su guardián.

-¿Lilith no está contigo?- él solo negó -Demonios- para salir de ahí sin importar qué el la llamara, dejándolo extrañado.

Minutos más tardes apareció Albafica, quién al ver tan distraído a Dégel y con una mirada de haber dormido muy poco se atrevió a preguntar.

-Dégel ¿Qué te ocurre?-

-No le dije nada creo que piensa que no le creí-

-Entonces sigue sin aparecer- fue cuando el acuariano comprendió la actitud de Yuki.

-¿Cómo?- preocupado.

-Yuki me comentó que no llegó a dormir ahora la estamos buscando- para luego salir de ahí

-También la buscaré- sin más ambos hombres ingresaban a cada casa del zodiaco preguntando del paradero de la yōkai, y al no saber nada Dégel cada vez se angustiaba. Al llegar a Virgo, Asmita les contó lo que pasó anoche.

-Anoche vino a platicarme lo sucedido, sentí que hablaba con la verdad y con dolor, solo vino a desahogarse, intentamos detenerla pero nos dijo que necesitaba tiempo a solas- les dijo el rubio mientras seguía meditando.

Al saber algo de ella, abandonaron el lugar, al quedarse solos Akemi se le acercó aún en forma de zorro.

-Pronto la encontrarán...¿Cuándo les dirás qué ya recuperaste la vista?- a lo que él abriendo un poco los ojos le respondió.

-Pronto-para volver a su meditación en cambio ella se volvió a dormir.

Al término del recorrido de las 12 casas, ellos se separaron para encontrarla más rápido.

En otro lugar en un claro se encontraban una yōkai y un joven, platicando.

-Entonces Asmita recuperó su vista- habló feliz por su compañero.

-Sí, pero es un secreto que sólo tú, mi prima y yo sabemos, por lo que debemos respetar su decisión de no decir nada a nadie aún-

-Está bien...me alegro que ya te sientas mejor anoche estabas muy deprimida- recordando cuando la vió pasar por su casa así que la convenció para que se quedará a dormir con él.

-Y ¿tú estás bien ya sabes por tu tío?-

-Intento no preocuparme pero contigo me siento bien- sonriendo.

-De igual modo con tu compañía me regresa el ánimo...eres un gran chico Regulus- para luego tocar su violín.

Mientras tanto en la casa de Piscis.

-Crees que fue buena idea que él sólo la busque-

-Es mejor así para que le pida perdón por sus celos- decía Yuki a Albafica mientras comían tranquilamente.

-Pero ¿¡por qué me piden buscarla y luego atarme!!?- decía Kokkuri enojado mientras que ellos lo ignoraban.

Dégel al notar cómo el caballero de Leo no estaba y habiendo sentido su cosmos lejos del santuario decidió hablar con él.

Al llegar cerca donde estaba escuchó la melodía de un violín y alcanzando a ver a ambos se tranquilizó pero su tranquilidad duró poco ya que un objeto pasó velozmente llegando frente a ellos. Regulus se puso en modo de pela rápidamente, el violín dejó de sonar, Dégel aumentó el paso pero se detuvo al ver como Lilith posaba una mano en el hombro del chico indicándole que se calmara algo que logró pero no al cien porciento.

Las notas del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora