Capítulo XVIII

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Pasaron tres días de ese encuentro y todos ayudaban a reconstruir el santuario, en eso Lilith pasaba por ahí, pero sintió como alguien estaba triste, así que ocultándose vio como un joven de cabellos castaños, debajo de un árbol, sentado en una roca pensativo, así que decidiendo animarlo se hizo un pequeño zorro blanco y se acercó a él.

(Lilith como kitzune)

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(Lilith como kitzune)

Al principio no la notó, pero al no darse por vencida lamió su mano haciendo que él la mirara sin dudar comenzó a acariciarla lentamente, en eso Dohko apareció dándole un coscorrón.

–Eso me dolió Dohko– quejándose Tenma dejando de acariciarla para llevarse sus manos a la cabeza en un intento de apaciguar el dolor.

–Deja de estar así– para luego ver al zorro que los veía atentamente, el mayor de igual forma la acarició. –Vamos Tenma hay que reconstruir el santuario– sin más se alejaron dejándola en la sombra del árbol.

–"Espero que pronto te sientas mejor"– se dijo a sí misma pero antes de bajarse de dónde estaba, unos brazos la alzaron al aire, para toparse con unos ojos azules.

–"Espero que pronto te sientas mejor"– se dijo a sí misma pero antes de bajarse de dónde estaba, unos brazos la alzaron al aire, para toparse con unos ojos azules

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–Vaya eres adorable en tu forma de zorro– le habló Regulus. –Hace tiempo que no me visitas– reprochandole en cambio ella le lamió la mejilla –Está bien te perdono–

–"Vamos al río te recompensaré por no visitarte"– le habló telepáticamente, sin dudar se la llevó en brazos acariciando su suave pelaje mientras caminaba hacia el río.

Por otro lado un caballero buscaba a una peliplata. En un instante se vio dentro de la casa de Virgo, dónde percibió como Asmita meditaba y a un lado de él se encontraba bien zorro café que dormía tranquilamente.

–"Mi prima está con el caballero de Leo cerca del río"– una voz perteneciente a Akemi se escuchó en su mente a lo que le agradeció la información antes de salir.

En su camino vio como Yuki y Albafica colaboraban en la reconstrucción, así como también aquél peliplateado vigilaba a Kumiko de no acosar a los demás.

Las notas del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora