Capítulo XXII

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Dégel se encontraba algo nervioso revisó su atuendo, debatía si cambiarse por algo menos formal, seguía discutiendo mentalmente hasta que escuchó una voz.

–Lamento la tardanza pero...– dijo una vez ingresando pero se quedó sin palabras al ver como estaba adornada la mesa –Wow...te esperaste mucho– para luego verlo –Te ves bien– a lo que él sonrió aliviado, caminó hacia ella para sujetarla de la mano y guiarla a su respectivo asiento.

Sin más comenzaron a comer, al probar el primer bocado, quedó fascinada con su sabor.

–Que rico...no sabía que cocinabas tan delicioso–

–Gracias, solo lo hice por tí haría que todo fuera perfecto– quedándose callado por lo que dijo ya que no lo pensó. Por lo que avergonzado prefirió comer.

–Y yo ser algo más normal– dejando anonadado al chico.

–¿Por qué lo dices?–

–Por ser algo diferente, ya sabes una yōkai, una futura gobernante que... mejor olvida eso y seguimos disfrutando la comida– comenzando a comer algo nerviosa bajo la mirada de Dégel, quien decidió despejar su duda.

–Lilith– ganándose su atención –Sí cumplieras la promesa que le hiciste a Kagaho, ¿Qué pasaría con nosotros?–

–No te preocupes por eso ya que siento que esa pelea no se dará– mirándolo a los ojos transmitiéndole amor –Veras hay algo que me dice que muy pronto no tenemos que ir a las tierras del sur, no se cuándo pero por mientras hay que disfrutar nuestra compañía– tomando su mano dándole una sonrisa falsa, a lo que no pasó desapercibida.

–Está bien disfrutemos el tiempo que nos quede juntos– sonriendole para que ella no se sintiera mal relajandola, algo que funcionó.

Hasta que ella sintió varias presencias unas débiles y una poderosa, levantándose de su lugar saliendo hacia Piscis, seguida por Dégel por su extraño comportamiento.

–¿Lo sentiste?– le cuestionó a su hermana una vez ingresado a la doceava casa, quien asintió a su pregunta.

–Está débil al igual que él pero la otra está lejos de ellos  y no sé a quién pertenece– dejando sólo confusión en ambos chicos. –Vayan por Aimi necesitaremos el brebaje– sin más ambas se teletransportaron mediante la técnica de Yuki, que consistía en desvanecerse como si fueran aire.

Al llegar a dónde se encontraba su tía, que sin importar sus heridas, traía a Manigoldo igual de herido apoyándose de su hombro.

–Tía...¿Están bien?– preguntó Yuki acercándose a ellos.

–Sí... sólo son pequeñas heridas en mí y bueno él está inconsciente– cayendo de rodillas, sin más Yuki ayudó a su tía y Lilith tomó a Manigoldo para luego teletranportarse hacia la casa de Cáncer.

Una vez ahí esperaron a que Aimi trajera el brebaje, quien apareció poco después de la misma manera que apareció en la casa de Agasha. Le dió a beber al de Cáncer, así como a Kumiko quien se negó a beber afirmando que lo necesitaba.

–Sólo es cuestión de tiempo para que se recupere tengo que volver al pueblo– entregándole el brebaje a Yuki.

–Gracias amiga– abrazándola –Nos vemos pronto– a lo que Aimi se desvaneció en el aire.

–No debió irse– dijo una voz a sus espaldas.

–¿Por qué lo dices?– volteando a ver a Kumiko, observando a su hermana quién cuidaba al caballero herido.

–Hay problemas mayores pero eso se hablará más adelante en nuestros aposentos asignados–

–¿Sabes algo de la otra presencia?– a lo que la azabache sonrió.

–Pronto veremos quién es...ya que en cuestión de minutos estará en los alrededores– con esa pequeña información la joven Kitsune salió de ahí, encontrándose con Dégel y Albafica.

Una vez solas Kumiko se acercó a Lilith para hablar con ella.

–Sabes que muy pronto partiremos– a lo que ella asintió triste –Pero ese tema se discutirá más tarde...por ahora acompaña a Yuki– a lo que se dirigió a la salida pro nuevamente la mayor le habló –Dile al cachorro que te acompaña que su tío está por despertar– con esa noticia fue feliz hacia Leo, mientras la mayor se recargaba en uno de los pilares pensando en lo pasaría a futuro.

–Se podría saber ¿por qué me dejaste inconsiente?– le dijo Manigoldo a un lado de ella.

–Me lo pidió tu maestro– sin verlo, mientras él recordaba los sucesos anteriores, cómo el sacrificio de su maestro para sellar a Thanatos el dios de la muerte.

–¿En qué piensas?– preocupado por su seriedad.

–En cómo tomarán la noticia los demás...ya que muy pronto partiremos– dejándolo sin palabras ya que había tomado cariño a cada uno de ellos –Pero en estos momentos pienso en cómo será la nueva– viéndolo con una expresión feliz.

En otro lugar, Lilith ingresó a la casa de Leo.

–Regulus– casi gritando –Te tengo una gran noticia– a lo que él apareció de inmediato –Tú tío está por despertar–

–Es enserio– sin ver pizca de mentira dió un grito de felicidad, para luego abrazarla, hasta que sintió nuevamente su presencia al máximo, así cómo minutos después sintieron el cosmos de Athena, junto a otro conocido por el joven.

–"Será acaso un aliado"– pensó. –Tengo que irme Regulus debo buscar a Yuki– dejando desconcertado al muchacho por su cambio de actitud.

Al llegar con su hermana hablando con Dégel y Albafica. Pero al acercarse a ella intercambiaron miradas, se tuvieron que disculpar con ellos y fueron en busca de la presencia, hasta que encontraron a una yōkai, que al observarla bien era del clan de los shika yōkais (multimedia), quien ayudaba al caballero de Capricornio.

–Laidys...se encuentra herido, pude detener la hemorragia, pero sigue débil por lo que decidí traerlo hacia ustedes ya que por lo visto supe que las conocía, los demás se negaron a ser auxiliados y los otros bueno...no llegué a tiempo– Yuki se llevó al El Cid con su tía ya que ella tenía el brebaje, en cambio Lilith se quedó con ella.

–¿Quién eres?– a lo que ella se arrodilló mostrándole su respeto.

–Soy Kaori, amiga de Taro– sorprendiéndose por ello– Soy una de las sobrevivientes del reino del sur, una yōkai de la naturaleza, tengo un mensaje para ustedes sobre la situación actual del reino– dejando estupefacta a Lilith.

Sin más la llevó al santuario para hablar con los demás, pero antes fue por Aimi. Al estar todos reunidos en la habitación Kaori habló.

–Las tierras del sur siguen sin recuperarse, los pocos que habitan intentan sobrevivir o detener a los invasores que quieren apoderarse de las tierras... necesitamos que regresen para salvarnos–

–Pero ir ahora no serviría de nada– sorprendiendo a todos –La luna sangrienta va a comenzar dentro de tres semanas pero hay que acudir antes para crear un nuevo ritual así como hacer unas modificaciones.

–Ma...digo...Kumiko... estás diciendo qué...– pero fue interrumpida Akemi.

–No todos irán sólo los que poseen la sangre de Miu, los demás se quedarán a ayudarlos ya que no podemos abandonarlos en estos momentos–

–¿Cuándo sería la partida?– preguntó Yuki.

–Dentro de dos días a lo mucho–

–Regresaremos pronto ¿verdad?– algo desanimada Lilith.

– No lo creo...ya que no sólo es el ritual sino que al saber de su regreso los demás reinos harán sus visitas y no habrá descanso hasta un par de meses a lo poco– viendo las caras de todos. –Vayan a disfrutar lo que les queda de tiempo aquí, creo que es todo por ahora– pero antes de irse Kokkuri decidió hablar.

–¿La señorita Athena y el patriarca ya lo saben?–

–No...pero luego le diré además...el patriarca ha muerto– sorprendiendo a todos por esa noticia–Ya pueden retirarse menos tú– sin más todos salieron excepto Kaori.

–Tú nos serás de ayuda en el ritual– causando pánico en la yōkai, para luego decirle algunos detalles.

Las notas del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora