Los espectros se lanzaron hacia ella quién, sin mover ningún músculo solo esperaba el ataque, pero éste no llegó, el sonido de los cuerpos cayendo al suelo sin vida la hizo buscar al culpable quién estaba frente a ella.
–¿Qué sólo sabes exponerte al peligro?– comentó aquella figura familiar.
–Albafica, que no viste que era mí lucha– comentó con los brazos cruzados en señal de molestia, para luego bajarlos y cambiar a una expresión más alegre. –¿Vienes a quedarte un rato con nosotras?–
–¿Qué?...no...no tengo tiempo– dándose la vuelta para retirarse.
–Oye ya estás aquí solo quédate un rato más ¿qué te cuesta?– rogó mientras le sujetaba la mano a un Albafica sorprendido ya que no se percató que la chica estaría muy cerca cómo para tomarle la mano.
–¿Estás bien?– murmuró al ver que no decía o hacia nada, para luego acercar su mano dándole débiles cachetadas al chico, qué al sentir esos golpes reaccionó.
–Tengo que irme a una misión– retirando las manos de la chica.
–Bueno entonces nos vemos en otra ocasión, cuídate– despidiéndose de él comprendiendo su situación, para luego dirigirse con la pequeña que parecía que pronto se despertaría. Mientras el caballero se fue meditando sobre lo ocurrido con la chica.
Una vez despierta la castaña, Lilith decidió no contarle nada y se retiraron por otro camino para que la menor evitará ver los cuerpos.
En un pueblo cercano un trío se acercaba hacia él y no con buenas intenciones.
–Sabes que a este paso no llegaremos padre– comentó Taro impaciente.
–Lo sé pero sino seguimos así ella podría darse cuenta de nosotros y no queremos que eso pase–
–Ya estamos en otro pueblo, haber que diversión obtendremos de aquí– dijo Daichi de modo aburrido, pero ganando un par de sonrisas siniestras por parte de sus acompañantes.
De regreso al santuario, un caballero pidió hablar con el patriarca y la diosa Athena, cuando llegó con ellos les dio una reverencia cómo muestra de respeto para después comentarle lo sucedido con aquella chica.
–Eso es interesante– mencionó Athena. –¿Qué opina de ésto patriarca?–
–Veo que deberías traerla ante nosotros y así saber el por qué de su inmunidad ante tu veneno– mencionó Sage.
–Cómo ordene patriarca– dijo Albafica para luego retirarse en busca de Lilith.
Al mismo tiempo que esto ocurría en una casa, más bien en una habitación, dos chicas se encontraban ahí.
–Oye Agasha–habló la azabache.
–Sí Lilith– ganándose la atención de la mayor.
–Etto...yo... cómo decírtelo... tú– comenzó a balbucear la joven para después hablar firme. –¿Tú confías en mí?– obteniendo un asentimiento por respuesta. –Bien...yo hace unos meses huí de casa por algo que me enteré... querían usarme para sus propósitos por lo que decidí desaparecer– bajo la mirada para suspirar pesadamente y proseguir ante la atenta mirada de la menor. –Anoche tuve una visión y me está buscando mi padre, siento que muy pronto estará aquí y cuando eso suceda tu y tú padre deberán estar a salvo así como este pueblo, por lo que tendré que acudir a su encuentro...te digo esto para que no te pongas triste si no me encuentras algún día, además aún falta para que él llegue...pero regresaré porque decidí quedarme a vivir junto a mi hermanita para protegerla como a los del pueblo.– dijo abrazando a la castaña quién correspondiendo a su abrazo preguntó algo que le dejó una duda.
–Protegernos, ¿cómo?...¿acaso eres una amazona que cuida a la diosa Athena?– intentando comprender pero lo que obtuvo fue una negación acompañada con una risa.
–No exactamente...apenas conozco que hay caballeros, amazonas... digamos que soy un ser tanto poderoso como peligroso, que muy pronto conocerás, me gustaría que me conocieras realmente como soy pero si lo hago él llegaría más rápido– aquella confesión asombró a la niña, al saber que ella parecía una chica normal podría ser tan poderosa para querer proteger el pueblo así como aquel caballero que portaba la armadura de piscis.
–Pero no estarás sola en protegernos el señor Albafica también nos protegerá de cualquier peligro– mencionó la niña ya que le preocupaba que su hermana saliera lastimada.
–Entonces tengo un compañero...pero ésta será una pelea familiar a lo mejor en otro tipo de situación con gusto aceptaría su ayuda.– un bostezo salió de la boca de Lilith. –Ya me aburrí, vamos a la fuente principal a tocar el violín sólo que esta vez tú serás la que tocará– dijo para luego salir de la habitación sin notar la cara de pánico que tenía la chica, al percatarse de que no estaba detrás de ella fue devuelta a la habitación.
–Pe...pero yo...yo no...– decía detrás de la azabache quién ya la había sacado de la casa y llegaban a la fuente.
–Comienza– entregándole el violín.
–Pero no se tocarlo– diciendo con un tono de voz algo entendible.
–¡Ah! Es cierto, no te enseñé nada que mala maestra soy... jajaja...te mostraré lo básico– así pasó Lilith el resto del día enseñándole lo básico, todo iba bien hasta qué.
–Oye Lilith tengo hambre, ya vámonos a comer–
–Es verdad ya es tarde... adelantate veo que tienes más hambre que yo, ahorita te alcanzo solo aguardo el violín y listo ¿sí?– la pequeña no dudó y se fue corriendo a casa.
–"Vaya si que tiene hambre"– iba caminando rumbo a casa pero una voz la detuvo.
–Al fin te encuentro, necesito que me acompañes al santuario de inmediato–
–Hola ¿Cómo estás? Yo bien y ¿Tú? Me alegro– habló burlonamente así como enfadada. –Qué descortés de tu parte Albafica...ah bueno pero que le vamos hacer...–negando con la cabeza en repetí ocasiones. –Espérame aquí voy a dejar esto y aviso para que no se preocupen mientras me esperas sonríe un poco– y así fue como dejos sus cosas y les avisó diciéndoles que no debería ser algo malo esperando ella tener razón, para después regresar a la fuente donde cierto caballero la esperaba.
–Bien ya estoy aquí...vamos al santuario– comenzando su marcha pero el ambiente era demasiado silencioso para la chica.
–"Ahh esto es aburrido y nostálgico me hace recordar cuando viajaba sola"– se decía a sí misma.
–"Ni que lo digas"– le respondió aquella voz.
–"Hay que romper este silencio"– mencionó decidida obteniendo una afirmación de a desconocida voz.
–Disculpa Albafica...pero ¿Por qué necesito ir al santuario?– intentando saber si lo que creía era verdad.
–Es para saber por qué eres inmune a mi veneno–
–Ah era eso...yo creí que era por...por otra cosa más terrible, no sabía que tenías veneno, pero eso es fácil de comprender– decía mientras su acompañante le daba una mirada curiosa por la respuesta que dió.
–Lo que sucede es que yo... Wow con que este es el santuario es más increíble de lo que me dijeron y ¿a qué parte del santuario vamos?– cambiando de tema al ver el lugar.
–Iremos a la cámara donde se encuentra el patriarca y la diosa Athena– le comentó–Pero primero hay que pasar por las 12 casas del zodiaco– pero antes de formular una pregunta obvia Lilith, él se la respondió.–Al rato conocerás quienes viven ahí–
–Sabes deberías ser más alegre...¿Te puedo preguntar algo?– dijo
–Ya la hiciste– habló algo divertido.
–Eso no– le dijo algo molesta.
–Esta bien– le contesto sin verla.
–¿Te agrado?– esa pregunta tomo de sorpresa al joven quien se detuvo frente a la primera casa–¿Qué pasa?...ya responde es sí o no–dijo mientras comenzaba a desesperarse.
Continuará....
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Las notas del amor
Fiksi PenggemarCuando crees que sabías todo sobre tu vida, así como a la persona que creíste te protegería era realmente el asesino de tu felicidad. Lilith es una joven que aparenta ser frágil y débil pero no todo es lo que parece. Una noche huye de casa al saber...