—¿Connor?
—No, el Chapulín colorado —contesta sarcástico y yo ruedo los ojos.
—¿Podes llevarla? —medió Alec antes que yo pueda contestarle al idiota.
Connor asiente—Tú solo lleva a Emma.
Me imagino la emoción que siente Emma en su interior al ver que su amado crush la llevará a su casa.
Creo que cae muerta de la emoción.
Sin esperar mucho más, Alec se lleva a mi amiga y yo me quedo a solas con Connor.
Nos miramos e hice una seña para indicar que salgamo. Connor asiente y vamos caminando en silencio, ninguno de los dos tiene ganas de hablar con el otro por lo visto.
Salimos de la casa en donde está la fiesta y nos dirigimos al auto de Connor.
Nos subimos al auto.
—Voy a tener que fumigar luego de que hayas estado aquí —dice mientras cierra la puerta del lado del conductor.
—Tú tendrías que fumigar todos los días cuando uses el auto, además hay un olor... ¿sabes lo que es el agua y el jabón no? —pregunto victoriosa.
No es verdad lo del olor, es más, tiene un rico aroma de perfume de hombre, pero mi orgullo no me permite admitirlo en voz alta.
—Un jabón voy a meterte en la boca para que te calles.
—Tú empezaste tarado —le respondo obvia.
Connor rueda los ojos—No, tú.
—¿Acaso no me dijiste que tienes que fumigar por mi culpa? Tú empezaste.
Connor hace un movimiento brusco con el auto y lo estaciona en una calle oscura y con poca gente transitando en ella.
Se acerca a mi, no puedo ver completamente su rostro pero se ve una parte de su cara iluminada—Fuiste tu quien me desafió, fuiste tu quién me insultó, fuiste tu quien se metió en mi cabeza y no sale.
—Yo fui así porque no me diste de otra, pudiste aceptarme en tu equipo pero no lo hiciste por tu machismo, ¿Cómo no quieres que empiece si estás queriendo hacerme menos por ser mujer? ¿Como quieres que no te insulte? Yo soy amable con lo que lo son conmigo y no fuiste amable en ninfuma de las veces. Has sido un egocéntrico, machista, idiota y muchos adjetivos más. Yo me defiendo, nunca no voy a defenderme, soy decidida y defiendo a muerte mis convicciones.
Connor me mira por unos segundos que parecen eternos.
Se acerca aún más a mi—Eso es justamente lo que me vuelve loco: tu forma de ser.
No se el porqué, pero mi corazón se empezó a acelerar.
No entiendo esto si es un reclamo, una pelea, un reproche o una declaración de atracción.
Este chico es confuso.
—No entiendo, ¿a qué quieres llegar?
—digo frunciendo el seño sin entender mucho a este chico confundido.No contestó a mi pregunta, solo se dedicó a observarme por algunos cinco segundos.
Luego se alejo como tratando de debatir algo contra su mente.
Vuelve a enfocar su atención en mi, y no se como, pero rápidamente sus labios tocaron los míos.
Sus dulces labios van moviéndose lentamente sobre los míos, por alguna razón no quise despegarme de él.
Me hubiese gustado empujarlo, insultarlo por ser un idiota por besarme y haberle jurado que me vengaría.
Traté con todas mis fuerzas de voluntad separarnos, intenté que se apartara pero la acción no me salía.
Entonces dejé de luchar contra mis impulsos de separarme, le seguí el beso sin importar los gritos de mi cerebro diciéndome que me separe de él y que lo mande a la mierda.
Al principio es suave y delicado pero luego se torna más salvaje y apasionado.
Después, Connor se separa de mi y se aleja un poco.
Me quedo en shock y sin saber que decir, Connor también se encuentra en ese estado.
Parpadeo varias veces hasta que mis neuronas vuelven a funcionar y reacciono.
—¿Eres idiota o cuando eras chico te hicieron tomar lavandina? —pregunto mientras trato de mostrar un enojo que no siento.
Connor rueda los ojos—Si te sirve de consuelo, fue el peor beso de la historia.
Auch, mi ego.
¡Si yo no beso mal!
—Lo tuyo ni beso se puede llamar —digo y él luce ofendido.
Destruime el ego y haré lo mismo con el tuyo.
—Como sea —dice para luego arrancar el auto y seguir nuestro rumbo.
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—¡Idiota! ¡Por acá no es! ¿No ves que casi no hay casas y está todo oscuro? —espeto mientras observo las calles que por cierto no es una zona linda no concurrida.
—Estoy tomando un atajo tonta, si voy por la avenida habrá mucho tráfico.
—¿Sabes como vamos a terminar? ¡Perdidos! —exclamo.
—No nos vamos a perder —trata de convencerme Connor sin mucho éxito.
Listo, nos vamos a perder seguro.
Después de que Connor diera un par de vueltas, me doy cuenta que estamos yendo en círculos, ¿No se daba cuenta que ya habíamos pasado por el cartel gigante que dice "Preservativos Prime" como cinco veces?
—Ya pasamos por aquí.
—No es cierto —contradice el idiota.
—Si es cierto, vi como treinta veces el cartel de allá que dice "Preservativos Prime" —señalo aquel cartel.
Connor lo mira y luego posa su mirada en mi.
—Nos perdimos entonces.
Y ya nos perdimos, genial ¿no?
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Guerra de capitanes (GDC)
Teen FictionApuesto a que ustedes alguna vez en la vida amenazaron al director machista de su Instituto a crear un equipo de fútbol americano para mujeres, ya que no te dejaron entrar al de los hombres, y competir para ganar un desafío contra el capitán del equ...