Guerra de capitanes (GDC)

12. ¡Vamos a romperla!

Holaaa, antes de leer el capítulo ¿Quieren que haga un maratón por semana santa? Como no voy a la escuela ni el jueves, ni viernes, puedo ponerme a escribir y ponerme las pilas con la historia.

Ahora si, empiecen a leer.

Hoy me siento emocionada, ansiosa y con muchas ganas de competir.

Ya quiero que pasen las horas para poder jugar en la cancha y patearles el trasero a nuestro rival.

Hoy es nuestro primer partido del campeonato y me siento, ya con ganas de salir y demostrar lo que podemos hacer si nos dan un balón y una cancha.

No estoy para nada nerviosa, confío mucho en mi equipo y en mi. Practicamos mucho en estas semanas y yo creo que vamos genial para recién empezar, y también estoy segura de que podemos seguir mejorando. Hasta siento que podemos llegar a ser uno de los mejores equipos de fútbol americano.

Me encuentro caminando por los pasillos del Instituto sin dejar de pensar en nuestro partido contra "Las Tigresas", así son llamadas las jugadoras del Instituto Parker.

Me encuentro pensando hasta que una chica se tropieza conmigo y me hace caer.

—Ouch —me quejo.

—¡Lo siento, Ashley! —exclama la chica

—¿Te conozco? —le pregunto frunciendo el ceño, ya que ella conocía el mío, tal vez yo ya la había cruzado y no me acuerdo.

—Aún no, pero pronto si. Me estoy postulando para ser la presidenta del último año, necesito que me voten para ganar y así, aplastar a mi enemigo —dice con una sonrisa malvada.

¿Aplastar a su enemigo?

Me agrada.

—¿Quién es el otro candidato? —le pregunto a la chica.

—Ethan Hardford, mi peor enemigo —responde.

Creo que lo he visto alguna vez.

—¿El chico con sonrisa dulce? ¿Él es tu enemigo? Es amable con todos —digo sorprendida, Ethan es de los pocos en este Instituto que soporto.

—Conmigo no. El tema es que si me votas y me convierto en presidenta, habrá pizza gratis todos los días de almuerzo.

Se ganó mi corazón chicos.

—Está bien, —acepto—votaré por ti...

—Soy Brianna, Brianna Collins —se presenta su nombre.

—Votaré por ti Brianna —le aseguro y ella salta de la emoción.

—¡Gracias Ashley! —dice mientras se aleja cantando y saltando—¡Te aplastaré Ethan! ¡Como a una cucaracha! —y luego se ríe de forma malvada.

No se el porqué, pero me recuerda a alguien...

Lo tengo en la punta de la lengua, siento que la conozco muy bien...

Niego con la cabeza divertida.

Luego, veo a Hannah y a Emma acercarse hacia mi.

—¿Qué materia tienes? —pregunta Emma.

Agarro el papel donde dice mi horario y me fijo que me toca.

Ruedo los ojos—Química.

Diría que odio con todo mi ser química, pero no, odio todas las materias con todo mi corazón.

—Me toca matemática —dice Hannah mientras bufa.

Entro al salón de química y me siento junto a Emma, quién estaba ya en el aula.

Pocos segundos después, entra la profesora y mi mente empieza a vagar en estupideces.

(...)

Ni bien suena el timbre indicando que la última clase acabó, salí inmediatamente del salón y me encuentro yendo directamente a la cancha para practicar unos treinta minutos antes del partido.

Al llegar al campo, lanzo mi mochila a un costado y voy hacia Kim, la subcapitana del equipo de fútbol americano.

—Hola bombona —saluda la castaña picaramente.

—Hola Kim —le devuelvo el saludo.

—Estás muy sexi, ¿te parece si vamos a un lugar más privado? —pregunta y luego pone su cara de pervertida.

Sí, Kim es lesbiana, a ella le gusta asustar a sus compañeras con sus comentarios pervertidos o morbosos, todo el mundo sabe que a Kimberly le gustan personas de su mismo sexo. Es abiertamente homosexual y no teme decirlo ni demostrarlo y lo que los demás piensen de ella le da igual y se lo pasa por el culo.

Kim es una gran compañera y amiga.

Mucha gente discrimina a Kimberly por su orientación sexual, esa gente son personas ciegas y estúpidas.

¿Discriminar por que a Kim le guste las mujeres? ¿En serio? Ese tipo de personas tienen un pensamiento viejo, ambiguo y tonto.

Ruedo los ojos ante el comentario de Kim—No gracias, a mi me gustan los penes.

Kim llora falsamente—¡Pero eres el amor de mi vida!

Río—¿No era Camila Cabello el amor de tu vida? —pregunto burlona.

—Es mi platónica, la famosa que nunca en la vida conoceré. Es mas posible que tú me des bola.

Yo niego—Es más probable que seas novia de Camila Cabello.

No me malinterpreten, Kim es muy guapa, divertida y amable, pero no soy lesbiana.

No me gustan las chicas, pero si lo fuera, saldría con Kimberly sin pensarlo dos veces.

—Camila Cabello ¡Violame! ¡Por favor! —exclama Kimberly.

—Después le pides a Dios que Camila sea tu novia, ahora debemos entrenar
—Kim asiente sin decir una palabra más y empezamos a entrenar un poco antes del gran partido.

***  5 minutos antes del partido.

Me termino de colocar mis zapatillas deportivas, una vez que mis pies están calzados, decido ir junto a las demás jugadoras que están esperandome.

Cuando entro en el salón donde están todas las jugadoras, escucho frases como "Estoy nerviosa", "Miren si perdemos", "¿Qué pasa si hago un pase mal?" Y ese tipo de frases que te hacen dudar de todo lo que aprendiste en todo el año.

Esta situación me recuerda a matemáticas, cuando ya estudiaste todo, a la hora de la prueba o no te sale o se te nubla el conocimiento que estudiaste anteriormente, así puedo sentir que están las chicas.

—¡Ey! —llamo la atención de mis compañeras de equipo—¡No digan tonterías! ¡Practicamos mucho para que ahora ustedes duden de sus capacidades! ¡Todas tienen talento! ¡No teman a la cancha! Si le temen van a perder obviamente y todo fue en vano. ¿Tienen miedo a equivocarse? ¿Qué importa? Hasta el más profesional se equivoca, nadie sabe jugar perfecto al fútbol americano. Una de las razones que estamos aquí es porque amamos el fútbol americano y como nos apasiona, aprender con estos partidos que tendremos. Tanto ustedes como el otro equipo se va a equivocar, pero el punto es seguir y seguir hasta caer desmayada. No se rindan nuca. —hago una pequeña pausa—Escuchen: ¡Vamos a romperla!

Y todas aplauden por mis palabras, iba a contesarles con más palabras de aliento pero ya tenemos que ir hacia la cancha a encontrarnos con nuestro rival.

Suspiro dejando todo atrás para poder concentrarme solo en el fútbol americano.

Todo va a salir bien.