Guerra de capitanes (GDC)

28. Viaje, ya te siento

ASHLEY.

Las ojeras que llevo en este momento bajo mis ojos son tan espeluznantes que hasta a mi me asustan.

Esas bolsas violetas son signos de noches y noches sin dormir gracias al estudio.

No, no soy de esas chicas que tienen todo diez, tuve que estudiar mucho porque tengo un montón de materias desaprobadas y no quiero que me echen de mi casa de una patada en el trasero y terminar viviendo bajo un puente.

Mejor estudiar antes de vivir bajo un puente.

Seguro de tanto estudiar ya se me confunde toda la información que tengo almacenada en mi mente.

Ya me imagino poner algo así en la prueba "La diartrosis es hipotenusa al cuadrado más Don Quijote de la mancha quien descubrió la teoría de la evolución"

Sip, soy bien capaz de poner algún tipo de burrada como esa.

—Ashley —escucho como pronuncian mi voz, veo a Hannah arqueando una ceja mientras las demás me miran con curiosidad—estás como en las nubes, ¿te pasa algo?

Niego con la cabeza—Estuve estudiando y estoy muy cansada.

—Muerta diría yo —susurra Emma por lo bajo mientras suelta una risa.

Antes de que yo pueda hablar y defenderme con mis argumentos, Me interrumpen.

—Sigue siendo sexi de todas formas —dice Kim, esperen, ¿Kimberly cuando apareció?

—Yo siempre soy sexi —digo bromeando.

—Se lo podemos preguntar a Connor —dice Hannah burlona.

—Que la chupe Connor, con Ashley nos vamos a casar —dice Kim mientras pasa su brazo por mi hombro.

—Oh si, —respondo siguiéndole la broma a mi amiga—por vos Kim, me cruzo de calle y me paso para el otro lado.

Las chicas se ríen, Kimberly saca su celular y nos tomamos una foto.

—Ashley, ¿qué te parece si pongo algo como "Están invitados a nuestra boda donde nuestros corazones van a unirse, los esperamos en la iglesia. PD: Como somos pobres y no tenemos money para las tarjetas, sáquenle scream a esta invitación y no jodan"?

—Suena muy bien, me gusta —digo mientras agarro mi botella de agua y la bebo.

Luego las chicas se quedan en completo silencio y miran por detrás de mi con una cara de pocos amigos.

Me doy vuelta para ver quien se encuentra detrás mío y al ver quien es, me doy vuelta de nuevo, ignorando a esa copia barata de mi.

—¿Por qué demonios están en silencio? —les pregunto a mis amigas.

—Está Ashley detrás de ti —contestan.

—Ajá, ¿y? Por mi que esté al lado mío o a diez mil kilómetros, me da totalmente igual su presencia —respondo.

—Estoy aquí —dice llamando la atención de las chicas.

—Lo se, no soy ciega —contesto burlona.

Okey, no puedo controlarme con eso de ser borde, me encanta demasiado ser así y si a los demás no les gusta, váyanse a la mierda todos.