—Mira desde que te conocí yo sabía que eras un idiota. Me pareciste un idiota, me pareces un idiota y siempre me parecerás un idiota. Desde un principio me hacías enojar, me peleabas, me hacías bromas y he querido matarte reiteradas veces. Pero yo sabía desde un principio que yo sentía algo por ti, puede ser que lo haya ignorado o no lo quería admitir porque soy demasiado orgullosa. Poco a poco iba sonriendo muchas más cosas por ti, cada momento que pasamos me hizo ver una pequeña parte de ti. Me enamoré de ti, de cómo eras realmente. Me gusta tu forma de ser cuando estás conmigo y se que te conozco poco pero sé que esa fachada machista tuya no existe, es un invento que has hecho. Yo se que no seré la persona más amorosa del mundo o la más demostrativa, pero cuando quiero a alguien lo quiero en serio y me pongo en modo intensa como ahora. Amo todos tus defectos y todas tus virtudes, quiero estar en las buenas y sobre todo en las malas. Te quiero más de lo que yo pueda admitir.
Connor se queda sin parpadear durante unos segundos, hasta después de un tiempo y logra reaccionar.
—No me lo esperaba debo admitirlo. Y antes de que te bese, también tengo cosas que decir. Desde el primer momento en que te vi yo supe que me enamoraría de ti, no se como pero lo presentía y me negaba a creer eso. No quería enamorarme por miedo a sufrir, a que no me correspondieras, a que me usaras, a que no me quisieras más y sobre todo tenía miedo a que pudieras romper mi corazón. Yo sabía que el amor es lo que te construye y también lo que destruye a una persona. Es posible que tú y mi familia conozcan esta fachada de mi, que es la verdadera, es mi yo interno y siento que debo protegerlo. Pero estoy seguro que puedo estar contigo porque por lo poco te conozco sé que tienes unos buenos valores y buenas intenciones. Te quiero Ashley, todo de ti me encanta y me vuelve completamente loco...
Antes de que pueda continuar con sus palabras, lo callo de un beso.
Hace mucho que no tenía sus labios sobre los míos y sinceramente ya los extrañaba.
El ritmo del beso es bastante salvaje, y los dos estamos sacando todo lo que retuvimos en este último tiempo con respecto a nuestros sentimientos.
Me encanta cuando sus labios besan los míos con pasión y al mismo tiempo con cierto cariño.
Y estoy acostumbrándome a que mi corazón lata con rapidez y con mucha fuerza.
Siento que caí en un hechizo, sigo sin poder creer que siento esto por un tonto como Connor.
Que cosas ¿no?
Y estoy más asombrada de que algo así, pueda pasarme a mi. Pensé que nunca me pasaría, pero me equivoqué evidentemente.
Nunca había sentido esto por nadie más, nunca había experimentado ese sentimiento en el estómago al besar a alguien y nunca me había importado tanto el bienestar de alguien más que no sea el de mi familia, amigos o el mío.
Lo quiero muchísimo y eso me asusta un poco.
Pero voy a mandar a la mierda todos mis miedos, voy a gritarle en la cara al temor que no me va a ganar.
No voy a cagarla gracias al miedo, si la cago que sea por cualquier otra cosa pero con valentía.
Entonces es cuando me doy cuenta que no podría disimular más estos sentimientos en mi interior, que no ganaba nada con guardarlos y esconderlos.
Al fin y al cabo, uno cuando se enamora la cordura y el control son cosas del pasado. Los impulsos se hacen más frecuentes, o al menos ese es mi caso.
Sus labios besan los míos durante un largo momento, sus manos se apoyaron en mi cintura y las mías alrededor de su cuello.
Y no, no iba a ahorcarlo.
Luego de un tiempo, Connor acerca mi cuerpo hacia el de él.
—No quiero interrumpir; pero, —escucho la voz de Kim, me separo y la miro—Ash te busca Kendall.
Ruedo los ojos, ¿justo a la entrenadora Knight se le ocurrió interrumpirme en este momento?
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Guerra de capitanes (GDC)
Teen FictionApuesto a que ustedes alguna vez en la vida amenazaron al director machista de su Instituto a crear un equipo de fútbol americano para mujeres, ya que no te dejaron entrar al de los hombres, y competir para ganar un desafío contra el capitán del equ...