14. Eso no es de hermanos.

4.8K 347 55
                                    

Maratón 2/3

ASHLEY.

Me hubiese gustado que Connor viera el partido que jugamos con el equipo femenino, para así cerrarle la boca.

No todos los días anotas con seis segundos y te puedes declarar victoriosa.

Ahora nos suman tres puntos, gracias a la victoria, a la tabla de posiciones.

Cuando ganas te dan tres puntos, al empatar uno y al perder nada.

Estamos junto a los que ganaron el primer partido, esperemos tener un buen puesto en las tablas para asegurarnos la victoria.

Todas estamos llenas de alegría, felicidad y emoción.

La sensación de ser el vencedor, es un sentimiento de orgullo que se siente en el pecho.

El festejo de nuestro equipo refleja nuestro contento con el partido, ya que salió muy bien.

Obviamente, admito que tuvimos algún que otro error (como todos los equipos, ningún equipo es la perfección), pero jugamos excelente para ser nuestro primer partido del equipo femenino del Instituto.

Espero que eso pueda callar a todos los malditos que subestiman a la mujer.

Si tienes disciplina, perserverancia y resistencia puedes lograr todas tus sueños y metas.

No influye el "eres mujer" o "eres hombre", todos por igual podemos alcanzar lo que nos propongamos si trabajamos duro.

Y créanme, voy a conseguir mi meta: Ganarle a Connor y salir llena de victoria.

***

Me encuentro en el vestidor de las chicas, colocandome mis zapatillas para ir a mi casa.

Mis compañeras se están bañando o se están cambiando para luego irse a su casa.

Al recorrer el vestidor con mi mirada, veo a Kim observandome con los ojos puestos fijamente en mi, ruedo los ojos divertida.

—Eres una bomba Ashley, siento que se me caen las bragas al subsuelo —comenta mirandome pícara.

Suelto una carcajada, se perfectamente que habla en broma, se que le gusta una chica que pertenece a las porristas aunque no me dijo el nombre.

—Casate conmigo, hagamos Kashley real, los hombres son idiotas —pide Kim mientras me mira con cara de perrito mojado.

—En algún momento Kashley será real —bromeo y ella ríe.

—Esperaré por ti, mi princesa —bromea para luego largar una fuerte carcajada y yo hago lo mismo.

Esta chica es genial.

Me levanto de la silla en la que estaba sentada y tomo mi mochila para irme, me despido de Kim y salgo de allí.

—¡Cuídate bombon asesina! —distingo la voz de Kim, río negando con la cabeza.

Esta chica está completamente loca de remate.

Por eso es mi amiga.

Al salir de la escuela y al caminar unos cuantos metros, veo como un auto estaciona cerca mío.

Todas las ventanas del auto se encuentran cerradas, el coche es de color negro brilloso—como si lo hubieran lavado hace poco.

Luego la ventana del co-piloto se abre y se puede ver a Connor en frente del volante.

—Anda, sube —me invita a que entre al auto de él.

—No, me iré caminan... —no termino de completar la oración cuando un trueno se escucha, miro hacia el cielo y puedo ver como lo soleado de antes se transformó en nubes grises que almacenan agua. Suspiro.—Bien —bufo mientras abro la puerta y me adentro al auto.

Al estar sentada, me abrocho el cinturón de seguridad.

Connor pone en marcha el auto.

Cuando avanzamos veo como una chica alta, con cabello negro como la noche, ojos azules que contrastan con su melena oscura, un cuerpo delgado y con curvas.

La chica estaba mirando el interior del coche y en el asiento del copiloto.

Me estaba mirando de manera amenazante.

Si las miradas matasen, yo estaría bajo tierra.

Para confundir a la ojiazul, decido dedicarle una sonrisa.

Su rostro era todo un poema, seguro estaba esperando que le diera una fulminante mirada o que le saque mi dedo medio.

Su desconcierto me alegra de una buena manera.

Dejo de mirar a la chica de fulminantes ojos y luego miro a Connor.

—Mi casa es... —le pienso dar la dirección pero el idiota me interrumpe.

—Se donde es, Ryan hace muchas fiestas cuando sus padres no están y he ido a todas.

—¿Ryan hace fiestas? —pregunto arqueando una ceja, puedo amenazarlo con que le digo a nuestros padres que hace fiestas cuando ellos no están a cambio de algo que yo necesite.

Que lindo es amenazar a las personas, y más a tu hermano.

Soy una hermana fabulosa, lo se.

Sonrío con maldad.

—Y de las buenas —responde Connor.

El malnacido hace fiestas buenas y no me invita.

Eso no es de hermanos.

—Y no me invitó a ninguna —gruño

—¿Quién querría invitarte? —pregunta.

—A mi me sorprende que te invite por tu estupidez, pero luego recuerdo que ambos tienen el mismo tipo de estupidez y se me pasa —contesto encogiendome de hombros.

—Yo siempre pensé que Ryan era un idiota, cuando te conocí pensé "¿Cómo es que alguien puede superar a Ryan Blake en idiotez?", luego me enteré que eran hermanos y entendí que es genética.

—No confundas idiotez con inteligencia. Un claro ejemplo de idiotez eres tú, y yo, si me paro al lado tuyo soy Einstein.

Connor lanzó una risa sarcástica—¿Inteligente? ¿Tú? —vuelve a reírse.

Sonrío—Con eso compruebo tu idiotez y tu inteligencia. No dije que yo era inteligente, dije que al lado tuyo soy inteligente.

—¿Cuál es la diferencia? —frunce el ceño.

—Que al lado tuyo, hasta Homero Simpson es inteligente, o sea cualquiera.

Achica sus ojos azules y por un momento deja de ver la carretera, luego mira hacia delante para seguir conduciendo.

Guerra de capitanes (GDC) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora