El Nuevo Dios Dragón

Capítulo 17: La boda de Ravel y la furia de un Dragón

Todo el salón estaba en total silencio mientras que el castaño tenía una sonrisa en su rostro.

Ninguno de los presentes podía creer lo que estaba viendo, al frente de ellos estaba la persona que era aclamada como héroe, aquella que sacrifico su vida para salvar a todos.

Sin embargo esa parte de sacrificar no era del todo cierta ya que ahora estaba frente a ellos y con el guantelete del Sekiryuutei nadie podía decir que era un impostor.

Sentimientos encontrados estaban experimentando todos los presentes, miedo, terror, amor, felicidad, odios y muchos más.

Tiamat en ese momento no sabía que pensar o que decir la persona con la que sea había sentido atraída era real mente el sekiryuutei, en otras palabras Ddraig estaba al frente de ella, un gran odio se empezó a sentir la dragona con solo recordar a ese dragón rojo pero no hiso nada ya que la persona que tenía a Ddraig en su cuerpo es la persona que había pensado intentar algo pero ahora ya no sabía que decir o que hacer.

Lord y Lady Gremory sentían una gran vergüenza al ver al que alguna vez iba a hacer su yerno, en ese momento recordaron que cuando el castaño se había ido ellos decidieron buscar un nuevo candidato y después de un tiempo de ver como Raiser consolaba a su hija decidieron que ahora con su nueva actitud era perfecto.

Y desde aquel momento hicieron todo para que los dos estuvieran juntos, y después de un tiempo lo lograron y se olvidaron por completo de aquel castaño que los veían como unos padres, ellos sentían vergüenza porque sabían que habían decepcionado al castaño ya que ahora saben que él estuvo en la boda de su hija viendo cómo se casaba con otro y ellos sin decir o hacer nada, y más bien estaban festejando.

Sirzech y Ajuka no lo podían creer la persona que a pesar de la edad sentían admiración por haberlos salvado ya sea Ajuka en la batalla contra el Trihexa o de Sirzech por salvarlo de aquella dimensión donde iba hacer su muerte.

Pero un pensamiento pasó por ambos maous al ver vivo al castaño, de inmediato sintieron vergüenza, principal mente el maou peliverde ya que ellos lo habían dado por muerte ya hace años, de hecho Ajuka dejo de investigar una forma de traerlo de vuelta.

Vergüenza era lo que sentían los dos maous en ese momento al ver que el castaño salió de aquel lugar por su cuenta, y sintieron más vergüenza al ver que no sola mente vivió, sino que ahora es tal vez más poderos que los dos, dando a entender que no estuvo perdiendo el tiempo.

Lord y Lady Phoenix ambos estaban con la cabeza abajo ninguno decía nada, ni siquiera tenían el valor de ver al castaño a la cara principal mente Lady Phoenix.

En ese momento volvió a recordó lo que el rubio le había dicho aquella vez.

*Recuerdo*

-Lady Phoenix esto no es una amenaza, pero no creo que a Hyodo Issei le guste ver a la que era su prometida casada con otro hombre cuando vuelva y le aseguro que no quería ver lo que hace un dragón cuando alguien intenta separarlo de sus mujeres –Dijo el rubio seria mente.

-Así que mejor que lo piense adecuada mente lo que va hacer a partir de ahora y espero que escoja la decisión correcta –Termino de decir el rubio.

*Fin del Recuerdo*

Como una mujer de carácter fuerte ahora no tenía el valor de levantar la cabeza de la vergüenza que sentía al saber que el castaño siempre los estuvo observando, incluso intervino para que no cometiéramos un error pero aun así con su advertencia no lo escuchamos y lo cometió.

Lady Phoenix sentía que había perdido toda la cara frente al castaño y más aún al ver como su hija lo miraba con una mirada soñadora llena de amor, incluso estaba segura que si veía al castaño vería la misma mirada en sus ojos.