57. Dean

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La cacería había terminado. Dean y tú estaban heridos y chorreando sangre por sus extremidades y algunas áreas de su rostro. Tú hacías presión sobre tu pierna derecha y Dean hacia presión sobre su costado izquierdo.

Dean: ¿Podrías manejar? No creo poder hacerlo... —te lanzo las llaves.

___: Claro. Yo lo hago.

Rompiste tu camisa para hacerte un torniquete en la pierna. Ayudaste a Dean a subir al auto. Condujiste hasta el búnker. Ambos bajaron y entraron al lugar.

___: Traeré el botiquín...

Cogiste dos botiquines enormes y los colocaste sobre la mesa.

___: Siéntate aquí Dean.

Rápidamente sacaste el alcohol y lo vertiste sobre la herida de él haciendo que soltara un gran gemido de dolor.

___: La herida es muy grande tendré que hacerte un par de puntadas. 

Dean: Hazlo... —se quitó la camisa.

___: Muerde esto —pusiste una gasa en su boca.

Desinfectaste la aguja y comenzaste a coser la herida de Dean, él gemía y jadeaba debido al inmenso dolor. Pusiste una pequeña venda y terminaste de curarlo.

___: Listo...

Dean: Mi turno... —te cargó y te puso sobre la mesa— Muerde esto —puso la misma gasa en tu boca.

Rompió tus jeans y comenzó a coser. Soltaste un par de jadeos y finalmente vendo tu pierna.

___: Rompiste mis jeans favoritos —quitaste la gasa se tu boca.

Dean: Eres una boba —río para después rodar los ojos.

Una gota de sangre proveniente de su ceja partida cayó sobre sus labios. Con tu pulgar limpiaste la sangre, después cogiste una gasa y la pasaste por su ceja para limpiarla un poco. De pronto tu mirada se cruzó con la de Dean, ambos sabían lo que querían hacer. Morías por besar esos perfectos labios, pero el irritante sonido de tu móvil se hizo presente.

___: Es Jack... —dijiste mirando la pantalla— Voy a contestar.

Saliste del búnker para contestar el teléfono. No era Jack, si no, el menor de los Winchester. Llevaba más de 7 meses sin hablar con Dean, seguían molestos por la situación de Jack. Pero igualmente Sam siempre me llamaba para preguntar cómo estaba Dean...

Regresaste al interior del lugar donde te contraste con el mayor mirando la televisión.

Dean: ¿Todo bien?

___: Si... Jack solo necesitaba un par de consejos sobre cacería... —él solo asintió— Iré a darme una ducha.

Dean: Está bien...

Tomaste una rápida ducha y te pusiste unos shorts cortos y una camisa de Led Zeppelin algo larga. Al entrar a La Cocina te encontraste con Dean sentado en la mesa frente a su computador agarrando el teléfono y revisando sus mensajes.

___: ¿Tienes hambre? Prepararé la cena.

Usualmente un "tienes hambre" dirigido a Dean es puro sarcasmo, él siempre tiene hambre, pero esta vez fue diferente.

Dean: No. No tengo hambre.

Esas palabras claramente indicaban que algo andaba mal.

___: Dean, ya comencé a preparar la cena. Tienes que comer algo —hablaste en tono serio.

Dean no respondió. Simplemente cerró su computador y salió de la sala sin decir una palabra.

 Simplemente cerró su computador y salió de la sala sin decir una palabra

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Definitivamente algo no andaba nada bien. Terminaste de cenar y lavar los platos. Quizá Dean solo necesitaba descansar. Saliste de La Cocina y caminaste hasta tu habitación pasando por el cuarto de Dean. La puerta estaba abierta y él con la cabeza abajo sentado en su cama.

___: ¿Dean...?

Al escuchar tu voz, intentó disimular un poco, seco sus lágrimas y te miro.

Al escuchar tu voz, intentó disimular un poco, seco sus lágrimas y te miro

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Dean: Estoy bien —se puso de pie y camino hasta su closet.

___: Dean... ¿que sucede? Te conozco y sé cuando algo no está bien.

Dean: Yo solo... —un par de lagrimas recorrieron su mejilla— Es que extraño a Sam... —sus palabras rompieron tu corazón— Se que estamos peleados y que fue mi culpa. Pero odio no saber de él. Solo quiero saber si esta bien, si está a salvo... si él...

No pudo terminar la frase por qué no logró evitar romper en llanto. Caminaste hasta él y poniéndote de puntitas lo abrazaste fuertemente.

___: Oye... tengo que contarte algo... —te separaste del abrazo— ¿Recuerdas todas las veces que te ha sonado mi teléfono y te he dicho que solo es Jack o Cass? —él asintió— Todas esas veces... ha sido Sam. Él siempre llama para saber cómo estás.

Una gran sonrisa se formó en el rostro del cazador.

Dean: Tengo que arreglar las cosas... Voy a llamarlo ahora.

Él cogio su teléfono y marco el número de Sam. Creíste que necesitaba privacidad así que saliste de la habitación y te dirigiste a la biblioteca para buscar un nuevo libro para leer.

Finalmente habías encontrado uno sobre mitología aragonesa, habías leído la primera página cuando la puerta de la biblioteca se abrió de repente haciéndote dar un salto del susto.

___: ¡Mierda Dean! Me asustast...

Tus palabras fueron interrumpidas por una acción que te dejo si aliento —literalmente—. Dean unió sus labios con los tuyos bruscamente, acorralándote contra la pared.

___: ¿Que fue eso...? —preguntaste confundida aunque extasiada a la vez.

Dean: Algo que debí hacer desde el primer día que te conocí...

Te miro por unos segundos para después unir nuevamente sus labios con los tuyos.







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