Capítulo 8: El peor Lee.

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Pasaron tres meses...., Mark, Chenle y Jisung hicieron un triángulo algo extraño. El típico de las películas, La diferencia es que sólo era sexo, nada más. O por lo menos, eso parecía exteriormente.

Chenle estaba conociendo poco a poco a los hermanos, por lo que decidó dejar en pausa aquel libro tan extraño. ¿Lo habrá escrito el padre? Algún día si le apetecía resolvería todas sus dudas.

Estaban todos en el comedor, Mark sentado en el extremo izquierdo del sofá mientras Jisung y Chenle estaban tumbados de forma contraria y la cabeza del chino se encontraba en los muslos del mayor. Mientras que los demás estaba en los sillones ya sea leyendo alguna novela o con el móvil.

Mark acariciaba los cabellos del menor mientras lo miraba con ternura. Rayos, ¿qué sucedía con aquel chico? Total, que el resto de los chicos los miraban  on extrañeza. Paso delicadamente los dedos por su barbilla, su piel realmente era suave.

—¿¡Qué haces tonto?! ¿¡Quieres cogerlo?! —exclamó Renjun.

—¿Eh?— Mark estaba desconcertado.

—¡Cógelo! —gritó esta vez Donghyuck.

Cierto, su teléfono estaba sonando pulsó en aceptar la llamada y era su madre.

Tenía el pelo recogido y al parecer era verano, el fondo parecía ser una especie de crucero o barco mientras ella estaba tumbada en una hamaca con gafas de sol y una guirnalda de flores, cuando ellos estaban casi en invierno.

—¡Hola chicos! —dijo la mujer aparentemente alegre.

—¡Hola mamá! —dijeron todos.

—¿Se están portando bien, Chenle?

El menor asintió de una forma muy tierna que provocó que hasta los de corazón más frío se derritieran por dentro aunque sea un poco.

—Me alegro mucho saberlo, Chenle, espero que el pago que estamos dando sea suficiente — Le pegó un pequeño sorbo a una bebida refrescante que estaba en una mesilla cercana—. Nada, sólo era para avisar. Me alegro que alguien por fin alguien se haya hecho amigo de mis pequeños. Es algo muy novedoso... Nunca han salido de su hermandad y suelen ser bastante cerrados, cosa que no me extrañaría porque obviamente han salido a su padre...

La mujer le cambió el tono de naturalidad y despreocupación a uno cuya marcha era más lenta, como si tuviese cuidado de lo que estaba diciendo.

El segundo hijo mayor harto que fuera tan amable con según él su siervo y que fuera para ponerle verde le irritó. Y no se preocupaba por demostrar su molestia.

—Sí... Muy bien mamá... ¿Y papá?

—Eh... Ya sabes... Lo de siempre. Estará trabajando, ya sabes cómo es...
Bueno. Me alegra saber que estáis todos bien, chao. ¡AH, MIERDA! ¡Perdón! En Navidad las primas irán a comer con vosotros. ¿De acuerdo?

—Mamá, eso se avisa antes.

—Sí, venga voy a deciros en verano a algo que va a pasar en medio año.

Después de una tonta discusión ya colgaron el teléfono.

La verdad es que parte de la familia que no fueran ellos mismos les parecía un coñazo la compañía, pero qué se le va a hacer.

En la mente de Renjun se estaba haciendo un  plan para hacerle la vida imposible a Chenle, y no lo iba a hacer solo.

Estaban a unos días de la Navidad, ya iba siendo hora de decorar la casa. Si ya era bonita como estaba, con un toque navideño sería totalmente preciosa.

Estaban todos colocando varias bolas en el árbol. Todo iba bien hasta que Chenle quiso colocar la estrella.

     —Vamos a ver, niño —se alteró Renjun—. Esto lo debe colocar Jisung porque es el menor y aparte sí que es parte de la familia, a diferencia de ti.

Chenle apenado dejó aquella estrella de plástico en la cómoda que estaba cerca del gran árbol.

     —¿Y si quiere ponerla él qué pasa? De hecho fui yo quien le dejé ponerla porque es su primera Navidad en condiciones y él sí tiene ganas de celebrarla, no como cierto amargado.

Renjun Le miró mal al menor, como si le perdiera todo el respeto. Al parecer sabía algunas cosas de él y tener amistad con un cualquiera como Chenle Le resultaba indigno.

Jisung Le tendió el adorno a Chenle y también Le regaló una sonrisa. Lo cogió de las caderas y lo elevó para que dejase la estrella en la cima.

—No eres un Lee para mí hasta que no dejes de hablar con este maldito criado.

—Primero, no es un criado. Es un chico como tú y como yo que se a ofrecido a limpiar la casa y cuidarnos. Y hay que ser valiente porque no somos muy humildes que digamos.
Y segundo; si ser un Lee para ti es ser una persona creída que fastidia a los demás por su situación económica, yo estaré encantado de no pertenecer más a esta familia. Vamos Chenle.

El más alto le cogió de las manos sin previo aviso. Los ojos de Zhong buscaban a Mark. Pero el mayor mostró una forzada indiferencia y esquivó su mirada.

Continuará...

🗝 𝐄𝐥 𝐒𝐢𝐫𝐯𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐋𝐨𝐬 𝐋𝐞𝐞 🗝 | ᴄʜᴇɴʟᴇ × ɴᴄᴛ ᴅʀᴇᴀᴍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora