🗝 𝐄𝐥 𝐒𝐢𝐫𝐯𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐋𝐨𝐬 𝐋𝐞𝐞 🗝 | ᴄʜᴇɴʟᴇ × ɴᴄᴛ ᴅʀᴇᴀᴍ

Epílogo: Los sirvientes de Zhong.

Nota: Ha pasado un gran tiempo desde que publiqué el último capítulo y anuncié que publicaría esta especie de punto y final. Siento la tardanza y espero lo disfrutéis.~♡

Chenle despertó, se encontraba con seis chicos a su disposición que esperaban a que despertara.

—Hola, buenos días~ —dijo algo somnoliento mientras se rascaba los ojos, sabía que su tono, sus ojos entre cerrados y la camisa de su pijama cayendo revelando su hombro derritieron a cada uno de los muchachos que tenía en frente.

—Buenos días, Chenle. ¿Has dormido bien? —preguntó el mayor de todos.

—He tenido una pesadilla...

—No te preocupes... ¿Bajas a desayunar?

—Me gustaría bañarme antes. ¡Ponle un montón de espuma, como a mí me gusta!

Asistieron todos y se organizaron como de costumbre. Lo acompañaron desde que se levantó de la cama, Renjun y Jaemin se dirigieron a la cocina a preparar el desayuno, mientras que Jisung lo esperaría en el baño llenando la bañera.

Mark lo llevó a la esquina de la habitación al lado del armario donde había un gran biombo, y Jeno se encargó de quitarle cada prenda y dársela a Mark para que hiciera la colada. La piel lechosa de Chenle era la mayor distracción existente de Jeno, tenía unas ganas increíbles de lamer y morder esa piel tan suave, pero siempre se controlaba aunque no podía evitar tragar duro.

—¿Te gusta lo que ves, Jeno Hyung~? —preguntó Chenle pícaro.

—Chenle, agradecería que no me provocaras —respondió resignado. Lo cual hizo reír al mencionado.

Lo llevaron al baño donde ese encontraba el menor, él le ayudó a meterse en la bañera para que no se resbalara. Primero le colocó champú al cabello tan sedoso que tenía y lo aclaró con el agua de la misma bañera y repitió la acción para pasar a su cuerpo.

—Jisung-ah... ¿Te gusta tocarme?

—Chenle Hyung... Ya sabes la respuesta. Y también sabes que no deberías decir esas cosas...

Se encontraba enjabonando sus brazos con sus propias manos, pero observó al rubio con una mirada tierna pero triste, como si de un cachorro se tratara.

—Estoy harto Jisung, quiero jugar contigo como lo hacíamos antes, quiero que me toques con pasión. ¿Qué no entiendes? Quiero sentirte dentro mía...

Jisung se quedaba anonadado imaginando todo lo que su mayor le decía, él tenía las mismas ganas que él e incluso más de hacerlo suyo, de marcarlo, de tener una noche inolvidable en la cama, pero no solo cosas carnales; también quería aunque sea un día a solas con Chenle para demostrarle su amor. Pero no podía, quería pero no debía.

—Sinceramente Hyung... No te imaginas cuánto me gustaría, pero... No puedo, sabes perfectamente cómo son las cosas...

—¡Jisung, por favor! ¡Nadie lo sabrá!

—No insistas... Ya me es muy difícil seguir así, además... Los demás notarán si tardamos aunque sea un minuto...

Las traviesas manos mojadas de Chenle empezaron a sobar el miembro erecto de Jisung.